II. El sonido del mar (Ciel)

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Había pasado dos mes desde que resolvió el caso del muelle pero Ciel aún no se sentía seguro, algo dentro de él le hacia pensar en lo que ocurrió cuando el estaba inconsciente. Insistió a su demonio pero éste solo le decía que no había ocurrido nada y que él se había encargado de  todo. Frustrado decidió mejor tomarse un breve descanso, llamó a Sebastián y pidió unos bocadillos. Al llegar los fue devorando gustoso y aún pensando en ello decidió volver al muelle.

~×~

– ¡Gracias Bocchan por dejar que le acompañe! Pero ¿Por qué no le puedo decir a Sebastián-sama? – Preguntó Finni.

– Por que Sebastián esta muy ocupado en otras cosas que le pedí que hiciera – Era de esperar que el inocente chico creyera la mentira del conde. Pero la verdad era que le había ordenado al demonio permanecer en la mansión hasta que el regresara o que la marca del contrato lo llamase.

Al llegar al lugar este se veía más concurrido. Los marineros combinaban de aquí allá, cargando paquetes con algunos suministros para sus viajes y etcétera. Ambos chicos siguieron caminando, el conde trataba de recordar el lugar en donde se encontraban él y su mayordomo esa noche y Finni seguía un poco distraído a su joven amo.

– Bocchan, ¿a dónde vamos? – Finni se empezó a asustar. Habían entrado a una zona en donde los traficantes hacían sus negocios y éstos los miraban con recelo.

– Estamos cerca Finnian... – Ciel detuvo su marcha, ya que un marinero de mala pinta se interpuso en ella.

– ¿Que hacen dos niños, solos, por aquí? – Sonrio malisioso el hombre alto, musculoso y afeitado de la cabeza.

– Nada que te importe. Ahora retirate que estorbas – Ciel no se iba a tratar de intimidar.

– Mocoso no sabes con quién te éstas metiendo – El hombre tomó a Ciel por el cuello de la camisa. Finni reaccionó pero el tipo lo golpeó tan fuerte que el rubio calló inconsciente. El conde trato de safarse pero no pudo lograrlo.
El marinero lo llevó a una embarcación, no muy lejos de ahí. Otro hombre maduro, de tez morena los recibió, junto a su tripulación, a ambos.

– Franko ¿por qué rayos traes a un niño aquí? – Habló el capitán.

– Este mocoso se ha pasado de listo, necesita una lección.

El capitán al estar tan acostumbrado a las idioteces de sus marineros lo dejo hacer lo que quisiera hacerle al chico.

– Bien pero no te pases, es solo un niño – Regresó a su cabina. Otros marineros lo ayudaron a amarrar al conde que luchaba por zafarse.

~×~

No dejaba de pensar en el chico de ojos zafiros. Era una lastima que le prometiera a Michaelis no volver ahí pero ¿quién se daría cuenta?

A escondidas de su hermana, regresó después de un par de meses, decidida a encontrar al chico que le había robado el corazón. Recorrió todo el mar para llegar al muelle de Londres. En el horizonte se metía el sol y ella corría el peligro de ser vista y cazada.

– ¿Dónde podría estar? – Miró a su alrededor, escondida entre los barcos más grandes, en un lugar poco transitado – Por Zeus, si tan solo no tuviera esta cola.

One-Shot Kuroshitsuji ( ˘³˘)❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora