"Lo siento"-Nathan

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Antes que nada quiero decir que no es completamente mi culpa, ambos estábamos borrachos, ella no sabía lo que hacía y yo no sabía lo que decía, es así de sencillo, ¿No?

No fue mi intención mentirle diciéndole que me gusta, porque claramente es mentira, ella no me gusta para nada. Es gritona, enojona, dulce, bonita y… Mejor me callo. Está bien, es sexy pero no estaría con ella nunca, aunque no me vendría mal una nochecita de locura, pero con ella no, nunca.

Yo necesito a mi lado a una chica que no sea celosa ni gritona y que sea muy sexy, muy. Con esa clase de chica sería muy feliz, ¿Quién no?

Una chica como Ariel estaría bien con un chico sin carácter, no con alguien como yo. Yo tengo carácter y soy lindo, seriamos una horrible pareja.

-¡Trabaja cabello de paja verde! –Me grito Ariel al oído.

-¡Mi cabello no es de paja y ya no es verde! –Le respondí del mismo tono.

-¡Que te den!

¡Ven lo que digo! Es insoportable, esta del mismo modo siempre, aunque sea conmigo. Viene cualquier persona de otro planeta y ella lo trata con amabilidad, pero a mí no, me ha hecho reparar 25 autos a mi solo, se comporta como una perra.

-¡Deja de usar ese cerebro pequeño que se te va a estallar!

-¡Deja de molestarme!

-¡Deja de respirar!

-¡Tu igual!

-¡Vete al demonio!

-¡Ya basta! –Grito Hank- ¡Me cansaron! Parecen unos niños peleando de esa manera, arreglen sus problemas como adultos.

-¡Él empezó! –Se excuso Ariel.

-¡Mentira, has empezado tú!

-¡Que no!

-¡Que si!

-¡No!

-¡Si!

Y en ese momento un fuerte portazo nos saco de nuestra pelea, nos habían encerrado en el taller.

Corrí hacia el portón golpeándolo con fuerza.

-¡Dejen de golpearlo, no les abriremos hasta mañana, tienen que solucionar sus problemas! –Grito Chad.

-¡Y si no los resuelven se las verán con Ralph! –Grito Dock

Ambos nos miramos con miedo, Ralph intimidaba mucho.

Luego de unos minutos escuchamos la camioneta alejándose.

-Ya ves lo que hiciste –Me dijo Ariel con los brazos cruzados y con el ceño fruncido.

-¡Tu empezaste!

Ariel grito y corrió hacia la oficina cerrando la puerta de un portazo.

Genial, ahora al menos estaba tranquilo.

No sé qué rayos le pasa a Ariel, ósea, está bien que se enfade un poco pero 2 semanas es mucho. Además no es la gran cosa lo que hice, solo dije algo que no debía decir mientras estaba borracho, nada más. Mi padre tenía razón, las mujeres son complicadas.

Me tome la cabeza entre las manos, ¿Que me sucedía? ¿Desde cuándo lo que a una chica le sucedía me importaba tanto?

Mire hacia la oficina, las luces estaban apagadas, seguro que estaba tratado de dormirse.

Comencé a reparar una camioneta que me faltaba.

Luego de un rato sentí la mirada de alguien en mí, me voltee hacia la oficina y me encontré con la cortina moviéndose, alguien estaba espiando, sonreí por aquello.

Viviendo con los Donson (Editando)Onde histórias criam vida. Descubra agora