"Presentaciones y bienvenidas"-Ariel

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Mientras arreglaba una motocicleta del 98' miraba de reojo mi oficina. Estaba algo preocupada por Nathan, el chico no era del todo un patán, o bueno, al menos había peores.

Debo admitir que cuando lo vi me llamó la atención, aunque no era nada fuera de lo normal con su cabello castaño y sus ojos verdes, su rostro tenía algo, tal vez las facciones marcadas o su sonrisa dulce, no lo sé, tenía algo. Pero como siempre, cuando abren la bocota lo bonito se esfuma, como dice mi madre, a veces lo bonito es un regalo de consuelo.

-¡Ariel!

Salí de mis pensamientos y me encontré con un Dock no muy contento.

-¿Qué?

-Te estoy llamando desde hace 10 minutos.

-Lo siento, con la música no te escuche.

Dock entrecerró los ojos y ahí noté que la radio no estaba encendida.

-¡¿Quién apagó la música?!

-Por eso te estaba llamando señorita "Con la música no te escuche", se quemó el estéreo, ve a buscar el que está en tu casa y de pasada deja a la niñita allí.

-Claro... –Contesté mientras me limpie las manos con un trapo- Lo siento, estaba en mi mundo, Dock.

Dock soltó una risita. -Solo, ten cuidado con él-

-Dock...- Tomé una gran respiración y apoyé mi mano en su hombro- Todavía no aprendiste que ellos deben tener cuidado conmigo.

-Sí, lo aprendí cuando pateaste a mi sobrino- Dijo reprendiendome- Él también lo aprendió.

-¡Acéptalo Dock, él me tocó el trasero, se lo merecía!

-¿Hablando de nuevo de Scott?- Pregunto Chad metiéndose en la conversación.

-No, de su sobrino, Kevin. -Contesté.

-Ah, escuche que estuvo una semana en el hospital...

-Tres meses -Corrigió Dock- Ya basta de hablar de chicos, sólo aléjate de ellos.

-Oye, no creas que me volveré monja ni mucho menos lesbiana... Sé bien sobre mis gustos.

-No creo que aguantes como monja- Comentó Chad.

-Jaa- Grité y luego abofeteé suavemente a Chad- La próxima el que estará en el hospital serás tú, y recuerda, tengo el permiso de tu esposa.

-Sí, señora -Hizo un saludo militar y río.- Ya vete, Ariel.

Cuando entré a la oficina me encontré a Nathan mirando las fotografías de las paredes.

-Hola, acosador. -Él se sobresaltó y se volteó sonriéndome en modo de disculpa.-¿Estás mejor?

-Sí, dijo el médico que gracias a la crema que me pusiste no me quedaran cicatrices.

-De nada. 

Él se volteó nuevamente hacia las fotografías-¿Quiénes son? –Me divertía su curiosidad.

-Ex empleados. -Me acerqué a su lado.

-¿Y por que están sus fotos aquí? ¿Murieron? 

Reí y negué con la cabeza- Fueron despedidos por una causa en común.

-¿Cuál?

-Eres muy curioso, ¿Lo sabes, no?

-Sí... -Se quedó pensando- Respóndeme

Reí- Coquetearon conmigo.

Abrió los ojos de golpe y volvió a mirar la pared.

-¡¿Todos ellos?!

Viviendo con los Donson (Editando)Where stories live. Discover now