Historias Oscuras y Viejas © (Completada)

Parte 17: Gevaudan

Pero el lobo se marchó directamente a casa de la abuela y golpeó a la puerta.

- ¿Quién es?

- Soy Caperucita Roja, que te trae torta y vino; ábreme.

- No tienes más que girar el picaporte - gritó la abuela-; yo estoy muy débil y no puedo levantarme.

El lobo giró el picaporte, la puerta se abrió de par en par, y sin pronunciar una sola palabra, fue derecho a la cama donde yacía la abuela y se la tragó.

Caperucita roja- Jacob y Wilhelm Grimm

La magia es una cosa impredecible, en nuestro mundo siempre a existido desde que el hombre ha podido crear arte, siempre que hacemos algo único obtiene un estatus de hermosura en un momento pero al crear una copia de este nos queda un producto que carece de la misma calidad que el anterior, esa es la magia del ser humano.

La magia que uso Raeb en los vampiros mato sus "almas", por eso estaba prohibido devolverle la vida a alguien con magia, Raeb y Vlad rompieron las reglas pero más que nada mataron a toda una especie solo para conseguir su victoria.

Vlad había puesto a toda su gente en un salón, Raeb infectó los cadaveres con magia negra y esta los había vuelto sirvientes carecientes de alma, Raeb les colocó una armadura negra y los volvió esbirros para su plan.

Raeb y sus guardias se acercaban más y más, Vlad dio una señal para soltar a los vampiros, la nube negra se acercaba en la mañana nebulosa a la aldea, el ciervo vampiro de Vlad se detuvo en el campo que se encontraba afuera de la entrada principal a la aldea

—Este es un mal plan ¿Lo sabes?

— La venganza es un plato que se sirve frío.

—Solo digo qué tal vez podríamos rodearlos y atacar.

—Eso sería muy fácil, lo que necesitamos es que sepan, que a partir de ahora los cazadores serán cazados.

—Como quieras-exclamó Raeb subiendo al lomo de Perissa transformada en un unicornio negro.

Finalmente llegaron los guardias a los campos en las afueras de Gevaudan, donde avistaron el fuerte de la aldea, las torres estaban llenas de arqueros y francotiradores que imposibilitaban la entrada a los guardias de espejos, Raeb uso su lanza para crear cañones de nieve, luego manipulo el clima para nublarlo todo con una bala de amarook que lanzo a una nube.

Los vampiros en armadura escalaban la muralla con sus garras e intentaban eliminar a los cazadores, quienes rápidamente acabaron con la mayoría de los escaladores."

En un instante se abrió la puerta soltando varios cazadores con sus armas, los guardias avanzaron para proteger a Raeb sin embargo para su sorpresa las armas habían sido elaboradas con un compuesto similar al isofrost causando daño sobre todos y cada uno de los guardias espejo que se encontraban entre los vampiros.

Cazadores y Cazadoras de toda estatura y edad cargaron escopetas y rifles con las perlas hechas de luneto el derivado del Isofrost, los más pequeños sacaban de los arboles las municiones para ayudar a defender el pueblo, los adolescentes y adultos peleaban contra las fuerzas de los emperadores de la maldad.

—Rápido pequeños.

Repetía Madame Clementine la joven dueña del orfanato que recibía a los niños de cazadores que caían en combate o morían bajo circunstancias misteriosas, la delicada mujer llevaba una cesta la cual era llenada por los niños que trepaban a los árboles para retirar las perlas y llevarlas a los deslizadores.