Capítulo IV

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Los ojos de Pamela me estaban taladrando, su mano fuertemente sostenida en su cadera y labios fruncidos en una línea recta hacían que me temblaran las rodillas. No sabía qué responder. Dean me había dejando en claro que primero quería tantear el terreno con ella, y ahora todo dependía de mí.

- Sigo esperando, Novak.- dijo con impaciencia, y siendo como soy, dije la verdad.

- Lo hicimos una vez. Ninguno de los dos lo esperaba, solo pasó.

- ¿Estás consciente que es muy poco profesional por parte de un profesor acostarse con un alumno?

- Si, lo sé.- sus ojos curiosos seguían enfocándome, tratando de que soltara algo más, lo que fuera. Pero al final, lo único que dijo fue:

- Gracias, por decirme la verdad Novak.

- ¿Qué va a pasar con Dean?- solté con impaciencia y Pamela solo alzó un ceja, intentando leer qué clase de relación teníamos en realidad, supuse.

- Hablaré con el profesor Winchester. Ya veré que castigo le pondré.

- Pero...

- Puedes irte.

El tono de su voz no me dejaba mucha alternativa, hice lo que me pidió y lo último que vi de ella fue que sacaba su celular y llamaba a alguien. Genial. Ahora tenía que hablar con Dean antes de que...

- De acuerdo, estoy ahí en un minuto. Adiós, Pamela.- Dean estaba guardando su celular en el momento en el que me vio, se dirigió hacia a mí y dijo: ¿Estás bien?

- Lo siento, le dije la verdad a Pamela, no soy muy bueno bajo presión y yo no...

- Tranquilo, Cas. Está bien, lo veía venir.- susurró con calma mientras me tomaba por los hombros.- Ella es muy buena para leer a la gente, a veces pienso que es psíquica o algo.- dijo, dejando transparentar una carcajada.

- ¿Te llamó?

- Si, voy a su oficina.

- Te acompaño.

- No es necesario, Cas. Tengo que hablar con ella yo solo.- sus ojos se endurecieron un poco, y supe que nada lo haría cambiar de opinión.

- Bien.- se inclinó a dejarme un suave beso en los labios y yo le sonreí al gesto.- Tengo que ir a mis clases, profesor Winchester.

- Ajá, claro.- movió sus labios despacio bajando por mi cuello y mientras lo estaba realmente disfrutando, estaba al tanto de las miradas que nos estaban dando.

- Dean.

- Mi nombre suena muy bien de tu boca, Cas.

- Nos están viendo, Dean.

- Bien, ahora saben que eres mío.

- Muy simpático, Winchester.- me separé de él y vi el inicio de una sonrisa en la comisura de su boca.- Nos vemos mañana.

- De hecho, Cas, quería llevarte a un lugar esta noche. Y te puedo llevar a tu casa después, así que...- se veía lindo esperando una respuesta, sus manos sosteniendo su mochila con fuerza, casi con nerviosismo.

- Claro, no tengo nada que hacer hoy.

- ¡Genial! Te esperaré en la cafetería, ¿de acuerdo?- asentí antes de caminar a mi salón de ballet, despidiéndome con un gesto de mi mano.

Entre espejos y cancionesWhere stories live. Discover now