-4- Pudrete.

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Editado✔️


Alaia (POV):

Me mire al espejo durante unos segundos largos. Llevaba un top deportivo gris que dejaba ver mi marcado abdomen, unas mayas negras y unas deportivas del mismo color. Apreté mi coleta con fuerza repasando mi cuerpo de arriba abajo desde el espejo.

Eran las 8:00 am, lo que significaba que en quince minutos tenía que estar en el campo de entrenamiento, pues iba a ser el primer entrenamiento con el nuevo Alpha, Ian, y lo que es más obvio, no debía llegar tarde. Que decir, que suelo llegar tarde casi siempre a los entrenamientos, pero teniendo en cuenta mi escapadita con Tiana durante la semana de coronación, prefiero no jugar con fuego durante una temporada.

Baje corriendo las escaleras, diciendo un sonoro "Adiós" a quiene sea que estuviese en casi y salí corriendo dando un portazo tras de mí.

En diez minutos escasos llegue al campo donde me esperaban mis dos alocadas e inseparables amigas. Trote hasta ellas y me puse entre ambas. A mi derecha Tiana mirándose las uñas y a mi izquierda Linda haciéndole ojitos al babas de mi hermano.

-Linda, te vas a quedar bizca de tantos ojitos hacia mi hermano.-Solté susurrando para luego reírme junto a Tiana.

-Ja ja, qué graciosa.-Rodó los ojos y miro al frente justo cuando llegó Ian.

Ian llevaba unos pantalones largos grises de chandal que colgaban desde sus caderas, y una camiseta de tirantes blanca que dejaba ver sus marcados brazos y pectorales. Para que mentir, mi mate era todo un bombón.

-Bueno chicos, en primer lugar es un placer entrenar con vosotros siendo el Alpha, no quiero que por mi puesto me tratéis diferente a la hora del entrenamiento, todos, absolutamente todos somos guerreros por elección propia aquí. En segundo lugar, yo junto a mi Beta y Delta, y los entrenadores actuales, supervisaremos el trabajo de todos vosotros.-Todos aplaudieron, Ian asintió con una sonrisa hasta que sus ojos fueron a parar a mi. Sin siquiera darme cuenta mis mejillas ardían. ¡Maldito Ian!-No os voy a distraer más. Empezar a entrenar.-Se dio media vuelta y comenzó a hablar con mi hermano y John.

Los entrenamientos duraban dos horas, después de esas dos horas, todo el que quisiera podía venir a entrenar. En cambio en las dos horas que nos correspondían de entrenamiento éramos los futuros guerreros, que por elección propia, en si éramos todos los chicos y chicas más jóvenes con la edad suficiente para entrenar. Comenzabas desde los 12 años, aunque yo empecé antes, pero con mi padre, hasta los 20 donde te asignaban un cargo. En caso de guerra, a partir de los 18, si era necesario, los voluntarios de esta edad son aceptados para luchar.

-Voy al tiro de cuchillos con Tiana, ¿tú?-Negué con la cabeza.

-Iré a pelear con los baculos.-Asintió con una sonrisa y se marchó.

Giré sobre mis talones y me dirigí directamente a las estanterías donde se encontraban báculos apilados por estaturas. La zona de entrenamiento estaba situado al aire libre, lo que quiere decir que si, cuando llueve aún así tenemos que entrenar aquí fuera, y que decir que a mí me encanta entrenar mientras llueve.

Agarre el primer báculo que había, pues con las prisas no había traído el mio. Hice unos cuantos movimientos con el, pues necesito notar y probar si es cómodo para mis movimientos.

-Eh tú, Alaia.-Rode los ojos, giré 180 grados y dirigí una mirada de asco a la arpia que tenía enfrente de mis narices.

-Zor...digo Zulema.-Tosí fingidamente.-¿Qué?-Dije apoyando el báculo sobre el suelo.

-Combate de báculos, tú contra mi.-Sonrío arrogante y asentí sin pensármelo. Esta soltó una carcajada.-Vas a perder ¿lo sabes, no?-Sonreí yo irónicamente.- Ah...recuerda...La que se ha estado acostando y dando placer a Ian durante estos tres últimos años he sido yo.-Eso último hizo que mi sangre comenzase a hervir, sentía una rabia interior infernal, mi loba, Tella, gritaba que la dejase salir, y tomar el control para destrozarle la cara.

Tú mía, Yo tuyo. #MT1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora