Capítulo 4

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☝David Harrison☝

— Qué calor más insoportable... ¿David te apetece un chapuzón? — Dijo James sonriente, mientras volvíamos del instituto, no pude evitar sonreír, y me dio rabia, mi reto será algo difícil y sabía a lo que me estaba
arriesgando.

—Pero tío, y el trabajo de química ¿Qué?

—A mi hermana se le da genial química, no te preocupes, nos puede ayudar, ¿verdad Alice?

— ¿Quién es Alice? — Dijo sorprendido. Me golpeé la frente con la palma de la mano, ¿Es enserio?
Mi hermano no aguantó una carcajada y David no paraba de pestañear, era obvio que no entendía nada de lo que estaba pasando.

— Ah, con que te llamas Alice... — dijo con un tono burlón y mirándome desde los pies hasta la cabeza.

— ¿Algún problema? — dije mientras levanté una ceja. David repitió el mismo gesto y me miró divertido.

— Tiene genio ¿Eh? Según tu hermano nos vas a hacer el trabajo de química. — dijo mientras me guiñó el ojo, pero este tío es tonto o tiene un tick nervioso en el ojo.

— ¿Perdona?

— Te perdono — dijo David sonriéndome.

— ¿Me estás vacilando?

— Un poco sólo.

— ¿Y qué gano haciendo vuestro trabajo? — dije mirando a James e ignorando el comentario de David.

— Venga Alice, que a ti se te da súper bien química, prácticamente estudias eso.

— Para tu información farmacia y química son dos cosas muy diferentes.

— Me da igual, tienes química o no. Y qué te cuesta, si hay veces que haces cosas peores.

Eso se había malentendido y mucho porque David soltó una carcajada que casi me da un paro cardíaco del susto.

— Vale, pues en diez minutos o por ahí estaré en tu casa, solo es dejar las cosas, y de paso Alice nos hace el trabajo. — estaba segura que solo decía eso para enfadarme y ya me estaba hartando.

— No dije que lo haría en ningún momento.

— Pero sabes que lo harás igual — me dijo David.

— ¿Y se puede saber, por qué lo haría?

— Porque te caigo genial.

— Creído...

¿Cómo podía ser así? Lo conozco de hace dos días y tiene la suficiente confianza de hablarme como si me nos conociésemos de hace años. A ver, no veo nada de malo en ello, pero no me gusta este tipo de personas que se creen mejores que los demás por ser populares.

Al separarnos, nada más pisar el jardín de la casa, sabía que James no tardaría en decirme algo y efectivamente tenia razón.

— Tu manera de ligar es pésima Alice. Te encanta David.

— Déjame en paz. Sabrás tú si me gusta o no.

— Claro que lo sé, no lo has negado.

Puse los ojos en blanco, no quería discutir, además aunque lo negara seguiría con su súper teoría de que me gusta David a sí que me importaba un bledo.
Nada más entrar en casa, por cada lugar sobre el cual posaba mi mirada, solo había ropa, zapatos, mochilas y algún que otro libro. Los niños ya estaban en casa...

— ¡A limpiar! — grité desde el holl, pero nadie aparecía, pues estaban todos enganchados a la play station. Nada mas abrir la puerta de la habitación se cayeron un montón de libros sobre mi cabeza.
¡¿Pero de donde se supone que se cayeron?! ¡¿Del techo o qué?! Levanté la vista cabreada, y me encuentro a Nathan levantando las manos en señal de rendición, mientras aguantaba una carcajada.

— Lo siento Aly, pero te la debía por quemarme la tortita. Es un nuevo invento mío y pues lo he experimentado contigo, deberías sentirte orgullosa. Lo has estrenado tú, alegra esa cara, anda.

— ¡NATHAAAN! ¡BAJA AHORA MISMO O SUBO A POR TI! — en un instante saltó de la litera y salio corriendo por la puerta, Y ni me dio tiempo  tocarle. Pero obvio que no le dejaría ganar tan fácilmente, claro que no. Fui corriendo detrás suya en dirección a la piscina.
Al llegar me lo veo con cara de travieso parado al lado de la palmera. No sabía qué tenia entre manos. Cuando veo que me mira travieso y me enseña un dátil verde. Oh no,
¡PELIGRO! No estaba maduro por tanto eso duele como si te tiraran una piedra.

Di dos pasos atrás y al tercero, ya no sentí tierra bajo mis pies y ¡CHAS! Mitad de agua de la piscina salió fuera por mi gran y horrible caída.
No me molestó que me haya caído, total hacía calor. ¡Era la ropa! Aún no me había cambiado y el cloro te estropea la ropa en cuestión de segundos...
Justo dos minutos después escuché tres voces masculinas, y estaban subiendo las escaleras de la piscina. No me daba tiempo de salir ni de broma. Nada mas verme allí parada, Caleb y James empezaron a reírse como nunca, no sé qué pintas llevaba, pero en ese momento solo pensé : Tierra trágame.

Me giré y Nathan ya no estaba, ese niño se la iba a cargar. Mas vale que se esconda porque cuando salga de aquí...
Vi una mano tendida y no tardé en cogerla, me levantó sin esfuerzo aparente y me sacó de la piscina. Tenía toda la ropa pegada del cuerpo y cuando levanté la mirada me encontré a David mirándome burlón

— Veo que intentabas comprobar si la gravedad existe Thompson.

— Cállate.

— Encima que te ayudo... Estás hiriendo mi pobre corazón ¿Sabes?

— No te he pedido ayuda en ningún momento.

— Pero un gracias me merezco ¿No crees?

Me intentaba despegar la ropa del cuerpo, mientras escuchaba a Caleb y a James riéndose, de mirarlos ya daban risa de por si y si encima le sumábamos mi situación.... Como para no reírse.

Levanté el rostro y me encontré con la mirada de David y las cejas levantadas. Este chico es muy insoportable.

— No me vas a dejar pasar ¿Verdad?— como respuesta tuve una negación con la cabeza.

— Quiero que me des las gracias pero de rodillas. —Me dijo aguantándose la risa.

— Eso no te lo crees ni tú.

— Madre mía, te digo yo a ti que sí.

— Gracias. Déjame pasar. — dije para librarme de una vez de él.

— No te has arrodillado pero bueno, te lo perdono con la condición que me digas: Lo siento por mi horrible comportamiento David, eres el mejor y no volveré a ser desagradable contigo.

— Mira, te tiro el zapato, como no me dejes pasar. — Le dije seria. — Y no es que huela muy bien que digamos, y encima está mojado. Yo que tu... Ya sabes.

— Vale, vale señorita agresiva. No quiero quedarme tonto por tu culpa.

— ¿Más de lo que estás? — dije levantando una ceja.

Abrió la boca indignado y me cogió por la cintura, por lo que lograba ver íbamos en dirección a la piscina. ¡Tenía la intención de tirarme de nuevo! Será...

— ¡¡Bájame ahora mismo David!!

Como respuesta solo tenia su carcajada, era mucho más fuerte que yo pero aún así no sé cómo logré soltarme. Salí disparada dirección a las escaleras. Las bajé corriendo sin mirar atrás, pero no me siguió.

Que yo recuerde la primera pregunta del día fue si a David le apetecía un chapuzón y al final me lo llevé yo.

Increíble....

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Hola a todos, ¿Qué tal os parece la historia? Ya se que los capítulos son un poco cortos, pero como a penas es el principio, no quiero que os canséis o que os parezca pesada la historia. Dejarme vuestra opinión en los comentarios.

Besos.

Lo tengo todo perfectamente descontrolado.Where stories live. Discover now