WORK ✧ Im Jaebum (COMPLETA)

[PRÓLOGO] "No tengo tiempo para estupideces".

Seúl, Corea del Sur.

00:45 a.m

Estaba consultando el pequeño reloj que se encontraba en mis manos por enésima vez en un minuto. Ya es demasiado tarde y Jaebum todavía no llega.
Lo extraño. Se pasa todo el día trabajando y yo estoy cansada de pasar siempre por la misma rutina:

Llegar de trabajar, ducharme, preparar cena para dos y terminar cenando sola. Esperar a Jaebum, que no aparece hasta casi las 1:00 a.m, pero quiero al menos verlo y darle un beso de buenas noches. Luego me resigno porque la espera es infinita y me voy a la cama. Ha sido un día largo.
Sobre la noche, siento la cama hundirse a mi lado e instantáneamente me aferro a él y lo abrazo, dormida. Él me rodea con sus brazos (sólo a veces, no siempre me corresponde) y duerme también. Ambos estamos cansados, esto ya es demasiado, ni siquiera es vida.

Pero ésta noche no voy a dejar que pase lo mismo.

Tic,
Toc.

Tic,
Toc.

Tic,
Toc.

Mis ojos comienzan a cerrarse casi por obligación, tengo mucho sueño y aún no llega.

00:55 a.m

Mmm, el sillón se siente tan cómodo.

00:57 a.m

Desde que consiguió ese maldito empleo, ya no la pasamos tan bien como antes. Solíamos salir a pasear y hacer el amor todo el tiempo. Nos gustaba viajar y conocer las distintas culturas de los países que visitabamos.

Recuerdo al felíz y eufórico Jaebum, el cuál se emocionaba más que yo cada vez que veía el estreno de una nueva película y literalmente me arrastraba para ir a verla. Recuerdo su sonrisa amplia, como sus ojos desaparecían cada vez que lo hacía. Tenía una sonrisa preciosa y no me cansaba de observarlo.

Pero ahora todo es diferente.

Los meses pasaron y el trabajo comenzó a hacerse más frecuente. Jaebum comenzó a llegar muy tarde por las noches y ya casi ni nos veíamos, ni siquiera desayunábamos juntos, ya que él se iba a trabajar más temprano que yo.

Corrección, ya no nos veíamos las caras. Hace unas dos semanas exactas. No hacíamos el amor hace tres meses, no reíamos desde hace dos. Parecíamos dos extraños conviviendo en un mismo hogar, en una misma cama, sin otra cosa que hacer más que dormir, jamás reir, amar, ó hablar.

¿Cómo es que las cosas pueden cambiar tanto?

¿Cómo es que nuestra relación ha ido desvaneciendose como la espuma?

Quizás, si agito la espuma ésta vuelva a hacerse presente, porque espero a que aún quede algo naciendo de ella allí. Aún creo en que Jaebum me ama, quiero creerlo.

1:00 a.m

No supe en qué momento me había quedado dormida, con los ojos húmedos, esperando a que él llegara.
No pude aguantar, estaba demasiado cansada, demasiado cansada para seguir esperando mientras los minutos pasaban y pasaban. Jaebum no llegaba todavía.

Me había quedado dormida en el sillón, cuando siento la cerradura abrirse junto con el tintineo de las llaves y una sombra adentrándose a la casa, cerrando la puerta. Tengo demasiado sueño para abrir los ojos, una parte de mí sabe que está dormitando, uno no puede casi luchar contra eso.

Unos cálidos brazos me envolvieron el cuerpo. De repente, el cómodo sillón había desaparecido y había sido reemplazado por el aire. Jaebum me estaba llevando a la habitación, en sus brazos, mientras subía por las escaleras.

Abrió la puerta y escuché levemente como corría las sábanas y frazadas a un lado, mientras me sostenía, para luego meterme dentro de la cama. Jaebum me cubrió y pude sentir su respiración cerca de mi rostro.

Comenzó a acariciar mi cabello y mi mejilla con el dorso de su mano, no tengo idea de cuánto tiempo estuvo haciendo eso. Lo escuché suspirar, darme un beso en la frente e irse nuevamente.

—No te vayas de nuevo, por favor.—suplique suspirando en voz baja.

Comencé a abrir los ojos lentamente y allí estaba, cerrando la puerta del armario, con tan sólo unos boxers negros en la mano, mirándome sin expresión alguna.

—Sólo voy a ducharme, Agustina.

Me senté en la cama, ahora completamente despierta. Ésto no puede seguir así.

—Pero aún así vas a irte y me dejarás sola. Volveré de trabajar, cenaré sola y dormiré sola. ¡Siempre estoy sola, Jaebum! Y te extraño...—salí de la cama y me acerqué unos pasos, levantando mi cabeza, él era mucho más alto que yo.

—Sabes que dormimos juntos. Y últimamente el trabajo se ha puesto muy pesado, pero es importante que asista, estamos a punto de cerrar un contrato que vale mucho y podría significar un ascen...

—No me hables del trabajo, por favor. No quiero volver escuchar esa palabra.—me sostuve la frente mientras miraba hacia abajo—¡Trabajo, trabajo, trabajo! Jamás tenemos tiempo para nosotros.—lo miré, mis ojos se estaban humedeciendo nuevamente.

—Sabes que eso no es cierto.—suspiró.

—¿Qué estás diciendo, Jaebum?—frunci el ceño—¿Cuándo fue la última vez que nos fuimos de vacaciones? ¿Cuándo fue la última vez que salimos a tomar algo? ¿Cuándo fue la última vez que pasamos tiempo juntos, por así decirlo?—se me cayó una lagrima—Ni siquiera recuerdo cuándo fue la última vez que me has dicho "Te amo".—me limpié las lágrimas rápidamente. No quiero que me vea débil.

Jaebum volvió a suspirar y se pasó la mano por el pelo, frustrado. Por un momento creí ver que puso los ojos en blanco.

—No lo entiendes, pero necesito el trabajo. Todo el mundo necesita uno, Agustina, tú también.

Lo miré incrédula e intenté ser paciente.

—Siempre estás trabajando. Podríamos tomarnos algunas vacaciones. ¿Qué dices?—me acerqué para pasar mis brazos alrededor su cintura, mientras levantaba la vista para observarlo mejor.

—Estoy trabajando. No tengo tiempo para estupideces.—respondió secamente.
Jaebum quitó mis brazos de su cuerpo y se adentró al baño.

Me quede allí, parada como una idiota, sollozando y queriendo que todo cambiase de una buena vez. Quiero que todo vuelva a ser como antes.
Pasé mis manos desesperadamente por mi rostro y cabello para luego tomar mi celular de la mesita de luz e ir a la habitación de huéspedes. Con lo que Jaebum acaba de hacer, no pienso hablarle o explotaria.

Pasé a la tercera habitación contigua a la de nosotros a grandes pasos. Cerré la puerta y le puse el seguro, no quiero que entre. Bueno, como si fuera a entrar, seguro no desea buscarme.

Me tiré boca abajo en la cama mientras seguía sollozando, no podía parar.

Ahora creo que Jaebum ya no me ama.