c u a t r o

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Sudor, libido, respiraciones entrecortadas, manos traviesas y alguna que otras mordidas.

Estás son las cosas que ahora mismo están sucediendo en el apartamento de Brooke, y por supuesto, para que estas acciones sean completadas debe haber un estímulo, y hoy ese estímulo es Eli.

Sí, el segundo round está en marcha, y con más intensidad que en la pizzería.

Las manos de Eli son rápidas, pero las de Brooke lo son más, en tan solo tres segundos logró quitarle los pantalones al rubio junto con su bóxer; Eli le agradeció aquello internamente, su miembro se estaba ahogando en aquella prisión de tela, y ahora mismo se introduce dentro de Brooke mientras sus inquietas manos quitan la blusa.

Los jadeos de la chica aumentan en cuanto siente el frío metal del labio de Eli en unos de sus pezones, duros como rocas por la excitación que le impone el oji-azul. Sus dedos se aferran más a su espalda, atrayéndolo, pidiendo más, mucho más.

Una sensación satisfactoria se extiende por el cuerpo de la pelinegra, un par de embestidas más y Eli la alcanza; ambos cierran sus ojos, disfrutando del momento, mientras, en sus párpados cerrados, aparece una brillantez pero sus movimientos no se detienen, quieren más.

Y habría ido a más si una voz ronca no se impregna en sus oídos provocando que ambos se separen ligeramente solo para encontrar a la chica con el cabello del color de una fusión rubia y rosa. Compañera de piso, mejor amiga y prima de Brooke, Leila Miller.

—¿En serio? ¿El maldito vicio es tan grande? —restriega su rostro en el cual se distingue una que otra peca, rasgo característico que comparte con su padre y medio hermano—. Y lo peor es que siempre los descubro cuando lo están haciendo.

—¿A qué viniste? —cuestiona Brooke con cierta molestia. La adora, es cierto, pero a veces sus interrupciones pueden ser más molestas que las de Dre.— Dime que quieres que yo quiero seguir aquí —añade aferrándose más al rubio.

Eli aún no ha salido de ella, pero su boca ya ha salido de su pezón y ella la quiere ahí, que ambos piercings se choquen unos con otros, dándole mayor placer.

—Están en la cocina, no en una habitación —farfulla entre dientes con mucho fastidio—. Vine a hacerme un sandwich, pero gracias a ustedes siento que devolveré la comida que no he comido —añade estrujando la ancha y verde camiseta que trae puesta como pijama en la zona del vientre, con un mueca de repulsión en su rostro.

"Nota mental: Presentarla a Dre ", habla Eli en su mente pero no vale que lo haga, siempre lo olvida, nunca pudo llegar a presentársela; o ella trabaja ese día o Dre está libre ese día, en fin, nunca coinciden.

El trabajo de Leila es una de las mayores complicaciones para Brooke. Desde que su prima empezó a trabajar en el Empire State ha cambiado su personalidad por completo. Ya no hace fiestas en el departamento por el "desorden", ya no se tiñe el cabello de colores inverosímiles, no tiene sexo con nadie –lo cual le ha complicado traer chicos al departamento–; en fin, Leila se ha vuelto aburrida, según Brooke.

Pero cada vez que la oji-verde encuentra el refrigerador lleno y el Penhouse que les regaló el tío Christopher ordenado, se obliga a sí misma a cerrar la boca. El trabajo le ha quitado parte de su prima, es cierto, pero también les ha traído una mejor vida a ambas.

Leila sabe que por su trabajo se ha obligado a si misma a madurar, a no conformarse con cosas a medias, buscar más allá, ser ambiciosa, ocultar partes de su personalidad y, aunque no esté del todo bien, ésta es la vida real, aquí no se puede vivir de sueños y esperanzas y permitirte hacer todo lo que quieres porque algunas de esas cosas también podría dañarte permanentemente; y eso es algo que su prima debería entender cada vez que frunce el ceño y maldice sus nuevas actitudes y aptitudes, por lo que decide no hacerle caso y seguir con lo suyo. Como ahora mismo que apaga la luz y se larga a su cuarto para dejar que su pelinegra prima devore a Eli.

Y eso es justo lo que Brooke se dedica a hacer cuando escucha cerrarse la puerta de su habitación, bajar de la meseta y devorar a Eli.

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Les dije que se pondría intenso... 😏

Y ¿qué tal Leila? ¿Creen que debería ser presentada a Champagne Papi (Dre) o seguir sola?

Bueno, eso lo sabremos después, pues ni yo misma sé si debería. Mientras tanto, les dejo a la linda Leila en multimedia.

Capítulo dedicado a esta maravillosa e increíble niña 👉 erilynmateo 👈. Gracias por tus lindos mensajes y ser como eres 😘

Hugs n' Kisses,
Lissy.

New YorkWhere stories live. Discover now