Muchas veces, me guardo para mí misma todo lo que me ha pasado en el colegio y en mis primeros años de instituto...y ahora.
Cuando justo decides contarselo a alguien, la gente se queda con cara de incredulidad, intentando convencerse así mismos de que esas cosas pueden llegar a pasar hoy en día; hasta pueden llegar a pensar que hasta eres dramático.
Minimizar el dolor de la otra persona no está bien, pero cuando el que minimiza ese dolor es una persona cercana a tu entorno duele más que el propio recuerdo del pasado.
He llegado a creer que yo también dramatizaba un poco volviendo a esos recuerdos y más contandolos. He llegado a pensar que todo lo que me ha pasado, era culpa mía y de nadie más.
Me siento mal. No estoy bien, quiero acabar con todo lo que siento.
No encuentro a nadie en quien confiar...ni siquiera confío en mí misma. Es gracioso en cierto modo...
Doy todo, demuestro todo, mi amistad incondicional y ¿Qué recibo? Nada... Es como cuando estamos cenando en un restaurante con otra persona y de repente se marcha y tú tienes que pagar la cuenta de los dos.
Pero el problema no es ese...el problema es que yo pagaría la cuenta las veces que hiciera falta, porque siempre se está ahí ¿no?...para lo que sea...
»Donde quiera que esté, espero que estés bien...y que nos encontremos pronto...y que, además, tú puedas encontrar a alguien.
Te mereces más de lo que la gente te hace saber.
De: Tu subconsciente.
Para: Tí misma.«
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Horas, Minutos y Segundos.
РізнеDiario de una adolescente consumida por sus propios pensamientos. Aquí me desahogo. No vas a encontrar casi nada positivo ;)
