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MAGGIE insistió en que debía comprar un vestido nuevo. _________ tenía una cuenta bancaria suya... Louis se preocupó de ello... pero ella no quería usarla dadas las circunstancias.
Maggie no opinó lo mismo
— ¿Y por qué no? En mi opinión, te lo has ganado, además ese dinero es tuyo, él te lo regaló.
_________ se estremeció.
—Yo no lo veo así.
—Comienza ahora -aconsejó Maggie—. Te convirtió en una esclava obediente. Administraste su casa. Merecías cada centavo que te daba. Además es rico, ¿no es verdad? -Sí, Louis, era rico. Su padre fue juez y cuando murió le dejó una renta considerable. Louis también tenía buenos ingresos de su trabajo. Tenía una posición económica elevada.
Al final, Maggie la convenció y salieron de compras. Era la ocupación favorita de Maggie. Adoraba la ropa. Pasaron dos horas antes de que estuviera satisfecha con el vestido que por fin escogieron.
Cuando _________ estuvo lista, Maggie entró a la alcoba y se la quedó mirando fijamente.
— ¿Y bien? ¿Cómo estoy?
— ¿Necesito decírtelo yo? Sospecho que eso lo hará Liam.
_________ la miró ansiosa y no dijo nada. Nunca había tenido un vestido así, ultra sofisticado, de seda negra, se ajustaba al cuerpo y dejaba desnudos los blancos hombros. Las magulladuras casi habían desaparecido. Maggie le miró los brazos y se extrañó al ver una mancha amoratada.

-¿Cómo te hiciste eso?
_________ se sintió enrojecer.
—No me digas, puedo adivinar, —añadió Maggie.
_________ pensó estremeciéndose, que ni siquiera podía sospechar. Sin duda Maggie imaginaba alguna lucha, una discusión que terminó en golpes, pero no podía concebir lo que Louis le hizo. Eso fue una brutalidad.
-Necesitas ponerte algo de joyería —le dijo Maggie.
_________ había dejado el joyero que Louis le dio en el tocador de su elegante y vacío hogar.
—No tengo -dijo sin pizca de arrepentimiento al recordar el collar de perlas que heredó de la madre de Louis, que había muerto ya antes de la boda, o alguno de los otros objetos hermosos que Louis le regaló después. Pensó que habían sido juguetes para una prisionera y para ella no tenían valor.
—Puedo prestarte algo de bisutería —le dijo Maggie yéndose a su habitación. Regresó con una caja de marfil, exquisitamente tallada—. Rob me la dio — le dijo mostrándola con placer en el rostro. La abrió y buscó entre los enredados adornos, cosa que hizo reír a _________.
—Déjame a mí — desenredó los collares con paciencia y habilidad.
—Ya sé que soy una desordenada.
— Siempre lo fuiste —dijo _________ con afecto.
Discutieron qué joya debía usar _________ y decidieron que un pesado collar de plata que Rob le trajo a Maggie de Egipto. Las hileras de anillos de plata están llenas de medallones cubiertos con signos aravicos. Lo sintió frío y pesado en el cuello desnudo pero reconoció que era el complemento ideal para el elegante vestido.
_________ se miró con frialdad. Su imagen la sorprendió. Alta, delgada, el cuello brillando como fuego alrededor del rostro y el collar de plata que daba a sus facciones un aspecto que jamás había visto antes. Los ojos almendrados de precioso color verde resaltaban más al estar ligeramente maquillados.
Maggie dejó escapar un silbido.
— ¡Ya quisiera ver la cara de Liam!
_________ volvió a sentir de nuevo esa señal de advertencia. Miró tensa a Maggie.
—Maggie... -empezó.
Cualquier cosa que hubiera querido preguntar fue interrumpida por el ruido del timbre de la puerta.
— Ya llegó —dijo Maggie y _________ se preguntó si había imaginado el ligero alivio en el tono.

Maggie fue a abrir la puerta y _________ la siguió, mientras recogía su pequeño bolso negro y un chal blanco con hilos plateados.
Cuando entró a la habitación, Liam se reía. Volvió la cabeza y se quedó serio, con los ojos desorbitados.
— ¡Fantástica! —murmuró con voz profunda. Maggie sonrió complacida.
—Creí que te impresionarías —dijo y miró a los dos—. ¡Qué os divirtáis!

Cuando Liam y ella salieron, pensó que Maggie tramaba algo. ¿Qué era lo que tenía en mente al empujarlos tan descaradamente a uno en brazos del otro?
Mientras cenaban en un encantador restaurante, Liam dijo:
— ¿Se te olvidó que dijimos que iríamos a la fiesta de Simone? Por eso quería yo que estuvieras elegante. Quiero que los impresiones. Simone puede serte muy útil.
Ella frunció el ceño con disgusto.
— ¿Es ésa la única razón por la que hay que ser amable con ella, Liam?
-Tú sabes que no. La admiro y sé que tú también, pero debes recordar que conocer gente ayuda. Sin talento no llegarías a ninguna parte, pero aún con él puedes pasar inadvertida por el mundo a menos que haya personas que te ayuden. Mucho del éxito depende de esteren el lugar adecuado en el momento adecuado... Si pierdes la oportunidad tal vez pierdas todo, por mucho talento que poseas.
—Has cambiado —le dijo francamente. En la superficie parecía ser el mismo, pero en su interior había cambiado mucho, se había endurecido, era cínico,
—Tú también -le dijo recorriéndole con la mirada-. Estás arrebatadora. Atractiva y hermosa. Vas a causar sensación. Ya vi los diseños preliminares para el vestuario de Josefina y algunos están maravillosamente.
Comenzó a hablar de la serie de televisión y los sentimientos de alarma y ansiedad se desvanecieron. El viejo Liam volvió a salir a la superficie y el placer de las cosas de su trabajo se sobrepusieron a lo demás. Cenaron sin prisa, pero a las diez menos cuarto, Liam miró el reloj y dijo con un suspiro de pesar.
—Es hora de irnos a !a fiesta de Simone. Es una lástima, porque disfrutaba con nuestra pequeña conversación privada.
_________ también había disfrutado, tenía que admitirlo. Cuando se sentó en el lujoso automóvil y lo observó de perfil detrás del volante, sintió que el corazón le daba un vuelco. Era atractivo; siempre lo fue. ,
Por qué nunca antes sintió esa atracción? Siempre lo vio como un hermano. Ahora, sabía que esa imagen se desvanecía y Liam intentaba que asiera fuera. Él volvió la cabeza y le dirigió una mirada acariciadora.
— ¡Estás muy callada! ¿Te preocupa algo?
—No estoy segura -dijo francamente, mirándolo a los ojos.
Liam se movió a lo largo del asiento y le ladeó la barbilla con un dedo.
—Deja de pensar en él —lo dijo en tono agudo y la mirada se le oscureció.
—No estaba haciéndolo -dijo sorprendida.
—¿No? —Liam la estudió—. Estás conmigo y me gusta que mis mujeres piensen en mí, no en otra persona.
— Yo no soy una de tus mujeres, Liam —le aclaró.
El le acarició con el dedo la mejilla y la línea de la boca.
—Es cierto —dijo con suavidad—. Nunca lo fuiste. Eres única. _________, única en tu clase. Nunca podría confundirte con alguien más.
—¿Confundes a las otras?
—A menudo. Al final, todas parecen ser lo mismo. No importa con quién de ellas esté.
— ¡Eso es terrible! — se estremeció.
—¿Verdad? —Le puso la mano a lo largo de la mejilla-. Aún con los ojos cerrados en la oscuridad, creo que conocería tu rostro.
_________ pensó que la conversación estaba dando un giro demasiado frívolo.
"~ ¿No será mejor irnos? Llegaremos tarde a la fiesta.
Liam cerró los ojos. Se inclinó hacia ella con el rostro emocionado, delicadamente movió los dedos sobre su piel, acariciándola. _________ lo miraba helada. Los dedos largos le tocaron los párpados y le cerraron los ojos. Ella suspiró.


— ¡_________! -murmuró él.
Ella se movió sin respirar, le puso las manos en los hombros.
— ¡No, Liam!
—Sí -dijo él apasionado-. Ya he esperado demasiado tiempo.
Su boca se cerró con fuerza sobre la de ella sofocándole. Con la mano empujó hacia atrás su cabeza para facilitar todo. _________ estaba aturdida por encontrarse así en sus brazos... jamás la había tocado con tanta vehemencia. Le apretó los hombros con las manos. Resistió por unos cuantos segundos, luego se relajó. Cuando la sintió sin fuerzas, Liam la acercó más, inclinándose sobre su cuerpo y la besó apasionadamente.
Las manos de Liam se movían sobre ella y se estremeció. Estaba asustada.
—_________, _________ -le susurraba contra la oreja.
—No podemos-murmuró ella.
—¿No podemos? Lo estamos haciendo... y no digas que esto es sólo unilateral, querida, porque no soy un muchacho inexperto -con suavidad deslizó los labios a su garganta, tocándola, acariciándola sin prisa.
Liam levantó la cabeza y ella supo que la miraba. Abrió los ojos y se sonrojó, consciente de que sabía que la había afectado.
— ¿No podemos? —volvió a preguntar burlón. Le dio un beso breve y duro en la boca, luego, se enderezó y puso en marcha el coche. Al pasar por un farol de la calle, vio sus facciones, brillantes de satisfacción y ella se sintió inquieta.
Él la miró de reojo.
— ¿Culpable? —preguntó con sequedad.
— ¡Liam, estoy casada!
—Por el momento, pero eso puede cambiarse -le dirigió una sonrisa alegre—. Te vas a divorciar, ¿no es así, _________?
Ella no contestó, pero pensó que sí, que tenía que divorciarse de Louis. Para ellos no había futuro. Su matrimonio había terminado.
—Encontrará a otra persona —dijo Liam con ligereza.
— Ya lo hizo —luego se arrepintió de haberlo dicho, pero era demasiado tarde.
—¿Lo hizo? -Liam volvió a mirarla-. Bien, bien... eso no se lo contaste a Maggie.

—Por favor, olvida lo que dije.
—Como gustes —Liam se encogió de hombros, pero parecía muy satisfecho de sí mismo. Estaba encantado de oír que Louis tenía a otra. Comenzó a silbar entre dientes.
Cuando aparcaron, la ayudó a salir del coche y ella lo miró con disimulo. Pensó que era un hombre muy apuesto, no podía negarlo, y no podía imaginar cómo permaneció tanto tiempo ciega a su innegable atractivo, viéndolo sólo como al hermano que nunca tuvo. Su vieja relación era camaradería y nada más, pero ahora algo había cambiado. Lo veía con nuevos ojos y se sentía perturbada.
Él le pasó el brazo alrededor de la cintura, apretándola. Una sonrisa apareció en su boca.
-¿Hacemos nuestra entrada?
-¿Porqué no?
—_________ —murmuró y ella le miró. Los ojos parecían burlones—. _________ —volvió a decir—. Deja de preocuparte... sólo permite que suceda.
-¿Qué?
- Ya sabes de lo que hablo.
Ella levantó la vista y sus ojos verdes brillaron fríos y duros.
-¿Llegó la hora de pagar, Liam? ¿Quieres cobrar después de todo?
-No, por supuesto que no. ¡Debía darte una bofetada por esto!
-Mientras sepamos dónde estamos —dijo ella con vaguedad y se dio la vuelta. Él le tomó el brazo con decisión.
-Ambos sabemos. Pero no tiene nada que ver con ningún pago, _________ y no trates de pretender que crees que sí. Me siento insultado de que lo sugieras.
—Lo siento, ¿pero cómo podía estar segura? Tú mismo dijiste que así era como se hacían las cosas.
—No entre nosotros -dijo con rudeza—. Jamás lo vuelvas a sugerir. Significas demasiado para mí para ese tipo de juego.
Volvió a sentir ese extraño estremecimiento de advertencia. Levantó los ojos hacia su cara para estudiar su expresión.
—Liam... —lo que estuvo a punto de decir, jamás fue dicho. Sus brazos la rodearon y la apretó contra el hombro, acariciándole el cabello.

-¿No lo sabes realmente, _________? —su voz temblaba. Colocó u mejilla contra su cabello—.Eres tan pequeña, que siempre quise protegerte y verte dichosa. Cuando sonreías tu rostro se iluminaba y me daban ganas de besarte, pero jamás me diste luz verde —le tomó el rostro entre las manos, inclinándolo hacia atrás para enredar los dedos en el cabello. Un rayo de ternura recorrió sus facciones—. Dame una luz verde ahora, _________, y te demostraré de lo que soy capaz.
Lo había dicho con palabras. Maggie lo había sabido; Liam se lo insinuó. Ella lo había llegado a sospechar, pero ahora sabía y le miró con ojos asombrados, dudando.
—Es demasiado pronto, Liam... demasiado pronto.
— Si tú lo dices.
—Dame tiempo -le dijo pero su voz sonó trémula, porque la forma en que sus ojos la miraban la afectaba y podía sentir como le latía con fuerza el corazón.
Él la miró y volvió a suspirar.
—Mmmm —murmuró inclinándose hacia adelante. Le tocó la boca ligeramente, pero luego, se besaron con una extraña y ardiente necesidad que sacudió a _________ hasta las raíces, porque ahora no sólo aceptaba esa pasión, sino que la correspondía y ambos lo sabían.
Se quedaron ahí besándose, abrazándose más y ella perdió la noción del tiempo. Estaba completamente aturdida, se sentía en una nube, respondía a sus caricias despreocupada de todo lo demás, necesitándolo.
Llegaron otros invitados y el sonido de un coche los sacó del ensimismamiento. Liam se apartó y _________ sintió que el corazón le latía acelerado y que tenía la respiración entrecortada.
— i Dios mío! - rió él apasionado. Ella se volvió y Liam le tomó la mano.
—No pongas esa cara de pánico. No voy a culparte. Caíste y no es un crimen —luego sonrió burlón—. Ese es el efecto que les hago a las mujeres, ¿no lo sabías?
—Me lo has dicho bastante a menudo -replicó y trató de ponerla misma ligereza en el tono. Notó que él trataba de dejar pasar el incidente sin darle demasiada importancia. Ninguno de los dos estaba en condiciones de entrar a la fiesta. Liam era un excelente actor, no podía ocultar la mirada de su cara en ese momento, ni ella tampoco. Ambos se sentían como transportados y lo demostraban. Ella sospechó que hasta los extraños podrían verlo.
Otras personas pasaban a su lado y los miraban con divertida curiosidad, después, la puerta se abrió y la luz y el bullicio los envolvieron. Simone les dio la bienvenida, estaba elegantísima con un vestido morado que le quedaba a la perfección, pero que hubiera parecido raro en otra persona.
Besó a Liam en la mejilla, le dio una palmada y luego miró a _________ con interés, besándola también.
—Más tarde tenemos que charlar —le dijo—. Vamos a tener mucho en común —desvió la mirada del rostro de _________ para dirigirla a Liam y agregó—: ¿Estás seguro de que os queréis quedar en la fiesta? — Los ojos astutos se burlaron de Liam—. Tengo la impresión de que los dos os sentiríais mejor estando solos.
Liam se sonrojó y le dirigió a Simone una mirada nada divertida.
—¿Y perdernos tu fiesta, querida? ¡No podríamos!
Simone hizo un gesto divertido.
—Siento haber tocado un tema delicado. Llévate a _________ y consíguele una bebida, querido... y Liam...
Él volvió la cabeza y levantó las cejas.
—¿Sí?
—Trata de no poner esa cara tan ofendida, es como si llevaras una etiqueta.
-Vete al diablo -gruñó Liam y llevó a _________ al salón donde se centraba la fiesta.

Después de la broma de Simone, ambos trataron de aparentar frialdad y desinterés, pero lo que había sucedido antes, los hacía ser muy conscientes uno del otro y se notaba. La gente los miraba con caras curiosas y luego desaparecían tratando de actuar con discreción. _________ trató de portarse con la mayor naturalidad pero aún estaba temblando y no podía recuperar su aplomo teniendo a su lado a Liam.
Bailaron y sintió como si el menor contacto de los dedos de Liam, pudieran encender una llama en ella, Liam parecía falto de palabras. Hablaba poco y no la miraba. Estaba rígido, como un hombre que sufre y ella sabía exactamente lo que le pasaba porque también sentía lo mismo.

—Esto tenía que ocurrir -murmuró él cuando dejaron de bailar y tornaron una bebida—. Deja que te saque de aquí, _________.
Ella le miró aturdida y a punto de complacerle cuando algo atrajo su atención. Al volverse se encontró con la mirada de Louis. La impresión la hizo palidecer.
Liam pensó que la reacción era producida por sus palabras y trató de acariciarla.
—Querida, no juegues conmigo, no ahora. Ambos sabemos lo que pasa entre nosotros.
Ella ni siquiera le escuchaba. Miraba a Louis y éste la miraba a su vez, pálido de rabia, con los ojos furiosos y la boca apretada.
Una mujer se acercó a Louis y le dio un vaso, frunció el ceño, siguió su fija mirada y volvió a mirar de nuevo. El reconocimiento fue mutuo. _________ la había visto una vez antes en la oficina de Louis, en sus brazos y atravesó a Linda Blare con una mirada hostil y a Louis con una llena de desdén. Había llevado a la mujer a la fiesta y sin embargo, estaba ahí, furioso porque ella estaba con Liam. ¿Cómo se podía ser tan hipócrita? ¿Quién creía que era? ¡Había normas dobles, una para él y otra para ella! Eso es lo que él pensaba.
Volvió los ojos hacia Liam quien la miraba tenso y en silencio.
—¿Qué está haciendo él aquí? ¿Le dijiste que yo estaría en la fiesta? ¿Cómo lo supo?
—No. Me imagino que Simone le invitó. Comió con ella el día que la encontramos.
—¿De veras? ¿Conoce a Simone? —Buscó por la habitación la elegante figura de la anfitriona—. ¿Cómo es que se conocen?
—¿Por qué no le preguntas a ella? —sugirió con sequedad.
— Lo haré -dijo tomándola del brazo-. Vamos.
Simone los saludó encantada, sonriéndoles.
—Os vi bailando —dijo con los ojos brillantes—. Deliciosa pareja. .. ¿En qué mundo estabais?
Liam ignoró lo que dijo.
—¿Qué hace Louis Tomlinson aquí esta noche?
Simone le miró asombrada.
—Yo le invité ¿por qué?
— ¿De qué le conoces?
—Me lleva un asunto —explicó. Le chispearon los ojos—. Un caso de difamación... cree que tengo buenas posibilidades en contra del desgraciado que me calumnió—les contó que iba a demandar a un periódico y Liam escuchó interesado desde un punto de vista profesional.
—Es un buen abogado —terminó con calma Simone—. ¿Verdad?
—También es el marido de _________ -dijo Liam con franqueza.
Simone se quedó mirando a _________.
—¡Oh, Dios mío! —le tocó el brazo a Liam disculpándose-. Querido, no tenía la menor idea... si hubiera sabido, jamás lo hubiera invitado esta noche. Me dijiste que era casada, pero no con quién.
- ¡Olvídalo! Siempre y cuando no me cause problemas.
Simone pareció interesada.
— ¿Crees que los cause? Se controla mucho como para hacer eso y además trajo consigo a uno de sus socios, así que no es probable que haga nada que cause un escándalo, mientras ella anda por aquí.
Como si su mirada le llamara, Louis se les acercaba con Linda Blare a su lado. Liam montó en cólera y deslizó el brazo alrededor de la cintura de _________. Louis miró a Simone, ignorándolos.
—Una fiesta encantadora —dijo y el sonido de su voz profunda y fría tocó algo en la mente de _________, poniéndola en tensión.
Simone estaba divertida. Era el tipo de situación que iba de acuerdo con su sentido del humor.
—Conoces a _________ por supuesto —dijo—, y a Liam.
Era como si hubiera reído a carcajadas y Louis detestaba que se rieran de él; lo enloquecía que ella supiera que su esposa estaba con otro hombre. Miraba a Liam con cara rígida y Simone pudo ver sus músculos en tensión. Le sonrió con insolencia.
—Nos hemos encontrado en otras ocasiones —dijo e insinuó con burla el día en que Louis le tiró. Luego, Louis miró a Linda Blare y levantó las famosas cejas sonriendo en forma encantadora—. Sin embargo, nosotros no nos conocíamos —agregó implicando que lo recordaría si hubiera sucedido y Linda sonrió involuntariamente.
—Linda, éste es Liam Payne —dijo Louis como si detestara Presentarlos. Linda ofreció su mano y Liam la llevó a los labios y la besó con una inclinación que más parecía una burla.
Louis dirigió los ojos hacia _________.
-Mi esposa -dijo con brusquedad.
Linda volvió la cabeza y miró a _________, quien devolvió la mirada con desafío en el rostro. Todavía no había visto bien a su rival, pero entonces lo hizo y no le sorprendió que Louis se hubiera enamorado de ella. Era exactamente su tipo. No era bella, pero tenía un rostro inteligente y astuto y el cabello castaño le brillaba. Era mayor que _________, tendría como treinta y tantos años. Las dos se quedaron mirando con curiosidad.

Se habían acercado otras personas, entre ellas, un productor de películas que saludó ansiosamente a Liam y lo acaparó. Liam tuvo que irse y Simone también, sólo quedaron _________, Louis y Linda Blare. Ella tenía que apartarse de ellos con naturalidad, pero Linda le hablaba con toda calma, con amabilidad y _________ se vio forzada a contestar sus preguntas con cortesía.
—Sí, en un tiempo fui actriz.
—¿Conoció al señor Payne en la escuela de arte dramático?
— Sí, somos viejos amigos.
Louis murmuró algo acerca de ir por otra copa y desapareció. Linda Blare dijo con tranquilidad.
—¿Podríamos ir a algún lugar más silencioso? Tengo que hablar con usted, señora Fox.
_________ la miró y dudó, pero aceptó. Se dirigieron a un lugar cerca de las ventanas abiertas que daba a una pequeña terraza. Allí había gente fumando y las puntas de los cigarrillos eran como luces rojas en el cielo oscuro.
Linda Blare observó a _________ con todo cuidado.
—Louis me dijo que quiere usted el divorcio.
— ¿Le dijo? —_______ quería pegarle. Al mirarla, sintió que la furia se encendía en su interior.
—No puede divorciarse —dijo Linda Blare de pronto.
— ¿Qué? —_______ no podía dar crédito a sus oídos. Miró furiosa a la mujer.
—En esta etapa de su carrera sería un golpe mortal. Está tratando de obtener el puesto más alto, eso lo sabe usted. Cualquier escándalo podría ser fatal y en el mejor de los casos, una desventaja. Usted seguramente sabe que Louis tiene la ambición de llegar a ser juez algún día, ¿o no? Un divorcio se lo impediría para siempre.
_________ la miró perpleja.

— ¿Me está pidiendo que no me divorcie? —esperaba que Linda Blare estaría en favor de la idea; después de todo, quería que Louis estuviera libre. ¿Por qué se oponía ahora?
—Sí, por supuesto —habló con cierta impaciencia—. Louis ha trabajado mucho y merece lo mejor. Sena una vergüenza que perdiera la oportunidad por habladurías acerca de su matrimonio. Uno de los más grandes sueños de cualquier abogado es ser juez y Louis no parará hasta conseguirlo. Es realmente bueno y llegará a la cima.
—¿Sabe él que me está usted hablando del asunto?
— No —dijo Linda con rapidez—. No.
— ¿No cree que se molestaría si lo supiera? -_________ trató de hablar con tono ligero, sin dejar asomar la furia que sentía.
— ¡Estaría furioso! —Linda pareció desconsolada—. No es asunto mío, lo sé. Pero usted tiene que ver que además del respeto personal y la admiración que le tengo a Louis, pienso en el futuro de nuestra firma... el tener a alguien con tanto prestigio en nuestra lista puede beneficiarnos mucho.
_________ estaba confundida, asombrada. La mujer le hablaba de Louis en una forma que no sugería que hubiera una relación emocional entre ellos y _________ sabía que la había. Al mirarla, decidió que debía ser una gran actriz.
—Tal vez Louis consideraría que el sacrificio vale la pena -dijo y supo que los celos eran visibles por el tono de voz tenso.
— Sé que la ama profundamente, ¿pero no cree que es una forma egoísta de ver las cosas? -Linda la miraba con desdén y sus palabras eran tan sorprendentes que _________ estaba demasiado confundida para pensar en ellas.
—No soy ninguna tonta -le respondió-. Sé lo de ustedes.
Linda la miró con la boca abierta y ni siquiera _________ pudo creer que su asombro era verdadero.
—¿Yo? ¿De qué diablos está hablando?
—William y... usted... —dijo _________ muy lentamente.
—¡Está loca! -exclamó Linda con indignación-. O loca o muy astuta... no hay nada entre Louis y yo. Es cierto que de vez en cuando confía en mí. Como soy mujer, pensó que podía aconsejarlo acerca... interrumpió y la cara se le suavizó, miró preocupada a _________—. Señora Fox, soy una mujer casada, tengo dos hijos..., ¿nunca se lo dijo Louis?
_________ pensó aturdida que tal vez lo hizo, pero nunca lo oyó, nunca escuchó. Temblaba, su mente se movía en círculos.
— Sentí mucho lo de su accidente, lo del niño... sé que debe haber sido algo terrible. Ese día, Louis estaba fuera de sí. Me dio mucha lástima. Fue entonces cuando me habló de usted por primera vez. Estaba muy preocupado y se sentía muy desgraciado.
_________ se dio cuenta que todas las cosas que oyó cuando visitó la oficina de Louis, podían tener una explicación totalmente diferente. Ella sumó dos y dos y sacó cinco, pero entonces, todo lo que vio fue un engaño.
Linda Blare la miraba y le sonreía.
— Espero que nunca haya sospechado de verdad que Louis y... _________ se ruborizó.
—Lo siento, fue una estupidez por mi parte. Lo oí hablando con usted e interpreté mal.
— ¿Es por eso por lo que se quiere divorciar de él? —La alarma apareció en el rostro inteligente de la mujer-. ¡Dios mío!
_________ dijo con amargura:
— ¿Es tan sorprendente? Es obvio que usted podía ser mejor esposa para él que lo que yo jamás fui.
—Lo parecido no siempre atrae —confesó con sequedad Linda. —Mi esposo es ingeniero... espléndido con las manos, puede hacer que cualquier maquinaria funcione con la suavidad de la seda, pero no se le puede pedir que converse. Es parco. A veces me pregunto lo que vi en él, pero así es como funciona el amor en Ocasiones.
— Después de dos años de matrimonio, Louis y yo seguimos siendo extraños -confesó _________ y se enojó consigo misma por ser tan franca con una extraña.
—Pobre Louis -dijo Linda-. ¿Todavía piensa divorciarte de él? Por favor, píenselo... éste sería el peor momento para hacerlo.
—No quiero perjudicar su carrera -dijo _________-. No, no me divorciaré de él, se lo prometo.

Celos que matan  -Louis TomlinsonWhere stories live. Discover now