Capitulo 49

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No tenía por qué, pero estaba nerviosa. A tan solo un día de mi boda, la cual, no iba saber como sería. Alonso no había estado en casa los últimos dos días, o por lo menos no habíamos hablado.

Las empleadas venían y iban por toda la casa, gente arreglaba el jardín y varías personas lo adornaban. Columba se la pasaba en la casa, cuidando detalle por detalle, dando órdenes sin parar para que fuera todo perfecto.

Alonso llegaba, a las doce de la noche y pasaba directo a ducharse, luego a la cama, sin hablar, solo lo hacía para desearme buenos días y buenas noches.

Ya no compartíamos cama, pues luego de haber descubierto la habitación de huéspedes, no iba a permitir que Alonso me retubiera en su habitación.

Estaba todo listo, solo faltaba decir "Sí, acepto"  y Alonso sería feliz.

-¿Estás despierta? --pregunto una voz adormilada. Me senté en la orilla de la cama y note la puerta entreabierta.

-Sí, pasa. --dije sabiendo que era Alonso.

-¿No puedes dormir?

-¿Estoy durmiendo? --dije divertida. Rió y entró a la habitación. --Simplemente no puedo.

-Ya sé. --dijo y se puso de pie junto a la cama. --¿Me haces un hueco contigo? --pregunto acomodando su pantalón de cuadros.

Sin responder, me hice a un lado y él se sentó.

La escasa luz que iluminaba la habitación. Alonso y yo dominados por el nerviosismo, sin poder dormir juntos, a las 3 de la mañana.

-¿Por qué? --pregunte intentando no mirarlo a los ojos. 

-Por qué ambos estamos nerviosos. --respondió mirando la pared blanca. Ambos mirábamos a la misma dirección.

-No estoy nerviosa. --mentí. Chasqueo la lengua y pasó un brazo arriba de mis hombros. Besó mi mejilla. --Es en serio Alón. --trague saliva sonoramente. Rió.

-Perdóname. --susurró.

-¿Qué? --dije sin comprender. 

-Que me perdones _____ --susurró de nuevo.

-Escuché, pero no sé a qué te refieres. 

-Sólo perdóname, no preguntes por qué. Perdóname. --su voz sonaba sincera y sus besos sobre mi mejilla decían cuanto se arrepentía, todo salía de su corazón. -- ¿Puedes perdonarme?

-No puedo perdonar, sin saber que estoy perdonando. --dije confusamente.

-No pregunte ______, sólo perdóname. --insistió. 

-Te perdono Alón. --dije serena y acaricie su cabello. 

 

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Acomodo su cabeza sobre mi hombro izquierdo y sentí su respiración sobre mi cuello. Tomó una de mis manos y la entrelazo con la suya. Brindo leves caricias en mis finos dedos y luego dio un suave beso. Alzó la mirada con delicadeza y me miró con una gran sonrisa. 

Casada A Mis 17 años(Alonso Villalpando y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora