Capítulo 36.

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Pasar un sábado por la tarde en la biblioteca, rodeada de varios libros de marketing y diseño, no era mi ideal de diversión.

Sara y Ryan se fueron ayer, después del evento, y hasta mañana no venían. Así que, en vez de quedarme todo el día encerrada en casa, decidí salir. Aunque fuese a la biblioteca. Al menos me distraía viendo a la gente.

No quería pensar en Justin. Me negaba totalmente. Debería haber aplicado en su cerebro lo de "preguntar antes de suponer" Pero ni siquiera se había molestado en escucharme. Prefería ir de fiesta y quedar con Bárbara para no sé qué... No quería imaginar para qué.

Comencé a leer la página del libro que tenía en mis manos. Página ciento treinta. Ajuste los auriculares a mis oídos y "I love you" de Avril Lavigne empezó a sonar.

"Apartado 3: Marketing Visual:

El objeto es: real, es lo que vemos; su apariencia, la materia que lo compone; ideal, su identidad arquetípica; comunicación, su relación con el gusto; forma y función, contenedor y contenido; emoción, la historia que evoca; hecho crítico, el lenguaje que lo consagra revelándolo; hecho industrial, resultado activo y productivo; imagen, lo que se hace y cómo se hace; anónimo, simplemente existencia...

-Para, Justin. !Para¡ -exigí, sin para de reír.

-Como me llegues a manchar el pelo... -advertí.

-Tarde. -abrió los ojos, divertido.

-Justin. Te mato.

-Empieza. -vacilo. Me llene lo más rápido posible toda la mano en el tarro de chocolate y con un movimiento rápido le llene la cara de chocolate.

-No sabes lo que acabas de hacer... -dijo, con una sonrisa malvada.

-Que miedo. -vacile yo.

Justo en ese momento empezó la pequeña "batalla" de chocolate. En un movimiento rápido, bajo sus brazos por debajo de los míos, agarrando mi cintura, y subiéndome a la encimera de su cocina, colocándose entre mis piernas. Dando paso a más cercanía entre nuestros cuerpos.

-Sabes muy dulce rubia. -se separó escasos centímetros de mis labios, bajando por mi barbilla hasta el cuello ..."

Mi corazón se encogió cuando me di cuenta de la realidad de mis pensamientos.

Esto suele pasar. Empiezas a leer la página y acabas sumergida en tus propios pensamientos. En tus propios recuerdos. En esos momentos. Y sin ni siquiera darte cuenta.

Pensar en él era una debilidad.

Cerré el libro frustrada, porque no quería, no me permitía estar mal por él, tenerle en mis pensamientos a cada instante.

Eso se iba a acabar, al menos lo iba a intentar. Si es que era posible.

Mire el reloj, las ocho y media. Vaya, se me había hecho más tarde de lo que pensaba.

Recogí uno de los libros y un par de apuntes. Coloqué mi bolso sobre mi hombro y salí de la biblioteca.

Cogí un taxi indicándole al taxista que me llevara a Calabasas.

Tenía que devolverle al estúpido de Justin su sudadera.

Varios minutes después habíamos llegado.

Un guardia que estaba en el portón de la casa de Justin, por la cual pasaban los coches, me dejo pasar. Emitiendo solo sonido para decir "Buenas noches"

By your side. {Justin Bieber} {TERMINADA}حيث تعيش القصص. اكتشف الآن