Una rosa falsa [Willena]

Una nueva versión de ti

Peter acababa de despertar... Y Helena temía que se asustara por estar encerrado.

-¿Mamá?-Repitió Peter frotando sus ojos.

Helena apretó la mano de Will y se acercó a Peter para tomarlo entre sus brazos y ponerse de pie.

El pequeño bostezó.

-Helena.

La pelirroja sonrió.

-Hola.

-¿Qué haces aquí, Helena?-Preguntó Peter.-¿Dónde estamos?

-Oh, no es nada. Es un juego muy divertido... Estamos escondidos. Pero como no nos hallan, Will iba a usar mi teléfono para llamar a tus padres y que nos saquen de aquí.

La pelirroja le arrojó su móvil a Will.

Él sonrió, un poco más aliviado.

Helena miró a Peter, que parecía tratar de decidir si estar asustado o no.

-No te preocupes. Nos hallarán.

Peter bostezó de nuevo.

-¿Dormiste poco anoche?-Preguntó Helena con dulzura.

-Sí. No pude dormir casi casi nada.

-¿Por qué, corazón?

-Porque me dolía la cabeza.

-Pobrecillo.

Helena besó la frente de Peter. Will acababa de llamar a Dan para que los fuera a buscar y estaba viendo la escena.

-¿Por qué Will parece que estuvo llorando?

Helena miró a su novio.

-No le gusta mucho jugar en lugares cerrados.

Will alzó las cejas.

-Depende de jugar a qué.

-Cierra la boca.-Replicó ella.

Peter los miró.

-No entiendo.

-Pues mejor para ti, cariño.-Dijo la pelirroja.-Tu hermano sólo bromea.

Will se acercó a ambos.

-De hecho no bromeo.

-Quítate.

Peter rió.

-No discutan.

-No discutimos, sólo bromeamos.-Rió Will besando la mejilla de su novia.-¿Cierto, zanahoria?

-Vuelve a llamarme zanahoria y cuando salgamos de aquí tendrás que ingresar a Terapia Intensiva.

Will la besó. Helena lo apartó enseguida.

-Quítate, Peter está aquí.

El pequeño seguía en brazos de Helena, y había entrelazado sus manos bajo su barbilla para mirar a su hermano y su cuñada.

-No importa, esto es interesante.-Dijo.

Helena rió.

La puerta se abrió. Un muy ojeroso Dan los miró desde afuera.

-¡Papi!

Peter bajó al suelo y corrió a abrazarse a su pierna. Daniel sonrió y le acarició la nuca antes de levantarlo del piso.

-¿Quieres conocer a tu nuevo hermanito?-Preguntó sonriendo.-Está perfectamente sano.

-¡Sí!