Lo tengo todo perfectamente descontrolado.

Capítulo 8

☝Jane Smith☝

Ya no aguantaba más, tenía que llamarla, estoy segura que cuando se lo acabe de contar se pondrá a gritar como siempre. Jane es mi mejor amiga, y os puedo asegurar que es la persona más increíble, estupenda, simpática... Del mundo mundial. Nos conocemos desde que éramos unas enanas, pero desde que me mudé no hemos vuelto a hablar y ya la echaba de menos.

— ¿Hola?

— Jane, soy yo, Alice.

— ¡Alice Thompson! No puede ser, ¿Por qué no me has llamado antes? Hace como un mes que no hablamos.

— Cariño, aplícatelo a ti también, tú tampoco me has llamado. — Se escuchó su risa de fondo,cerré los ojos y por un momento pensé que estaba a mi lado.

— Cuéntame cosas ¿Cómo te va el grado de farmacia?¿Ya te has acostumbrado? ¿ Hay algún afortunado? ¿Te has hecho amigas? Pero seguro que ninguna tan buena y maja como yo ¿Verdad?

— Jane, tranquilízate, que no puedo contestarte todo a la vez. Sé que quieres saber todo eso, pero hay una cosa que te gustará más.

— ¡¡Ya lo sé!!

— Espera, ¿Cómo que ya lo sabes?

— ¡Vas a volver! Es eso ¿no?

— Ojala, pero no...

Empecé a contarle todo sobre David, y me escuchó tranquilamente hasta que acabé. De repente soltó un grito que estoy segura que lo escuchó medio pueblo.

— Mujer, soy demasiado joven para que me dejes sorda.

— No puedo creerlo, ¡Tú con novio! Suena raro y todo.

—  Claro que suena raro, porque no somos novios. Nos conocemos de hace poco y encima...

— Te gusta.

— No me gusta, en el instituto está siempre rodeado de chicas, es el típico popular asqueroso que liga con todas.

— Que yo sepa James es ese tipo de chicos y no lo odias. ¡Y lo espías! Nena te pillé, si yo sabia que te gustaba.

— James no liga y él es mi hermano lista, David es diferente. Y no lo espío por favor Jane, ¡Me ofendes!

—¿Y entonces cómo sabes que está rodeado de chicas y liga con todas?

— Porque lo vi.

— Porque lo espías.

— Tengo cosas mejores que hacer que mirar a David, Jane, y encima odio este tipo de chicos por lo que pasó con Lucas y como que no me anima mucho la idea. Sabes.

— Si Alice, pero eso ya forma parte del pasado, hace ya un año, o dos. Pasa página ya mujer que si vas a este ritmo te veo viviendo con tres perros y tu amiga la soledad, a no y los libros.

— Qué exagerada eres.

— Me lo vas a presentar.

— Sí, me lo llevo en la maleta ¿no?

— Existe una cosa que se llama skipe.

— ¿Y flores no quieres? — dije con tono irónico.

— Pues ya que lo dices... Unas margaritas por favor...

— Venga ya, ¿Qué quieres que le diga? Olvídate por que no va a pasar.

— Si si, ya veremos, eso lo dices ahora, yo esperaré y cuando pase te acordarás de mí.

— Pues espera sentada amiga mía, porque eso nunca va a pasar.

—Alice, Alice... Tan cabezota y testaruda como siempre... Te voy a dar un consejo como buena amiga que soy, no digas nunca me va a pasar porque la vida tiene una divertida manera de demostrarte que estas equivocada.

Y así estuvimos hablando como dos horas y aún no habíamos acabado de contarnos todo. Lo que sucede en un mes.

Pero como no, vino a interrumpirme James.

— Con quién hablas niña.

— ¿Y a ti que mas te da?

— ¿Cómo? — me preguntó Jane, que me estaba pidiendo mi opinión sobre la carrera que iba a elegirse. Ups.

— Jane, no iba para ti, es que está aquí James, y no para de hacer el tonto.

Jane se había callado de repente al escuchar su nombre y a James le salió la sonrisa tonta. Estaban enamorados perdidos y no querían admitirlo. De pequeños siempre estaban peleando y discutiendo, creo que hasta se odiaban. James era un bruto y Jane era una consentida, tan fácil como decir que él no soportaba a las consentidas y las mimadas de la casa y ella no soportaba a los chulos y brutos.

Dos años mas tarde Jane se tuvo que ir a estudiar al extranjero,y mi hermano se fue a Alemania a trabajar en la empresa de mi tío. No se hablaron durante todo el año pero al llegar el verano volvieron a casa. Tengo que admitir que cambiaron y mucho. Ya no eran niños, habían crecido y madurado, no sé por qué pero veía a Jane más guapa y estaba segura que no era la única.

Aunque no querían admitirlo se buscaban con la mirada, se notaba que querían estar juntos, se notaba que había algo pequeño en el corazón de cada. Pero claro, el orgullo no los deja caer tan bajo. ¿Cómo se iban a enamorar si hace unos años atrás se odiaban? Son como dos polos opuestos pero olvidaron una cosa. Los polos opuestos se atraen.

— Tengo... Tengo algo que decirte.

— Pues dímelo.

— ¿Está por ahí James o ya se a ido?

Me giré y no sé cuando se habrá ido, ¿Cómo no me habré dado cuenta? Hace nada estaba a mi lado con cara de atontado.

— ¡Alice! ¿Me estás escuchando?

— ¿Eh? Si, si, digo no, no está se fue.
Y no sé cuando, hace unos segundos estaba a mi lado, ¡Jane¡ Creo que James tiene súper poderes.

— Si, y yo soy Blancanieves, a veces se te va la hoya ¿Eh?

— Ya... Me lo suelen decir, creo que veo muchas películas. ¿Qué querías decirme?

— Este año he sacado todo sobresaliente menos dos notables y...

— Eso no es nada nuevo.

— Déjame terminar boba, he hablado con mi madre y creo que la convencí de que me deje ir de vacaciones.

— Oh... Enhorabuena —  dije con un tono sarcástico.

— ¿A que no sabes dónde?

— No, no soy adivina aún.

Las dos empezamos a reírnos cuando un zapato aterrizó en mi cabeza.

— ¡¡¿Pero qué?!! ¿Desde cuándo existen zapatos voladores? ¡¿Y qué le pasa a todo el mundo con mi cabeza?!

— Creo que tus hermanos se están peleando.

— ¿Crees? Tengo que colgar, ya te llamaré.

— No esperes un mes ¿eh?

— No tranquila, cuídate Jane.

— ¡Adiós!

Colgué y fui a ver que pasaba. Se escuchaban gritos desde el patio, y voces. ¿A qué se debe tanto jaleo?

¿Pero qué...?