Ni siquiera me conoces.

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Nicole's POV

-Así que, ¿suit imperial, señorita Haught? ¿O debería decir señorita Hudson?-Samuel y yo subimos al ascensor que me llevará a mi habitación-.
-Siendo una Hudson evito muchas situaciones incómodas, Samuel-le explico- y era la única habitación disponible, no me juzgues. A veces uno se puede dar ciertos gustos-le sonrío y él carcajea por mi comentario-
-Henos aquí, señorita Hudson-me guiña el ojo-
-Gracias, Samuel. Puedes dejar mi maleta por ahí. Aquí tienes.-le ofrezco propina-
-No, señorita. Usted me agrada. No recibo dinero de próximos amigos.-me guiña el ojo y se dirige a la puerta- disfrute su estancia. Hasta pronto.
-Bye.
Me tiro con brazos abiertos sobre mi suave cama y pierdo noción de mí.

Cuando despierto, me encuentro a mi misma abrazando una almohada, la aviento lejos, me tallo los ojos y veo mi reloj de muñeca. Mierda. Dormí demasiado.
Saco mi celular y en lo que recargo la batería, observo que tengo un par de llamadas perdidas de Leah. Le llamo. Al segundo pitido contesta.

-Apuesto 100 a que estabas dormida.-puedo imaginar la sonrisa en su rostro-
-Declino tu apuesta
-¡Aja! Lo sabía. Me debes 100 pesos.-canturrea como niña pequeña-
-Por supuesto que no, Leah. Yo nunca acepté.
-No era necesario.-ríe-
-Eso es injusto.
-Claro que no, porque te recompensaré con mucho alcohol en tu sistema.
-Continúa...-mi hermana ríe otra vez-
-Te veo en veinte minutos para comer juntas y después encontrar a Tom para el cateo de bebidas.-dice en su tono mandón habitual-
-Sí, general. Yo también te extrañé.-se queda callada- ¿Leah?
-Te veo en el lobby en veinte minutos, Haughtie.-ese apodo me lo dio cuando éramos adolescentes y yo comencé a ir al gimnasio. Ella hacía alusión a nuestro apellido y a mi trabajado cuerpo en ese entonces.-
-Te espero.
-¿Nicole?
- Dime-no habla. Únicamente se escucha la estática del teléfono y su respiración.- ¿Leah?
-Te eche mucho de menos-y colgó-

Típico de Leah. Le cuesta mostrar sus sentimientos y más cuando la han lastimado con anterioridad; cosa que yo no estoy orgullosa de haber hecho. Sonrío al teléfono y me apresuro a cambiarme para mi encuentro con Leah.

Camino a paso rápido hacía el lobby, voy diez minutos tarde y estoy segura que Leah me lo recriminará como bien sabe hacer.

-¿Por qué siempre llegas tarde a todos lados?-está en medio del lobby con las manos sobre la cintura y mirada demandante-
-Hola, hermanita. Me da mucho gusto verte otra vez, ¿cómo has estado?-digo sarcásticamente con el afán de molestarla más-
-Nicole.-inhala exageradamente mientras yo suelto una ligera risita-
-Cálmate, estaba jugando. Siento la tardanza; me hablaron del trabajo.
-Ven acá-me jala de la muñeca y da un fuerte abrazo-
-Wow. De verdad me echaste de menos-le digo para picarla. Me suelta inmediatamente-.
-Lo arruinaste-rueda los ojos pero sonríe ligeramente- vamos ya, que tengo hambre, Haughtie.
-Odio ese apodo-comento mientras le sigo el paso rápido que siempre ha tenido-
-Siempre lo has hecho.-ríe-

Leah me llevó a un restaurante español. La comida estaba buenísima, mi madre se lució al ubicar este restaurante en su hotel. Afuera nos encontramos a nuestro hermano, y después de los saludos, los tres nos dirigimos a lo que más me emociona el día de hoy: el alcohol.

-Pensé que iríamos al bar-digo frustrada al entrar a un salón que tenía finta de todo menos de bar.-Tom ríe.-
-¿Quién dijo algo de bar?
-Tom
-¿Yo? ¿Cuándo? No pongas palabras en mi boca que nunca dije.-sigue riendo-
-Tú me dijiste hace rato
-Pues lo que sea que te halla dicho está mal, Nicole.-se une a la risa-
-Yo hable de catear bebidas
-Aja... alcohólicas-de nuevo mi comentario provocó risas en mis hermanos-
-Pero nunca en un bar, Nics.
-¿Y entonces que es esto? ¿Dónde estamos?
-Esto, Nicole. Es el que será el salón de fiestas para mi boda.
-Oh-¿qué más puedo decir? Ahora me siento avergonzada por mi actitud alcohólica-.
-Y allá, Haughtie-toma mi mentón y dirige mi mirada hacía una esquina del lugar- está el bar... donde beberemos.-me guiña el ojo-.
-Oh-repito-
-Impresionante, ¿no?-Tom ríe por mi expresión-
-¿Pues que estamos esperando?-prácticamente corro hacía la barra-
-Calmada, Haughtie. No queremos que nos saquen del hotel de nuestra madre-ríe-
-¡Al diablo!

Después de varios shots de diferentes tragos, ya siento el alcohol y su efecto por mis venas. La lengua se me traba y comienzo a hablar de más.

-Y fue así como termine preguntándole el color favorito a una anciana en un club nocturno.
-Perturbador.-Tom da otro trago a lo que sea que está tomando-
-No sé ni que decir. Estoy... ¡Waverly!-literalmente escupo el contenido de mi bebida. Tom ríe porque ya está igual o más borracho que yo. Que buen ejemplo soy de hermana mayor.- ¡Ven, Waves!

Observo como Waverly se acerca sonriendo hacía nosotros. Mierda. ¿Qué hago?

Cuando ya está lo suficientemente cerca tomo otro shot porque vaya que se ve hermosa con ese vestido blanco que trae puesto.

-¡Waves!-mi hermana la abraza efusivamente. Al parecer a ella también ya se le subió el alcohol, y Waverly lo nota pues ríe ante su reacción, aunque sin apartar la mirada de mi-. Mira, ya conoces a Tom-se saludan de beso en la mejilla y por primera vez siento celos de mi hermano- y ella es...
-La conozco, Leah. Es...
-Tengo que ir al baño-me levanto tan rápido que al estar en pie siento perder el control, me mareo y por poco quedo tirada en el suelo, sin embargo no lo hago pues mi hermana me sostiene de un lado y Waverly del otro. Vaya pesadilla-
-Uou uou, alguien ha tomado demasiado tequila-Waverly ríe.-
-No tienes idea.-apenas logro decir, susurrando sobre su hombro, pues ahí fue donde mi cabeza se instaló al por poco caer como res en el suelo.-
-¿Te llevo al baño?-Tom se ofrece, pero Leah lo detiene sabiamente.-
-No. Waverly nos ayudará con eso, mientras yo, hermanito-lo abraza y me suelta provocando que yo me abrace totalmente a la cintura de Waverly para evitar caer. Gracias Leah.- te llevo a ti a tu casa.
-¿Por qué no mejor me esperan ustedes dos aquí-señala a mis hermanos- mientras yo la acompaño al sanitario, y después los llevo a sus respectivas casas?-Waverly sugiere-
-Entonces otro tequila, por favor-grita Tom-

Waverly coloca su mano sobre mi cintura, me ayuda a levantarme, quita un cabello de mi frente sudorosa y me sonríe. ¿Por qué me sonríe? Seguramente mi aspecto es el más asqueroso y ella me está dando la más dulce sonrisa.

-Vamos, Hanna. Toma mi cintura-dice con otra sonrisa. Yo la obedezco.-
-¿Quién es Hanna?-le digo mientras caminamos hacía el sanitario, ella al parecer lo toma como algo divertido y ríe.-

Waverly me coloca pañuelos mojados sobre la frente mientras yo observo detenidamente cada movimiento que ella realiza.

-¿Por qué haces esto?-le pregunto-
-¿Qué, Hanna?-otra sonrisa mágica-
-Esto.-señalo sus manos sobre mi- ni siquiera me conoces.-retira sus manos y de pronto siento frío-
-Bueno, eso se hace cuando quieres caerle bien a alguien-me sonríe una vez más, dejándome llena de confusión.- espérame aquí, iré a checar a los chicos y vengo por ti ¿está bien?-aprieta con dulzura mi antebrazo- ya vuelvo.

La veo salir de los sanitarios y volteo hacía el espejo. ¡Que espantosa me veo! Rápidamente, me echo agua en la cara y recargo sobre los lavabos. Todo me da vueltas. Tequila traicionero. Y vodka. Y whiskey. Y vino. He aquí la cuestión. Nicole Haught combinó bebidas alcohólicas, y ahora está como estúpida en el baño, esperando a una dulce y hermosa chica porque ella no puede ni caminar. Waverly de seguro piensa que estoy mal de la cabeza.

Respiro profundamente aún recargada sobre los lavabos cuando escucho la puerta abrir y cerrarse.

-¿Estás bien?-la escucho aún lejos de mi, y deseo con todas mis fuerzas que esté cerca como hace rato lo estuvo-
-¿Me veo bien?-le miro y ella ríe- no contestes.-se acerca y me retira otro mechón de la frente-
-Con un baño caliente, una aspirina y descanso eso se puede arreglar-sonríe. Me pregunto si nunca se cansara de sonreír. Asiento con la cabeza, hipnotizada por su rostro.- ven, vamos, te llevaré a tu habitación. Tom y Leah se han ido con el novio de Leah.-me sostiene una vez más por la cintura al igual que yo de ella, y puedo oler su delicioso perfume. Dulce. Igual que ella.- por cierto, eres una mentirosa.-me paro en seco- me has mentido desde que llegaste.-dice con seriedad. Joder. Hasta se me ha bajado el alcohol. Lo sabe. Ahora recuerdo que para ella soy Hanna y no Nicole. Joder.-
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¡Hola! Espero que les haya gustado este capítulo. Díganme si sí o si no. Y comenten que creen que pasara; ¿será que Waverly ya sabe que Hanna no es Hanna?

Gracias por leer.

By: stubborn-hummingbird

Luz De DíaWhere stories live. Discover now