Harry se apareció en la puerta del piso de Ginny. Era tarde y sabía que su chica estaría acostada. Tendría que entrar sin llamar.
-Alohomora- la puerta cedió ante el muchacho que la empujó y entró.
Todas las luces estaban apagadas y no se escuchaba ningún ruido. Harry se dirigió al dormitorio de Ginny. Abrió la puerta despacio y comprobó que ella estaba allí durmiendo. Sintió un miedo terrible de poder perderla. Tenía que protegerla, como al resto de su familia. Se acercó a la cama de la chica y se arrodilló junto a su cabeza. Tenía la boca abierta y un pequeño hilo de saliva caía hasta la almohada. "Hasta así está guapa" pensó Harry.
-Gin, necesito que te despiertes ahora mismo- dijo mientras tocaba el hombro de la muchacha con tranquilidad, para no ponerla demasiado nerviosa. Sabía cómo era si no la despertaban bien y no le apetecía tener que lidiar con la joven Weasley cabreada en esos momentos.
La chica abrió un ojo solo con gran esfuerzo mientras le miraba con cara extrañada. De repente sonrió.
-¿Qué haces aquí Harry? No son horas de entrar en casa de nadie. Con lo educado que tú eras antes...-. La chica estaba intentando provocarle.
-No Ginny. Esto es serio, necesito que te levantes ahora y me ayudes a...-.
-¿Pero qué dices? Ven aquí y acuéstate conmigo. Mañana hablaremos de lo que quieras antes de que me vaya a entrenar pero ahora tengo sueño y no me apetece otra cosa que...-.
-Ginevra Molly Weasley- la cortó Harry. No solía llamarla así y alertó a la chica que de repente se puso seria. –Levántate ahora mismo y ayúdame a proteger tu casa. Es serio. He descubierto quién está detrás de los ataques en el Callejón Diagon y no estamos a salvo. Ahora ponte de pie y vístete. Primero nos encargaremos de tu casa y luego iremos a por Ron y Hermione-.
Ginny ya se había puesto de pie con decisión y estaba vestida después de apenas unos segundos.
-Explícame qué ocurre Harry. ¿Por qué estamos en peligro? ¿Quién lo ha estado haciendo?- la chica parecía preocupada de verdad.
-Shahab- dijo cortante Harry.
Durante los siguientes minutos, estuvo contándole cada detalle de aquella conversación. Después hablaron de las medidas que iban a tomar en ese momento y sobre qué harían luego.
-Primero realizaré el encantamiento Fidelio en tu piso. No podemos permitir que tenga acceso a tu casa sin más. Te querrá utilizar para llegar a mí, ya sea por el papiro o por mi ayuda- comenzó el muchacho. –Luego colocaré...-.
-¿Sabes hacer un fidelius?- preguntó ella extrañada.
-Claro que sé. Es complicado pero nada que Dumbledore no pudiese explicar- aseguró. –Sigo... colocaré varios chivatoscopios en la afueras y te dejaré aquí un reflector de enemigos. Ya sabes cómo funcionan. Así evitaremos que él encuentre tu casa, y en caso de que lo consiga yo lo sabré segundos después. No podrá tocarte aquí. Luego iremos al piso de Hermione y Ron y repetiremos todos, después a casa de tus padres y los protegeremos también a ellos. Mañana por la mañana convocaremos a Bill, Fleur, George, Angelina y Percy y les indicaremos qué deben hacer, y por último iremos a casa de Andrómeda para asegurarnos de que ella y Teddy estén bien en todo momento. Repetiremos los encantamientos si es necesario-.
Se quedaron un momento en silencio. Ginny estaba pensativa mirando por la ventana.
-Esta vez estoy preparado Ginny. No dejaré que nos ocurra nada- dijo Harry.
-Lo sé Harry. Me siento segura contigo al lado- aseguró la chica. –Lo que me preocupa es que si Shahab es tan fuerte como parece, podemos estar encaminados a una Tercera Guerra Mágica, como en tiempos de Voldemort. No quiero volver a pasar por ahí. No quiero ver cómo te vas de mi lado...-.

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Las Reliquias del Perdón
FanfictionLa autora de nuestra saga favorita nos dejó con ganas de saber más sobre lo que pasó en los 19 años entre el final de Las Reliquias de la Muerte y el Prólogo de la historia. Con esta pequeña novela intentaremos hacernos una imagen de esos años, aunq...