Alguien

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La luz se filtraba por la persiana,y me molestaba en los ojos,lo que me obligó a abrirlos.Estaba en pleno septiembre, aunque ya hacía bastante frío.Abrí la ventana, y una brisa me acarició suavemente la cara.Miré hacia atrás y vi a Areu, dormido profundamente, como un bebé.Estaba muy mono, admití, en mis pensamientos más profundos. Creo que no sería capaz de admitirlo con él presente.

Eran ya las once y media y estaba muerta de hambre, así que me hice un vaso de leche con   Cola-Cao y empecé a cortar el pan para hacer tostadas.Al  rato que las puse, me vino un rico olor y saqué la mantequilla, dispuesta a ponerla ya.

—Buenos días—Me saludó Areu con una voz ronca—¿Está listo el desayuno?

—Ahí tienes la leche, te lo puedes ir haciendo tu mismo—Le respondí

Unos minutos después,estábamos sentados en la mesa de la cocina, zampandonos un par de tostadas.El absoluto silencio y calma, fueron rotos por un repentino sonido, de la puerta abriéndose. Le agarré del brazo, para subir corriendo al desván.Cerramos la puerta, y nos acurrucamos en una esquina, tras un armario enorme que nos cubría, y que con suerte, nos salvaría del individuo que había entrado en mi casa.

—Silencio—Le advertí a Areu

—¿Quién es?—Preguntó alarmado—¿Qué hace aquí?

—No tengo ni idea, la única llave de mi casa la tengo yo...—le dije, preocupada.

—Bueno, coge esto—Me lanzó una escoba, mientras que él se armaba con una raqueta antigua de badminton.

Bajamos las escaleras en el más absoluto silencio, con cautela, con precisión. Al llegar al salón vimos a una figura masculina, hurgando entre los álbumes de  fotos de mi familia.Se reía de forma siniestra, que me ponía los pelos de punta.Me dispuse a sorprenderle con un golpe de mi escoba,pero me detuvo.

—¿Qué haces, Macey Ramirez Garrido?—Dijo, mientras que se giraba, para darnos a ver su cara.Cuando ya estaba volteado del todo lo reconocí.

—¿Francisco?¿Qué haces tú aquí?¡Vete!—No le quería ni ver

—¿Macey, acaso son estas maneras de recibir a tu padre?—preguntó, osado.

 —¿Acaso son maneras, maltratar a mi madre y luego mentir en el juicio?—No iba a permitir que tuviese mi aprobación en nada de lo que había hecho.Mi padre no era más que escoria, ni siquiera le llamaba padre, porque no lo quería considerar así.Jamás.

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Heyyy! AL fin ha aparecido en padre de Macey, y ahora las cosas empezarán a ponerse más y más interesantes...no os lo perdáis!

Con amorrr, a mis repollitos! (◕△◕✿)


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