WORK ✧ Im Jaebum (COMPLETA)

"Cena elegante y algo más".

Después de que Jaebum se fuese, me dispuse distraerme y a limpiar la casa mientras escuchaba música a todo lo que daba. Como no teníamos vecinos, podía hacer el ruido que quisiese ya que nadie iba a escucharlo.
Luego me duche, leí un libro que me encomendaron en el trabajo y pasé el tiempo libre escribiendo y viendo que ponerme ésta noche.

19:00 p.m

Opté por elegir un vestido negro largo, de esos que marcan tu cuerpo sin ser totalmente ajustados a éste.
Busqué mi maquillaje y empecé a delinearme los ojos. Al terminar, arquee mis pestañas y busqué un labial que me gustase para el vestido negro que tenía puesto. El labial fucsia mate podría verse bastante bien, no quería ponerme rojo, siempre lo usaba. Arreglé un par de imperfecciones más y creí estar lista, cuando recordé que aún no había elegido los zapatos.

Oí la puerta de abajo cerrarse bruscamente y el lanzamiento de unas llaves sobre la mesa ratona del living. Supe instantáneamente que era Jaebum, así que me incline hacia abajo para seguir viendo que zapatos ponerme.

—Linda vista.—entró Jaebum a la habitación mientras observaba mi trasero e iba caminando al baño para ducharse.
Yo rodee los ojos mientras terminaba de ponerme los zapatos que había elegido y luego busqué la buclera para el pelo.

Estaba terminando de hacerme unas ligeras ondas y me acomode el pelo. Quise sonreirle al espejo, pero no estaba tan felíz de salir con Jaebum hoy, sólo lo hacía por compromiso.
Él salió del baño con una toalla envuelta en su cintura y se dirigió al armario a buscar unos boxers y tirarlos sobre la cama. Estaba eligiendo unas camisas cuando dejo la buclera y observo su espalda desnuda y sus piernas y brazos fuertes. ¡Santo dios! Sus músculos son anchos y él se ve tan despreocupado. No tiene idea de la hombría que desprende.

—¿Se te perdió algo, Agustina?—dijo y me sonroje al darme cuenta de que él me estaba mirando a mí ahora.

—¿Tienes algún problema con que mire a mi novio?—levanté una ceja. Él se encogió de hombros y luego me miró de arriba a abajo.

—Lo olvidé. Hay un vestido para ti en el vestidor de abajo, quiero que te pongas ese.

Miré mi cuerpo y no entendía qué era lo que estaba mal con mi vestido.

—¿Qué tiene éste?—pregunté desanimada.

—Es bonito, pero el otro vestido te quedará mejor. Quedará bien con el tono de tu piel, ve a mirarlo.—me guiño un ojo y no entendí nada, pero me dispuse a bajar las escaleras e ir hacia el vestidor de Jaebum que se encontraba bajo las escaleras.

—Oh, ya veo.—musite.

Ese vestido era precioso.
Estaba colgado en una percha, al lado de los trajes de Jaebum, caía elegantemente hasta un poco más arriba del suelo. Era azul francia, de gasa y encaje. Sin duda quedaba con mi tono de piel, "blanco harina" como le decía Jaebum. Toqué la tela, era suave y se ponía algo aspera cuando tocaba el encaje.

—¿Te gusta?—escuché a Jaebum susurrar en mi oreja y pegué un leve salto. Un escalofrío recorrió mi espalda y el puso su mano en mi cintura.

—Es precioso... ¿Lo compraste para mí?—se me iluminaron los ojos.

—Por supuesto, Agustina, ¿A quién más se lo compraría?

Otra vez ese tono frío. ¿No se puede mantener una conversación tranquila con él?

—Oh, no sé, quizas a tu novia del trabajo.—me encogi de hombros.

—Si mal no recuerdo sólo tengo una novia.—soltó su agarre de mi cintura y corrió mi rostro para que lo mirase. Entrecerre los ojos.