"Café con Leche"

Machos al Acecho

—¡Jodido Gato Callejero! ¡Al fin te encuentro!

Zachary palideció al oír esa gruesa voz. Estaba encendiendo su motocicleta cuando le escuchó. Se dio vuelta y vio a Josh parado detrás de él, justo impidiéndole que pudiese salir de donde estaba estacionado.

—¡Josh! ¡Vaya! ¡Qué casualidad! ¿Vienes a la tienda de dulces?

—No, pasaba por la avenida y vi tu motocicleta, asi que decidí ver qué rayos era de tu vida. ¿Por qué mierda no me respondes los mensajes? ¿En qué carajo andas metido ahora?

—¿Yo? ¡Estudiando! No sabes como está el semestre ahora, tengo tantos trabajos que entregar y viene el Break, estoy tomando apuntes y todas...esas cosas...

—¿Si? ¡No me jodas! ¡Mis bolas son mejores estudiantes que tú y no es precisamente un libro lo que les pongo enfrente!

En eso Josh se acercó a Zachary y le sujetó de la camiseta para obligarlo a verle directo a los ojos. En ese momento el travieso rubio se lamentó de tener favoritismo hacía los hombres altos y atléticos, porque su novio de verdad que intimidaba. Josh medía casi dos metros, un chico trigueño, corpulento, bastante varonil. De cabello y ojos negros muy intensos, tenía una barba estilo "candado" que era su orgullo y le daba esa apariencia de chico rudo que al principio le atrajo mucho al gatito, pero luego de un tiempo sus celos y su forma tan posesiva de ser, terminó fastidiando al rubio que era más un alma libre, aventurera...y promiscua. Ahora no sabía cómo sacárselo de encima.

—¡Vamos, Josh! ¡Relájate! Sólo he estado algo ocupado últimamente, pero sabes que te quiero...

—¡Seguro! Porque no me gustaría enterarme que andas dándole el culito a otro macho siendo mi novio.

—¿Qué? ¿En serio crees que te engañaría? ¡Oh! ¡Por el Santo Niño de la Melcocha! ¿Cómo me crees capaz? Sabes que soy tuyo, "soy tu gatito adorable".

—Mi hermana también dice que hace un tiempo no te ve, ¿acaso no te estás apareciendo por la universidad? Porque ella va todos los días, no acostumbra faltar a sus clases.

—Es que...yo... ¡Cambié algunas cátedras de horario! Y ya no coincido con ella.

—Sólo te advierto, gatito, que no me entere yo que me estás montando los cuernos por ahí con quién sabe qué idiota, porque ambos se las van a ver muy feo conmigo.

—¡Josh! ¡Deja de ser tan paranoico! ¡Yo no te estoy engañando con nadie! ¡Demonios! No puedes entrar en crisis celópata sólo porque no te respondo un par de mensajes...

—¡26 Mensajes te he escrito y ni el "Visto" me das! ¿En qué coño andas?

—¡Estudiando! Ya te lo dije. Aunque no lo creas yo necesito pasar el semestre porque si no me meteré en líos con mis padres y no me darán más dinero. Y sin dinero no puedo darme mis gustos...

—¡Yo puedo darte todos los gustos que quieras! Sabes que el dinero no es problema para mí.

—Y yo agradezco tu generosidad, pero debo aprobar el semestre igual.

En eso Josh fijó su atención en las cajas que Zachary tenía sobre la motocicleta.

—¿Qué mierda llevas allí? ¿Dulces?

—¡Aaahh! ¡Sí!

—¿Para que llevas esos dulces? Que yo sepa a ti no te gusta nada dulce. ¿Para quién son?

—Son para...—¡Piensa, gato! ¡Piensa! Alguien de quien Josh no sienta celos... ¡Carajos! Este me cela hasta de su sombra... ¡Ah! ¡Claro! — ¡Son para tu hermana! ¡Jessie ama los bombones! Como la tengo descuidada pensé en llevarle dulces, tú sabes... ¡A las chicas les gusta este tipo de mariqueras!