"Es un idiota".

2.8K 278 95
                                    

5:00 a.m

Desperte de madrugada, estaba dando muchas vueltas en la cama. No era lo mismo dormir en la habitación de huéspedes que en tu propia cama. Tampoco me gusta dormir sola, pero no pienso compartir la cama con Jaebum, me dolió, me dolió lo que dijo.

¿Cómo pudo decirme que era una estupidez que pasemos tiempo juntos?

Suspire mientras volvía a taparme el rostro con las manos. Me levanté para buscar algo de agua, no sin antes ir al baño y lavarme el rostro. Me veía horrible, mi pelo estaba revuelto, mis ojos hinchados y mi cara roja. Suspire mirando a la chica del espejo. ¿Qué te pasó, Agustina? Antes no había nada que te quitara esa sonrisa que Jaebum tanto decía que amaba. Así es, me lo decía, hace mucho tiempo.

Mi garganta está seca luego de haber intentado hablar con él y de tanto llorar. Anoche no había cenado porque lo estaba esperando. Sé que no es muy común cenar a las 1:00 de la madrugada, pero no estaba mal querer compartir algo que hace rato no hacíamos.

Salí del baño de huéspedes y abrí la puerta del cuarto, el silencio de la casa era absoluto.

Bajé las escaleras y me dirigí pesadamente hacia la cocina, buscando un vaso de agua.
Me senté en frente del desayunador, en un taburete, de espaldas a las escaleras.
Me bajé de un trago el vaso de agua, lo necesitaba. Lo dejé a un lado y me sostuve la frente, inclinandome hacia abajo. ¿Qué puedo hacer para hacer entrar a Jaebum en razón?

—¿Por qué estás descalza y tan desabrigada? Te recuerdo que estamos en pleno invierno, Agustina.

Di un pequño salto al escuchar la voz de Jaebum, pasando por al lado mío mientras él prendia las luces del living y la cocina. Abrió la heladera y sacó un par de cosas para hacerse el desayuno y prendió la cocina.

Jaebum estaba en pijama, que consistía en unos pantalones rayados azules y una remera negra, que marcaba su ancha espalda y los músculos de su cuerpo, tenía el pelo mojado, se había duchado. Él era jodidamente caliente, pero no era el momento para pensar de él de esa forma. Estaba enojada.

No le respondí, pero me quedé mirándolo los pocos segundos que él estuvo de espaldas antes de desviar mi mirada hacia un costado y bajarme del taburete.

—Agustina, te estoy hablando.

Pude sentir otra vez esa expresión fría que tanto odiaba.

—No quiero hablar contigo, no ahora.—respondí yendo a las escaleras.

—Debes entender que trabajos son trabajos y los negocios son parte de él. ¿Es tan difícil esperar un poco y aceptar la situación?

Me gire bruscamente, eso fue demasiado.

—¿Acaso te has dado cuenta de lo que acabas de decir? ¡Te estás convirtiendo en un esclavo de tu propio trabajo! ¡Yo no quiero aceptar nada, Jaebum! ¡No quiero aceptar que nuestra relación se está yendo por la borda! ¡Y a ti parece no importarte!—exclame furiosa.

—¿Cómo sabes que no me importa? Ni siquiera sabes por qué lo hago.

Su voz sonaba increíblemente tranquila, a comparación con la mía, que estaba alterada potencialmente.

—Sí lo sé, no te hagas el indiferente. Me dijiste que no tenías tiempo para estupideces. ¿Pasar tiempo conmigo es una estupidez? ¿Eso que quiere decir? ¿Que te importa? Pues eso no es lo que parece.—y otra lagrima ha caído nuevamente, no aguanto nada.

—No llores...—suspiró y yo bajé la mirada—Mira, te propongo algo.—apagó la cocina y se acercó a mí, cruzandose de brazos—Ésta noche a las 20:00 en punto tengo una cena importante. Si tengo suerte, cerrare un contrato con un importante empresario. Él llevará a su esposa para cenar, así que, si querrías acompañarme...—levantó mi mentón y se acercó un poco más. Lo miré a los ojos.

—Esto no arregla nada.—suspire—Debemos seguir hablando del tema.

—Lo siento.—me sostuvo la mirada. No tenía ninguna expresión.

—¿De veras lo sientes? Tu cara no dice lo mismo.—dije.

—Y tú tienes la cara muy hinchada y los ojos rojos. ¿Qué te ha pasado?

Es un idiota. ¿Me lo está preguntando de en serio?

—Oh, nada grave. Mi novio no puede separar su vida amorosa de su empleo.

—No es mi culpa que sea tan solicitado en la empresa...

—Luces tan desinteresado en esto, Jaebum.—cerré los ojos y estire mi cuello intentando encontrar las palabras correctas—Es como si no te interesara que nuestra relación se esté desvaneciendo. Yo siento que ya no te intereso.

—Claro que me interesas, Agustina.—puso los ojos en blanco.

—¡Ahí está! Es como si no tuvieras nada más para decir y que con eso me tiene que bastar. Pero no, no me alcanza con eso. ¿Qué harías si me canso de esperarte todas las noches? ¿Qué harías si te dejo una nota diciendo que ya no puedo seguir con ésta relación?—Jaebum no me respondió, pero clavó su vista al suelo—¿Qué harías si me voy ahora?—ahogue un sollozo. Jaebum no me contestó.—Ya no puedo seguir con esto... te juro que ya no puedo seguir más.—las lágrimas me atacaron e inundaron mi rostro, pero ya no me importaba.

Comencé a subir las escaleras, dejando a Jaebum parado, aún con la mirada cabizbaja. Creo que debo irme de aquí.

—N-no me dejes... por favor.—susurró con la voz cortada.

Me quedé congelada mientras subía las escaleras. Me giré y quise verle la cara a Jaebum, pero estaba de espaldas a mí. No podía creer lo que acababa de escuchar.

—¿Q-Qué dijiste?

—Por favor, Agustina, no me dejes...—se pasó una mano por el pelo y yo suspire.

—Debes arreglarte para ir a trabajar, seguro se te está haciendo tarde. Luego hablamos de esto.

Como si fuera un flash repentino, Jaebum asintió y fue al armario debajo de las escaleras, dónde tenía la tintorería del trabajo.
¡Trabajo, trabajo, trabajo! Le hablo de ese maldito empleo y automáticamente va corriendo hacia él. ¿Qué hay de nosotros? ¿Jaebum se piensa que con un 'No me dejes' va a hacer que me quede? Por más que lo ame ya estoy cansada. Iré a esa tonta cena, pero como dije, eso no arregla nada.

WORK ✧ Im Jaebum (COMPLETA)Where stories live. Discover now