Seventeen

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"Christmas Eve"

Desperté con un fuerte ruido y muchas voces. Algo pesado estaba cruzado sobre mis piernas, y luego comenzaba a ser mucho más pesado. Abrí los ojos abruptamente con un grito y al segundo que vi lo que estaba pasando, mis ojos se llenaron de lágrimas y una sonrisa se plasmó en mi rostro.

―Hola, diosa del sueño ―dijo mi hermano.

Vi las sonrisas de mis cuatro hermanos y enseguida, todos se abalanzaron sobre mí y se acostaron junto a mí.

―Dios mío ¡Cómo los extrañaba!―dije, recibiendo los abrazos de todos.

―Ya lo creo, como nunca vas a visitarnos―dijo Sawyer, con una risita.

―No hables mucho tú, vives en el mismo estado que yo y aún así nunca te veo.―dijo Stella, riendo―Oh, espera, ya casi ni recordaba tu cara ¿Así de feo has sido siempre? No nos parecemos ¿Verdad?

Ella señaló su rostro con horror, haciéndonos a todos reír. Observé a mis hermanos yacer junto a mí en la gran cama y rápidamente la nostalgia de todos esos días de invierno en Louisiana, en los cuales dormíamos todos en la cama de nuestros padres, vino a mí.

Escuché pasos provenientes del pasillo y cuando se detuvieron, pude apreciar el rostro de mis padres asomarse por la puerta junto a mi hija en los brazos de su abuelo.

―¿Qué tan cansada puedes estar para olvidar ir por nosotros al aeropuerto, señorita?―dijo mi madre, con una sonrisa en su rostro.

Logré salir del tumulto familiar en el que estaba y caminé hacia mis padres, estrechándolos en abrazos. 

―Lo siento, lo olvidé por completo―reí, avergonzada.

Me huele a noche brutal ¿Huh?―escuché murmurar a uno de mis hermanos, posteriormente, sus risas macabras.

 ―Está bien, en tu lugar esta señorita fue por nosotros, ¿Verdad, ángel?―dijo mi papá.

Zoe asintió y sonrió cuando fue rociada con besos. Me quedé hablando con mis padres unos segundos, cuando noté que sería mejor iniciar el día y ponerme algo de ropa.

―¿Por qué no me dejan un rato a solas para poder vestirme?―reí―Por favor.

Mis hermanos y mis padres se retiraron de mi habitación y me quedé a solas. Me despojé de mi pijama y tomé rápidamente algo de ropa presentable para ponermela. Cepillé mi cabello y puse maquillaje en mi rostro para quitar rastros de sueño y finalmente pude bajar hacia mi familia una vez más.

La sonrisa que tenía en mi rostro era gigante. No podía describir lo gratificante que se sentía tener a mi familia completa aquí conmigo, lo lleno que mi corazón se comenzaba a sentir. Observé a todos y cada uno de mis hermanos hablar con Justin y Zoe, los observé reír y burlarse de cosas escondida en las escaleras y no podía creer lo mucho que me hacían falta cada uno de ellos. 

Esta época del año me traía recuerdos de mis días en Luisiana y de como solíamos celebrarlo en aquellos días; Mi familia era enorme: no tan sólo mi familia cercana, sino que también los que no veía casi nunca.

Siempre para las festividades o celebraciones, llegaba la familia lejana. O sea: primos, tíos, abuelos y el resto. Las cenas familiares jamás eran de tan sólo cinco personas o un poco más, sino que terminábamos siendo cuarenta personas en una mesa larga en el cobertizo, quizás en el jardín en temporada de primavera-verano.

Mi familia directa también es grande. Estamos hablando de siete personas en una casa extremadamente pequeña, dónde compartí habitación con dos de mis hermanas durante casi toda mi vida.

Lie to Me ➳ j.b #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora