Capitulo 23

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─ Hablando del rey de Roma.

Murmuró Kentin para sí mismo, en el momento, estaba en el hospital, esperando a que Alexy terminara de resolver algunas dudas con la doctora.

Contestó la llamada, era Armin.

─ ¡Alex!

─ Habla Kentin, tonto.

─ Si si, lo que sea, ¡Perdón por no haber llamado antes! Es que...

─ Ambos sabemos que no tienes una buena excusa.

─ B-bueno, eso no importa, ¿Cómo esta Alexy?

─ Está bien, acaba de terminar de hablar con la doctora y ya volvemos a casa.

─ ¿Puedo hablar con él?

─ Te espera un gran regaño.

Le entregó el el móvil a Alexy, indicándole que era el azabache de Armin.

Intentto reprimir una carcajada cuando Alexy comenzó a casi gritarle a Armin a través de aquel aparato.

─ ¡Te odio, te odio!

No mucho después, noto que el peliazul ya había colgado la llamada.

─ ¿Quién es ella?

(Cuanta agilidad para revisar teléfonos...)

No era mentira lo que paso en la mente del castaño, era que Alexy solo se había tardado pocos segundos en entrar a la bandeja de entrada de los mensajes de Kentin.

─ Mi prima. - Respondió con simpleza, aunque, Alex no quedó muy conforme con la respuesta.

─ ¿Y por qué te habla tan cariñosamente? - Era divertido verle celoso.

─ Entrégame el celular y súbete al auto para poder explicarte. - Le abrió la puerta, extendiendo su mano para que le diera el móvil.

Alexy, subió al auto (Con cierta dificultad, obviamente), aunque no le entregó el móvil.

─ Agh, bien, haz lo que quieras. - Después de todo, no tenía nada que ocultarle, salvo por unas fotos que sabía que al peliazul no le gustaban.

Cuando se aseguró que ya estaba todo organizado para comenzar a manejar, encendió el auto.

─ ¿Por qué una familiar no me puede tratar cariñosamente? - Preguntó, con una leve sonrisa, sin lograr ver las expresiones del peliazul, pues, debía estar pendiente de por dónde iba.

─ Porque no, solo yo te puedo tratar cariñosamente. Aparte de que a mi nada me asegura que realmente sea tu prima. - Mantenía el ceño fruncido, pues, Kentin solo se lo estaba tomando en burla.

─ Mira su foto, se parece a mí, solo que ella obviamente es mujer y es más linda. - Intentó no parecer tan burlón, ya notaba al peliazul bastante molesto.

─ ¿Qué te tiene de tan mal humor? - La verdad, aquello era algo inusual.

─ Solo estoy cansado... Quiero que nazcan ya... Quiero dormir. - Aquella respuesta le dio bastante pena, por ende, cambio su sonrisa por una mueca.

─ Tienes 33 semanas, ¿Verdad? La doctora nos dijo que nacerían a la semana 37 y media, ¡Sera muy pronto! - Alexy, asintió en silencio, dedicándole una muy leve sonrisa, acomodándose en su lugar.

─ Cuando lleguemos a casa... ¿Puedo tomar una siesta? Quiero aprovechar que están tranquilas. - Sería muy difícil quitarle aquella idea de que serán niñas.

─ No tienes que preguntarme, aunque, mas rato tengo que ir a trabajar, sabes que tuve que pedir permiso para poder acompañarte a la cita, y no puedo quedarme cuidándote, perdón. ¿Quieres que hable con Armin para que se quede contigo?

La respuesta estaba más que clara con la expresión que Alexy había puesto, claro, seguía molesto con él por no haberle llamado antes.

─ ¿Sabes que eres lo más lindo del mundo? - Estacionó el auto, mirándole, para luego, darle un tierno beso.

─ ¿Soy lindo así todo gordo y molesto? - El castaño, rió antes de contestarle.

─ No estas gordo, pero, si, eres lo más lindo así molesto. - Luego de mencionar aquello, se apresuró en bajarse del auto para abrirle la puerta y ayudarle a bajar.

─ Puedo bajarme solo...

Hizo una pausa de algunos pocos segundos, antes de contradecirse, ya que había visto que Kentin estaba de brazos cruzados, viendo como sufriría al intentar bajar.

─...No, ayúdame. - Kentin, volvió a reír, la situación había vuelto a ser divertida para él, era como si hubiesen cambiado de personalidad, es decir, el castaño alegre y risueño, mientras que el peliazul malhumorado y orgulloso.

Punto de vista: Armin/Lysandro

─ ¡Es culpa tuya! - Le apuntó el azabache con su dedo índice al albino, el cual lo miraba confuso, provocando ternura en el menor, era tan adorable.

─ Bueno, no es culpa tuya. - Claro estaba que ya no podría volver a enojarse con él.

─ Armin, quería ir a la granja de mis padres, hay algo que quiero mostrarte, si no quieres ir, no habría problema alguno, podríamos quedarnos aquí en la ciudad, cambiando de planes.

Friki + Granja = R.I.P friki.

Armin, guardó silencio por algunos segundos, sabia la tortura que llevaría ir a la granja, pero por otra parte, si no iban, Lysandro quedaría muy desilusionado.

─ Iremos... Aunque, tengo que avisarle a Alexy para que no me mate.

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Perdón, perdón, y perdón por los capítulos de relleno, es que, no sé, me pone nerviosa escribir lo del parto. (?)

Intentare no hacer más :'v

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