Capítulo 17

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— Ah... — Suspiró, un poco cansado, pues, estuvo organizando varias cosas de la casa.

Kentin, al llegar a la casa, quedó algo sorprendido por lo organizada que se veía.

Se acercó a Alexy, el cual, se había sentado en el sofá, con los ojos cerrados, soltando algunos jadeos exagerados.

— Alex... — Lo miró, con los ojos entrecerrados, simplemente, prefería que Alexy descansará.

— Perdón, me faltaron algunas cosas por recoger, solo que no pude agacharme, intenté hacerlo. — Mencionó, abriendo sus ojos.

— Nada de eso, solo que... No tenías de que preocuparte, lo hubiese hecho yo. - Se sentó a un lado de él, mientras lo acariciaba.

— Pero tú haces tooodo, y quería hacer algo, me haces sentir inútil. — Se cruzó de brazos, con tono de reproche.

— Oww, no era mi intención, bien... Solo... Hazlo con cuidado, ¿Vale? — Tomó la mano del peliazul, besando sus nudillos.

- Claro que si. - Le sonrió, para responder al gesto, le dio un beso en la mejilla.

— Por cierto... ¿Como te fue hoy en el trabajo? ¿Tienes hambre? — Miraba sus ojos esmeralda, encantado con ellos, siempre le generaban una sensación tan linda.

— Oh... Me fue bien, y no te preocupes, ya comí algo. — Le robó un tierno beso. Eran una pareja muy dulce, ambos se querían y apreciaban demasiado.

Quizás algunas veces tuviesen discusiones, pero siempre volvían a tratarse con cariño en poco tiempo.

Les importaba muy poco que cuando salían, algunas veces, recibían miradas con desprecio de parte de personas... De mente cerrada.

Al principio, para Kentin, fue algo difícil acostumbrarse a ello, pero, al poco tiempo, supo entender que ellos no estaban haciendo nada malo, solo quererse, y pues, ¿Que de malo tenía eso?

Nada, simplemente, nada.

— Se mueven demasiado... — Murmuró Alexy, rompiendo el silencio.

— ¿Y es molesto? — Kentin, se inclinó un poco hacía el vientre abultado de Alexy, alzando un poco la camiseta de este, para dejar un pequeño beso, haciendo sonrojar al peliazul.

— No tanto... Se nota que serás un muy buen padre. - Soltó una risa llena de ternura, queriendo más cariño.

— Aunque tú serás... ¿Una buena madre?

— Papi. — Aquel apodo que el mismo se había puesto hizo que el castaño soltando una carcajada. Alexy, si era sincero, no quería que lo llamaran "mamá" por el hecho de que no era una chica, así de simple.

— ¡Oyee! Si te pones a pensarlo suena muy lindo. — También rió, Kentin tenía una risa contagiosa.

— Si si, lo que digas. —

~Armin/Lysandro~

Advertencia, ahora si que intentare escribir algo hard decente. (?)

Las que no quieran leer esta parte del capítulo, pues, pueden saltarla, no es relevante en la historia.

Ahora si...

— Ah~ L-Lysandro~ — El azabache, movía sus caderas, al compás del mayor, el cual, nunca llegaba a moverse demasiado brusco estando dentro de él.

Las lágrimas por el placer y la excitación salían de los ojos celestes del menor.

Simplemente, se le hacía muy complicado retener sus gemidos, ya que, a la vez que Lysandro se movía en su interior, dejaba marcas en su cuello y jugueteaba con sus pezones.

— Eres demasiado sexy y hermoso... No me cansaré de repetirtelo. — Susurró en su oído, haciéndolo estremecer.

— T-tú... Ngh~ eres demasiado guapo... — Dijo, entre jadeos, intentaba no venirse aún.

Lysandro, lo acariciaba y besaba, dándole a entender que no solo lo quería por el sexo.

Aunque, no podía negar que disfrutaba escuchar los gemidos de Armin, y el placer que este le daba.

Le agradaba que fuese el azabache fuese el que le daba esas sensaciones, y no otra persona.

En cambio, en la mente de Armin, solo sonaba el nombre de su pareja, no era posible pensar en otra cosa.

— N-no... No toques ahí... — Suspiró, pues, las manos del albino habían llegado hasta el miembro del menor.

— ¿Por qué? — Este, sin obedecer, comenzó a mover su mano de arriba a bajo, escuchando sus dulces sonidos.

— ¡L-Lysandro! — El menor sabía que si el mayor comenzaba a tocar su miembro, se vendría pronto.

— ¡Ah~! — Con un gemido agudo, terminó viniendose, provocando que las paredes de su interior se comprimieran, haciendo que el albino soltase un leve gruñido, viniéndose también.

El azabache, volvió a gemir al sentir el líquido del mayor llenar su interior.

Soltó varios jadeos, intentando controlar su agitada respiración.

El albino, se inclinó un poco hacia él, depositando varios besos en todo su rostro.

— Te amo, Armin, demasiado.

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Tienen todo su derecho de matarme por el mal hard y por ser un capítulo corto.

Pero...

¿Que más se puede esperar de mi? xd

Puees, de paso, quería agradecerles a las personitas que leen y votan en este fanfic. ❤

De verdad, ¡No saben lo feliz que me hacen! :3

Porque... Si no estuviesen ustedes, ¿Que ánimos de escribir?

Me despido, ¡Mucho amor~!

• Una Familia Contigo •Where stories live. Discover now