Siete.

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Un par de cabezas giraron en su dirección, y el menor de los Hadid inmediatamente se puso de pie en cuánto lo visualizó, saludando cortamente con una sonrisa que el moreno no pudo corresponder.

Ojos zafiro se posaron en Liam, y éste trató de tranquilizar el temblor que empezaba a atacar sus manos. No quería arruinar la oportunidad a Louis de hacer su vida, Anwar parecía un buen alfa, y era agradable, sin duda su amigo necesitaba de alguien como el castaño.

Lastimosamente, Louis tenía otros planes, no le gustaba tener que ver al ojimarrón en ese estado, por lo que se puso de pie tomando su chaqueta y, cuándo el par de alfas lo miraron, sonrió en disculpa al ojiverde. —Debemos irnos, An, pero fué un gusto el haberte conocido más.
Le hizo señas a Liam para que lo siguiera, pero antes de que siquiera pudieran dar un paso lejos del par, una rubia bajita apareció con una sonrisa emocionada. —¡Aquí están! Oh, creí que no llegaría, qué suerte que el tráfico se agilizó. Anwar, querido. —Dejó un beso en la mejilla de su hermano menor y uno en los rosados labios del pelinegro. Liam se sintió desfallecer cuándo pudo darse cuenta de la marca que adornaba el blanquecino cuello de la omega. Se llevó una mano a su propio cuello, dónde tiempo atrás la suya podía apreciarse con facilidad, pero ahora era un vago recuerdo.
Zayn miró la acción, y tuvo que tomar todo su autocontrol para no rugir cuándo no vio marca más que la de nacimiento. Sólo si se prestaba real atención se llegaba a ver una ligera línea grisácea arriba de la clavícula, pero eso era todo.

— ¿No pueden quedarse un rato más, Lou? —Liam tragó saliva. Se sintió culpable al ver la mueca de tristeza que el alfa había hecho.

—Me gustaría, pero de verdad tenemos que irnos.

Liam miró a Louis, sonriendole levemente antes de negar y acercarse para susurrarle. —No hay problema, Lou. No le hagas pasar un mal rato.

—Li, no voy a dejarte sentir ma-

—Sabíamos que ésto iba a pasar en algún momento, es mejor que lo enfrente ahora, a que lo haga más tarde.

El ojiazul lo miró dudoso segundos antes de ceder. —Si es mucho para ti dime y nos marchamos.

—Eso no va a suceder.

—¿Se van ya? —Liam masticó su labio inferior, recorriendo con la mirada a la omega. Era hermosa, lo reconocía, transpiraba amabilidad y cariño por cada poro y tenía una dulce fragancia, tal como a Zayn le gustaba.

Tenía al fin a la omega perfecta.

—Nos quedaremos un rato más.

—Entonces, ¿qué esperamos? Chicos, quiero presentarles a Liam, y Louis.—Los azules ojos del alfa brillaban de alegría al ver a su omega. —Y ella es mí hermana Gigi y su alfa, Zayn Malik.

—Un gusto conocer a ambos.

La omega chilló de emoción, acercándose al par y comenzó a jalar sin cuidado las mejillas de ambos. —Son lindos, muy muy lindos.

Un gruñido se escuchó cuándo el menor de ellos gimió de dolor, ganándose un par de miradas curiosas y algunas con temor.—Oh, cariño, no te enfades. Son omegas, tú eres mí alfa.—Caminó nuevamente hacia el moreno, quien no había quitado la mirada de encima a Liam.

—Tomemos asiento, entonces. Y en lo que el mesero llega, ¿por qué no nos cuentas de ti, Li?

Zayn sabía que el alfa era muy distinto a lo que diariamente se veía y conocía, pero como que volviera a llamar al castaño con apodos dulces, no sobrevivirá para contarlo.

Louis miró nerviosamente a su amigo, era obvio que todos los presentes podían sentir la tensión que el moreno desprendía y eso los ponía nerviosos aunque no quisieran.

—Bueno, amh s-soy Liam Payne y, amh- ¿qué quieren saber? —Levantó la mirada y miró a todos, respiró más tranquilo al ver la minúscula sonrisa que su mejor amigo le dió.

—¿Por qué no nos cuentas de esos maravillosos hijos que tienes, Li?

—¡Ouh, ¿tienes hijos?, qué bello!

El castaño boqueó tratando de coger algo de aire, ojos abiertos de furia lo miraron a espera de su respuesta.

—Sí, bie-

—James es fascinante, siempre cuidando de todos aún cuándo es demasiado tímido para hablar con otros, pero nos sorprende cuándo alguno está en peligro, o él cree que lo están, se convierte en una persona completamente diferente.

Liam agradeció mentalmente a su amigo, él estaba a punto de hacerle saber a Zayn que los niños a los que había visto eran en realidad sus hijos.

—Eso es fantástico, Li, ya no tienes que preocuparte por Cole, sabes que James hará un excelente trabajo cuidando de su melliza.

Y bueno, nada iba a salir bien ésa tarde.

Afortunadamente para Liam, y desafortunadamente para Zayn, el mesero hizo acto de presencia, pidiendo disculpas por su retardo y llevándose la orden de todos.

Su mejor apuesta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora