5.

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Lo ha estado pensando durante una semana, a hecho incluso una lista de los pros y contras e incluso le contó la situación a Rosemarie, que le dijo que fuera a por ello.

A estado tan preocupado al respecto que incluso cuando Walt quiso despedirlo (realmente no quería, pero el idiota creyó que así Harry saldría con él) a él no le importo demasiado (y por supuesto que no fue despedido).

Su hijo también lo había notado más distante y pensativo y cuando le había preguntado que qué era lo que sucedía, Harry obviamente no se lo había contado y eso había puesto alerta a Nikolái. Ellos se contaban todo ¿Qué sucedía ahora?

Louis le había dado el tiempo prometido y se había  ausentado durante un par de días antes del año nuevo.

Harry se horrorizó al darse cuenta de que lo extrañaba.

Y lo peor fue que sus días se habían acabado y él aun no sabia que decir.

A las nueve treinta de la noche Nikolái se estaba despidiendo de él y yendo a celebrar el año nuevo con sus amigos, así que Harry, que no tenia nada planeado esa noche y que no sabia nada de Louis, decidió que quería un largo y relajante baño con pétalos y perfumes.

Mientras la tina se llenaba, él se quitó la ropa y se puso una bata de seda, por que amaba la suavidad con la que la tela abrazaba su piel.

Cuando la tina estuvo tres cuartos de llena, Harry cerro el grifo y comenzó a mezclar las lociones y los pétalos.

Después de verificar que no tenia ningún mensaje de Nikolái, dejo el celular junto a la bata en la tapa de la taza de baño, colocó una un toalla como almohadilla en la orilla de la bañera y finalmente se hundió dentro del agua cálida, relajándose casi al instante.

Cerro los ojos con un suspiro y dejó caer la cabeza contra la toalla, intentando olvidarse de todo, incluso de Louis y de la incógnita de lo que pasaría, por un momento.

Tanto se relajo que en menos de veinte minutos cayo profundamente dormido.

°

No sabe que fue lo que lo despertó, pero el chapoteo del agua cuando se sentó sobresaltado y la frialdad de ésta, tuvieron a su confusa mente dándose cuenta del lugar donde se encontraba.

Se pasaba una mano por la cara cuando su celular comenzó a sonar, él miro el aparato por unos segundos antes de captar que debía contestar.

—¿Hola?— dijo sin mirar el identificador y saliendo de la bañera.

—Siete días— dijo una tenebrosa voz del otro lado, haciéndolo fruncir el ceño.

—¿Qué?

—En siete días morirás— susurro la misma voz, confundiéndolo más.

—¿Quién habla?— se despego el teléfono del oído y miro el identificador.

Louis T.

—¿De que estas hablando, Louis?— sólo obtuvo a louis riéndose.

—¿Nunca has visto El Aro?— le pregunto el chico y Harry sabia que estaba sonriendo.

—Mh no— Harry ni siquiera sabia de que estaba hablando.

—Olvidalo entonces, sólo estaba bromeando, algún día la veremos, ahora sólo quiero entrar, me estoy muriendo de frío aquí afuera ¿Me abres?

—Claro, voy en un segundo— después estaba colgando y secándose tan rápido como podía.

Salió a su habitación y se puso pijama porque definitivamente no bajaría a recibir a Louis sólo en bata.

Con la pijama puesta y unas botas de esas súper suavesitas y calientitas de las que Nikolái siempre se burlaba porque decía que eran las botas de Goku, bajo y le abrió a Louis, que frotaba sus manos en un intento de conseguir algo de calor. Se hizo a un lado para que entrara y cuando paso junto a él, éste le dio un casto beso. Harry medio le sonrió.

Dicha. (l.s.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora