Reconcilio

1.1K 115 18
                                    

Ya fuera decidió que un paseo por los terrenos del colegio no le iba mal así que consciente de que estaba más sola que un fantasma se encamino para sentarse a las orillas del lago y disfrutar de la brisa mientras veía los tentáculos del calamar gigante hacer una danza gracial para entretenerla.

-Te extraño – le dijo una voz a sus espaldas, Alis no volteo la cabeza por más que quiso, se aferró a seguir mirando los tentáculos del calamar con cada gramo de fuerza de voluntad que tenía –. Sé que me estás escuchando y sé que también me extrañas, te amo – su cuerpo comenzó a sacudirse con una mezcla entre rabia y tristeza, se abrazó a sus rodillas ocultando su rostro tratando de no perder el control, pero las lágrimas ya le inundaban los ojos y él ya se había dado cuenta –. Sé que tú también me amas.

-Te odio – le dijo con voz ahogada.

-No me odias, estás molesta conmigo nada más, lamento haberte mentido nunca fue mi intención, pero para cuando hablamos ya había puesto mi nombre en el cáliz.

-Vete.

-No me voy a ir, necesito decírtelo Alisa Black te amo y no quiero perderte.

-¡Pues yo tampoco quiero perderte Diggory! – le gritó aterrada –. ¿No entiendes?, tú y Harry están compitiendo por una Copa y me juego la vida a que es la misma Copa que veo cada noche en mis pesadillas, la misma Copa alzada en un pedestal en el corazón de un laberinto que veo justo antes de que...

-¿De qué?

-De que mueras, de que te asesinen y yo no puedo hacer nada para evitarlo, todas las noches es lo mismo y me da miedo cerrar los ojos y verte tendido en el suelo con una expresión de horror ante la muerte, estoy frustrada, estoy aterrada Cedric y tú me tomas por una loca paranoica.

-No te tomo por una loca paranoica – le susurró Cedric sentándose a su lado –. Además creo que la mejor forma de evitar que me maten es tenerte a mi lado, ¿de verdad tú no me extrañas?

-Como si no supieras ya la respuesta.

-¿Vuelves conmigo?

-¿Terminamos alguna vez?

Cedric la atrajo hacia él tan precipitadamente que perdieron el equilibrio y terminaron tumbados en el césped. El cálido abrazo en el que la envolvió, a Alis le sentó como una taza de chocolate caliente en pleno frío de invierno.

-No me vas a perder ¿vale? – Cedric se colocó sobre ella mirándola a los ojos con ternura incomparable, y Alis se engañó a sí misma diciéndose que podía hacer algo para que eso fuera verdad, que bastaba advertirle del peligro para qué Cedric estuviera preparado y pudiera defenderse.

-No vuelvas a mentirme Diggory.

-Te lo juro.

-Y tienes que hablar con esas taradas, me revienta el hígado verlas detrás tuyo todo el tiempo y si no le pones tú un alto las dejo calvas.

-Las hubiera alejado hace una eternidad si me lo hubieras pedido – dijo dejando escapar su risa fácil –. Sabían que te molestaban, pero era la única forma de llamar tu atención.

-Te estas ganando una buena parata en la espinilla, cariño – Cedric dejó escapar otra de sus risotadas facilonas echando la cabeza hacia atrás.

-Sí nos damos prisa aún puedo pagar mi apuesta.

-A Ginny le alegraría.

-¿Vamos? – le pregunto poniéndose en pie y tendiéndole una mano que ella aceptó con gusto.

Alisa BlackWhere stories live. Discover now