(febrero 27, 17)
quemé todas tus cartas.
todas las cartas que nunca escribiste, lo que es sólo fotos y dos videos y una conversación larga (y feliz) que tuvimos una vez, probablemente hace años. o tal vez solo un mes.
encendí las llamas con pequeñas chispas de rencor y furia, salidas desde mis adentros hacia el aire de una noche solitaria y pensé que podrían acabar con todo pero no lo hicieron. no fui consciente de que se apagarían (rápido rápido rápido tan rápido) antes de que pudieran lograrlo.
últimamente todo se siente un poco más interminable. y más pesado y más tedioso y un poco menos.
y ojalá no hubiese quemado tus cartas, porque ya no está surtiendo efecto. no funcionó. no pude quemarte a vos también, con ellas.
y ahora ya no sé qué más queda, pero la furia y el rencor ya se fueron.
igual que vos.
ESTÁS LEYENDO
400 KILÓMETROS
Romancesobre dos veranos remotos y cinco lunares en el cuello que nunca llegué a tocar fatidicos 17