Capítulo 6

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Al lunes siguiente me recoge Samuel para ir a clase, como todas las mañanas. Esto se está convirtiendo en costumbre, aunque me gustaba más cuando venía Jenn. Espero que se recupere pronto. Cuando llegamos a clase, me despido de Samuel con un beso rápido, y entro en Biología. Jennifer está sentada en la mesa contigua a la mía, y sonríe cuando me ve entrar. Yo también sonrío, cómo no. Estoy muy contenta de que se haya recuperado. Me siento a su lado.

-Buenos días – Digo, con mucha efusividad. Realmente me alegro de verla en clase. Me acerco para darle un beso en la mejilla, pero ella se gira hacia mí, y acabamos dándonos un beso en los labios. Dios. Nos quedamos mirándonos con una expresión indescifrable, y luego bajo la mirada, y saco mis cosas de la mochila.

-Vaya, hola. – Se le ha trastornado la voz, ahora la tiene unas cuantas octavas más aguda. Qué tensión.

No nos da tiempo de hablar mucho más, porque la profesora empieza a hablar, y todos se callan.

-Bueno chicos, como podéis ver, os he traído al laboratorio para que, en parejas, diseccionéis una merluza. Os voy a repartir una ficha y tenéis que apuntar las partes que podéis distinguir y dibujarlas.

La maestra pasa por nuestra mesa, y nos pone delante un pez muerto. Jennifer y yo intercambiamos una mirada de asco, y luego nos reímos. Nos dan un bisturí y unas pinzas a cada una. Le hago una incisión al pez. Qué asco.

-Necesito que aguantes esto así – Le digo a Jennifer, que parece tener tanto asco como yo –.

Ella se acerca más a mí, poniendo sus dedos encima de los míos. Su tacto me produce una extraña sensación, y aparto la mano rápidamente. Levanta la cabeza para mirarme, y apenas nos separan unos centímetros. Huele a vainilla.

-¿Así? – Susurra, y se le dibuja esa sonrisa prepotente tan suya.

El pulso me va a mil. Joder, sólo estamos en clase de biología. Concéntrate, Emma. Sólo es Jenn, no tengo por qué ponerme así.

-Sí, gracias – Le digo, con la voz más normal que puedo –.

Sigo explorando el interior del pez, mientras Jennifer mira lo que hago. Tiene la cara pegada prácticamente a la mía, y el olor de su colonia de vainilla me desconcentra. Apoya su mano en el extremo de mi silla, y se acerca más a mí. No puedo dar la clase así.

Giro la cabeza, y me quedo mirándola con la cara más natural que me sale. Ella me mira, con curiosidad.

-Hueles a vainilla – Le digo, y bajo la mirada a su boca. Ella se queda descolocada. Vuelvo la mirada a sus ojos, y no puedo evitar sonreír –.

-Es… la colonia – Se ha puesto nerviosa. Le aparto el pelo del cuello, y le vuelvo a mirar, esta vez con picardía.

-Ah.

Le sonrío amigablemente, y ahí termina la conversación. La tensión entre nosotras se puede palpar. Cuando acaba la clase estoy mareada, no sé si por el olor a pez muerto, o porque no he podido pensar en otra cosa que no fueran los labios de Jenn. Me estoy empezando a preocupar, esto se está volviendo insoportable. Por suerte, no volvemos a coincidir en ninguna otra clase el resto del día.

Cuando llego a casa, no puedo quitarme de la cabeza a Jennifer. Necesito distraerme con algo, no puedo seguir así. Desde el beso en la bañera sólo pienso en eso, y desde que Jennifer me mintió sobre ello, no he hecho más que darle vueltas al asunto. Yo soy totalmente heterosexual, siempre lo he sabido. Me encantan los chicos, y no entiendo por qué un simple beso entre amigas –borrachas, en una bañera– me ha trastornado tanto.

Me pongo los auriculares a toda hostia, y me pongo a bailar mientras limpio mi cuarto. La verdad es que ha quedado muy bonito después de la mano de pintura que le he echado. Cuando acabo, bajo a ver qué hace mi madre.

-Hola, mamá. ¿Te ayudo en algo?

-Hola, cariño. Claro, ponte a pelar esas patatas – Me pongo a ello. Me encanta ayudar a mi madre en la cocina, siempre me ha dicho que tengo talento para cocinar –. Y bueno, cuéntame qué tal va todo. Hace tiempo que no veo a tu amiga por aquí, ¿está bien?

Hasta mi madre me hace pensar en Jennifer. Genial.

-Sí, Jennifer está bien. Ha pasado una gripe y ha estado algunos días en cama, pero ya está recuperada.

-Me alegro. Y ese chico… Samuel. ¿Todo bien? – Se gira para mirarme con curiosidad, esperando mi respuesta –

-Sí, mamá. Es muy buen chaval, este fin de semana voy a quedar con él para que venga a estudiar a casa, ¿te parece bien?

-Tu padre y yo nos vamos todo el fin de semana a la ciudad, es el cumpleaños de un primo lejano suyo. Así que os dejaremos más privacidad – Me guiña el ojo – Pero ves con cuidado, hija.

-Gracias, mamá – Le doy un beso, y termino de pelar las patatas.

Vuelvo a subir a mi cuarto, y llamo a Samuel para invitarle este fin de semana. Como cabía de esperar, está encantado con la idea de que mis padres vayan a estar fuera. Llevamos poco tiempo juntos, pero sé que él espera que nos acostemos este fin de semana. Yo no lo tengo muy claro, además estoy muy liada con el tema de Jennifer. A lo mejor lo que tengo que hacer es acostarme con él, a ver si me quito a Jenn de la cabeza. 

The way I feel about her. (Parte 1)जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें