55. Negociando El Momento

2.9K 222 13
                                    

No sé qué hora es, pero unas manos masajeando mi espalda hacen que abra los ojos absorbiendo la luz del sol que se cuela por el enorme ventanal que hay en la habitación.

-Amor, es hora de levantarnos de esta cama. Dice colocando sus rodillas a cada lado de mi cuerpo y siguiendo con esos masajes tan relajantes.

-Mejor no. Digo con una sonrisa.

-Ya son las seis de la tarde...

-¿Y qué? Quedamos en que nos quedaríamos encerrados aquí toda la noche de anoche y todo el día de hoy y hasta mañana... Le digo de manera picara.

-Eres insaciable rubio, pero te aviso que hay un mundo allá afuera.

Sin que ella se lo espere me giro para poder mirarla sobre mí. –¡Que se olviden de nosotros! Que piensen que nos hay abducido los extraterrestres o lo que quiera pensar la gente. Le digo entre risas.

-El extraterrestre eres tu que no te cansas nunca. Replica riéndose al igual que yo. –Voy a comenzar a creer que eres un vampiro o algo así. Continua diciendo entrecerrando sus ojos y mirándome como sospechando de mi.

-Creo que alguien ha visto muchas películas de vampiros por aquí. Le digo burlándome de ella mientras enredo mis brazos en su cintura.

Ella acerca su rostro al mío y cuando está a punto de besarme, esquiva mis labios y se acerca a mi oído. –Debo confesarte algo... Dice de manera muy sensual.

-Te escucho.

-Hubo una época que estaba muy enamorada del personaje de Edward Cullen, ¿Sabes quién es? Pregunta entre risas y puedo notar que le da algo de vergüenza esta confesión.

-¿Quién no lo sabe? Han enloquecido a todos con esas películas y libros. Le admito. –Entonces, ¿Te gustan los chicos malos que parecen buenos? Le pregunto sin poder parar de sonreír.

Ella piensa un instante,  mira hacia el horizonte, y luego me mira nuevamente. –Me gustaba lo romántico y protector que era con Bella. Me gustaba que su amor no era egoísta y que estuvo dispuesto a muchas cosas por ella, pero cuando te conocí bien a ti, me di cuenta que Stephenie Meyer de haberte conocido a ti, hubiera escrito a su personaje igualito a ti. Me dice y comienza a plantar besos por todo mi rostro.

-Mmm... pero que romántica... Logro decir en medio de sus besos mientras que mis manos buscan levantar su camisón.

-Espera... Me pide deteniendo mis manos.

La miro extrañado y realmente no entiendo porque me ha detenido en el mejor momento.

-Rubia... no me hagas esto... Le pido y vuelvo a besarla.

-Amor, de verdad. Insiste en medio de besos.

-Espero que sea importante. Digo haciéndome el ofendido.

-No me mates, pero había olvidado que tenía que ir a un coctel esta noche. Dice poniendo cara de inocente.

La miro levantando mis cejas y no puedo creer que me haya detenido por eso. -¿Es broma?

Ella niega con su cabeza –No amor, pero prometo que te compensare por esto. Dice intentando negociar.

Sin hacer caso a sus palabras la sujeto más fuerte contra mi cuerpo y beso su cuello. –Ah no rubia, conmigo no intentes negociar. Le digo sin dejar de torturarla a besos.

-No seas niño... de verdad tengo que ir... ven conmigo... Me pide.

-No soy niño, soy un hombre que desea a sus esposa con cada parte de sus ser... Le aclaro.

-Y yo a ti, pero no podemos pasarnos todo el tiempo en una cama. Dice entre risas.

-¿Quién lo dice? Además, hace semanas que no te tenía y no sabes lo mucho que te necesite...

-Rubioooo.... Por favor... vamos un rato y después seguimos con esto. Me pide nuevamente.

-Te va a salir caro. Le advierto haciéndome el interesante.

-¿Muy?

-Como no tienes idea.... Le digo intentando no reírme a causa del plan que se me pasa por la cabeza.

-Miedo me das...

-Haces bien.

-Supongo que me gustara, ¿no? Pregunta con demasiada curiosidad.

Si tan solo supiera...

-Muchísimo...

-¿Crees que un vestido negro muy sensual haga que te sientas un poco mejor y no busques vengarte? Me pregunta queriendo seducirme, cosa que le es muy fácil.

-Inténtalo...  Le respondo queriendo no mostrarle tanto interés, aunque estoy que muero por verla vestida así.

-Bueno, entonces me iré a duchar. Te he comprado un traje; esta en tu guardarropa. Dice con una enorme sonrisa mientras se pone de pie.

-¿Tu desde cuando me compras ropa? Pregunto con mucha curiosidad.

Se para en el pie de la cama y me mira de manera desafiante –Desde que te imagine vestido con ese traje y me dije que tenía muchas ganas de ser yo quien te lo quite mas tarde.  Me responde con una enorme sonrisa.

Realmente amo a esta mujer; está loca, pero es mía.

-Entonces supongo que yo podre quitarte el vestido...

-No esperaba menos de ti. Dice pícaramente y me lanza un beso para después marcharse y entrar al baño.

No sé muy bien que ha sucedido con aquella mujer asustada y llena de miedos que tuve a mi lado por un tiempo, pero solo sé que me encanta esta versión de mi rubia y loca esposa. Hace que tenga mil motivos para sonreír y me divierte con sus ocurrencias. Se ha apoderado de cada parte de mí y amo que sea de esa manera; jamás me he sentido tan vivo como lo soy a su lado.

Casados Por Accidente [Pablo Alboran] [TERMINADA]Where stories live. Discover now