El arte de cocinar

172 30 10
                                    

Los nervios de Yuuri eran tan altos como el monte Fuji y su torpeza había cobrado la vida de dos platos y un florero. Pero sin importar los contratiempos y las inocentes víctimas de su torpeza, al fin estuvo listo para su "No cita" con Victor. Y es que a diferencia de las ocasiones anteriores donde la pareja había compartido tiempo fuera del trabajo, esta vez no tenía nada que ver con razones laborales ni culinarias, sino, que era una simple salida amistosa a galerías de arte, porque el ruso quería un nuevo cuadro para su colección y pensó que el japonés sería una agradable compañía.

Acordaron encontrarse en la plaza de Tetrex, ubicada en Montmartre, aquel sitio histórico donde Van Gogh y Monett recorrieron con sus obras bajo el brazo y que luego de décadas los pintores siguieron con aquella tradición para retratar personas deseosas de inmortalizar su rostro por la mayor cantidad de años posible o simplemente vender sus obras a los amantes del oleo.

Era curioso que aquel arte fuese tan diferente al suyo, pensó el azabache y sin embargo la cocina tenía algo cautivante a pesar del poco tiempo que duraba un plato antes de ser destruido en la boca de los comensales. Yuuri pensaba que era algo lamentable la duración de su arduo trabajo, a diferencia de los pintores que podían verlo por el resto de sus vidas si tenían suerte.

-¿Yuuri?.

El japonés se volteo y se encontró de frente con un Victor bastante abrigado, pero no menos alegre en ese día particularmente nublado y frió, con intenciones de disfrutar de aquel espectáculo callejero inmersos entre los parisinos y turistas que se movían de un lugar a otro bajo un misterioso acordeón que tocaba de fondo.

Su corazón se agito.

"Lo veo todos los días y no sé por qué hoy es diferente. No Yuuri, esto no es una cita, solo una salida cualquiera en París, Victor solo quería compañía...pero yo no sé nada de arte. ¿Qué le voy a decir cuando me pida ayuda?".

La ciudad del amor era el escenario esa tarde y ambos chefs los protagonistas, solo que ellos no lo sabían o mejor dicho Yuuri que lo negaba a creer. Demasiado bueno para ser cierto.

-¿Qué clase de pintura buscas Victor?

El ruso observaba una pintura abstracta con la mayor concentración del mundo, con esa típica pose donde su dedo índice era delicadamente llevado hasta sus labios, pero como si hubiese despertado de un sueño profundo con las palabras del japonés, solo respondió con otra pregunta.

-¿Qué ves ahí Yuuri?

Siendo sincero Yuuri simplemente veía líneas y colores salpicados sin ningún sentido ni control. ¿Qué tenía de maravilloso un tarro de pintura derramado?. Parecía algo sin cuidado y ninguna dedicación, pero ese cuadro costaba más que su misma existencia.

"Esto lo puedo hacer yo en casa con cuatro tarros de pintura purpura, no veo que sea especial y aun así cuesta lo que jamás ganaré en mi vida".

-No lo sé ¿Pintura derramada?.

Victor se quedo mirando un segundo a Yuuri que pensaba haber dado la peor y más torpe respuesta del mundo frente al ruso maestro del arte culinario, pero solo segundos después de haberlas dicho, quiso desaparecer de la faz de la tierra.

Victor solo dio una enorme sonrisa feliz y satisfecha que lo lleno por completo de un nerviosismo cálido por ver tamaña imagen en vivo y en directo. Yuuri pensaba que la sonrisa de Victor era cinco mil veces más hermosa que cualquiera de las pinturas que había en toda Francia.

-Sí, estas en lo correcto. -dijo Victor mirando la pintura nuevamente-

-¿En serio?

-¡Claro, solo es pintura lo que está ahí, yo y tu podemos hacer lo mismo!. Lo que importante es como lo interpretas y la pasión del artista. Es lo mismo en la comida, si sirves un pedazo de pan, no es más que harina con levadura, pero cuando le das vida y un sentido, es cuando se vuelve especial y ya no es tan solo un pan, es una obra maestra y todo gracias a algo tan básico como un grano de trigo. Eso es lo que debemos hacer Yuuri, llevar algo tan simple como un color a su máximo potencial, darle vida a aquello que solo sería una simple rebanada y volverlo irresistible a todos los sentidos. Nosotros componemos la obra y luego le damos vida en el plato.

La Receta Perfecta (Yuri on Ice)Where stories live. Discover now