03. Luces de neón

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Después de mi película con Kevin, un enfermizo y dulce romance que lo dejó llorando al final, me encontré de pie frente a Pop's, las brillantes luces de neón iluminando la silenciosa calle en la que estaba. Dentro, pude ver unos cuantos puestos llenos de familias, a pesar de ser tan tarde en la noche. Sabía que debería estar yendo a casa, durmiendo porque mañana sería el primer día de escuela, pero no sin verlo.

La puerta sonó cuando pasé por ella, la campanilla era vieja y estaba oxidada, pero aún funcionaba bien. El olor de la grasa llegó a mi nariz, era un aroma confortante y agradable, no obstante. Caminé lentamente por las mesas, haciéndome camino hasta el final. Su cabeza estaba inclinada, sus hombros encorvados hacia adelante mientras escribía algo en su laptop, escribiendo como si su vida dependiera de ello. Forsythe Pendleton Jones siempre había estado tan fascinado por las historias, que era natural que fuese un escritor. Yo era la chica que estaba fascinada por él, no por sus historias. Como si pudiera sentir a alguien mirándolo firmemente, su cabeza se levantó, sus ojos cayendo en mí. Nuestros ojos se conectaron por un corto momento antes de que parpadeara, su expresión estaba en blanco.

Fue una puñalada en el corazón pero me seguí moviendo. No dudé en sentarme en la cabina, encarándolo directamente. La fuerte y brillante luz de su laptop iluminaba su rostro y podía ver claramente al chico con el que había crecido, sin esconderse en las sombras. Puse las manos sobre la pegajosa mesa, mis rodillas subiendo y bajando por puro hábito. —No viniste a la fiesta de Bienvenida a casa —murmuré.

Jughead ni siquiera levantó la vista de su computadora. —Imaginé que habría mucha gente.

—Jughead, vamos —empecé suavemente.

Su cabeza se levantó, sus labios formando una fina línea. —¿Cómo estuvo el internado, Lottie? —por el tono de sus palabras pude deducir que sabía que aquella era una historia falsa. El chico no era estúpido. Sentí mi mandíbula tensarse y saqué las piernas, cambiando de posición en la cabina. La única persona a parte de mi familia que sabía lo que había pasado la noche que me fui es Archie, y eso porque él me encontró. Jughead no lo sabía, Betty tampoco.

—Betty siempre ha sido un poco demasiado indulgente —Jughead continuó cuando no respondí a su pregunta. Su voz era como la seda, algo que era tan familiar, pero había odio en sus palabras, algo que era nuevo—. Ella te perdonó hace un largo tiempo atrás. Archie siempre ha sido, bueno, Archie. Él siempre se aferra a las cosas un poco más pero no estaba sorprendido cuando tus padres nos dijeron que estabas en un internado. Lo cual sugiere que él sabe la verdadera historia —se detuvo, dejando que sus manos cayeran a su regazo—. No soy como ellos, Lottie, tú sabes eso. No soy el tipo de persona que perdona.

Soplé algo de aire de mis mejillas, alejando mi mirada y poniéndola fuera de la ventana, la oscuridad llenando el pueblo soñoliento. —Fue complicado y —me detuve. No tenía palabras que decir que lo hicieran sentir bien.

—No puedes solo volver luego de un año y esperar que todo esté exactamente como lo dejaste —la voz de Jughead era queda ahora—. Perdiste a Rose, pero yo te perdí a ti. Perdí a una de mis mejores amigas y ella ni siquiera podía devolverme las llamadas.

Fruncí los labios, asintiendo. Él no estaba equivocado. —Estuvo mal irme y no decirte, sé eso. La noche fue... la peor noche de mi vida y hasta la fecha, incluso ahora, ni siquiera puedo pensar en ello. Duele mucho y sé que eso significa muy poco considerando que herí a otros yéndome pero –

Jughead podía ver la lucha en mis ojos, claro como el día pero él me dejó continuar sin objeción. —Pero estoy tratando de hacerlo mejor. Estoy tratando lo mejor que puedo para ser normal, pero es duro cuando veo a mi familia perfectamente bien sin Rose sentada en la mesa para la cena Es duro cuando Betty, Archie e incluso Kevin parlotean y hablan sobre cosas mundanas y todo lo que yo puedo pensar es, ¿qué estaría ella haciendo ahora? Solo trato de mantenerme a flote —me detuve, poniendo mi cabello detrás de mis orejas e inclinándome hacia adelante, asegurándome de que él supiera lo mucho que lo sentía—. Y realmente necesito al chico que nunca vio detrás de la fachada ahora mismo.

Él suspiró, bajando la mirada. No estaba segura de lo que él haría a continuación, o lo que diría. Nunca pude leer su mente, él siempre era tan cerrado y eso había despertado mi interés cuando era una niña. Él era tan diferente a Archie, y aunque Archie había sido mi roca firme mientras crecía, siempre tan comprensivo así como Betty, fue Jughead el que nunca dejó que mis defectos se fueran sin ser juzgados, siempre intentando hacerme una mejor persona. —Esto no significa que te perdono por irte, ¿vale?

Una sonrisa tiró de mis labios. —No soñaría con ello —él empujó su malteada en mi dirección, la señal definitiva de que estaba listo para retroceder, listo para darme otra oportunidad al ofrecerme comida. Con él sentado en el otro lado de la cabina, dejando sus ojos vagar por mi rostro, lo supe. Estaba lista para tomar el primer paso en dejar ir el pasado. Bueno, lo iba a intentar.

FALSE ALARM ° JUGHEAD JONES (ESPAÑOL)Where stories live. Discover now