Recuerdame (Billdip)

Capítulo 1

~Narrador Ford~
Hacia un mes que había empezado el verano y como cada año mis sobrinos habían venido a pasarlo aquí, ya tenían diecinueve y desde hacía dos años dormían en distintas habitaciones ya que ambos se quejaban por el poco espacio.

Una noche estaba en la planta de arriba buscando un aparato que no encontraba en mi laboratorio, pensé que tal vez lo tenía Dipper, pero cuando note que la luz de su habitación aún estaba encendida a pesar de que acia una hora que se había ido a la cama sospeche que ocurría algo.

Me detuve en el umbral de la puerta al escuchar una conversación y observe sin palabras como mi sobrino estaba tumbado con la cabeza en el pecho de un chico rubio de piel morena, que no reconocí pues no se veía bien desde la puerta, me quede allí escuchando la conversación casi en susurros que estaban teniendo.

–Algún día tienes que decírselo a tu familia. –dijo el rubio.

–No les gustará, sobre todo a Ford y no quiero que me alejen de ti, o peor, que te maten.

–Yo tampoco quiero alejarme de ti, pero odio tener que entrar en tu casa a escondidas por la noche, como si fuera un vulgar ladrón, ¿sabés algo? Me gustaría verte despertar algún día– observé como el rubio se incorporaba y besaba la frente de Dipper justo en su marca de nacimiento– además tu puedes convencerles yo confío en ti y se que no pondría mi vida en riesgo si la dejo en tus manos.

–Haces que me sonroje –se quejo mi sobrino.

–Me encanta que te sonrojes –vi como le daba un beso en la boca a mi sobrino, estaba a punto de entrar a darle una paliza cuando me di cuenta que Dipper correspondió el beso– ¿a quién engaño? Me gusta todo de ti, te quiero pino.

–Yo también te quiero Bill, más que a mi mismo.

Por un momento pensé que mi corazón se pararía ¿Bill había vuelto? ¿Qué hacía con mi sobrino? Decidi qué lo mejor sería hablar con él por la mañana sin Bill delante, de forma que no pudiese controlar le.

~Narra Dipper~

Bill me dejo, como siempre, un rato antes de que saliera el sol aunque yo no lo note ya que llevaba varias horas dormido, un rato después de su fuga y con algunos rayos de sol dándome en los ojos desperté.

Baje a desayunar como casi siempre esperaba encontrar a mi tío Stanley charlando con Mabel de cualquier tema y a Stanford callado comiendo, para mi sorpresa al llegar a la mesa donde solíamos desayunar no encontré ni a Stan ni a Mabel, sino a un muy enfadado Ford.

–Siéntate, ya –me ordeno, yo acaté su orden y me senté frente a un baso de leche y unas tostadas.

–F-ford– dije con algo de miedo por el tono que había usado antes –¿Ocurre algo? –Coji una de las tostadas.

–¿Qué si ocurre algo? No se explicármelo tú.

–No será por... – pensé en que nunca le había pedido aquel invento pero no era para ponerse asi –lo coji prestado un momento.

–¿De qué hablas?– estaba desconcertado.

–De el invento que coji el otro día, debí decírtelo, lo siento.

–Yo no hablo de ningún invento hablo de que es lo que haces por las noches.

–Do...dormir –dije algo incómodo sospechando a donde quería llegar.

–No me vengas con tonterías niño. Se que estuviste con alguien anoche en tu habitación, se que se besaron, se que no era la primera vez que venia y se que era Bill Cipher.

Me quede sin palabras no sabia que decir mi corazón iba a mil por hora y pensé que se me saldría del pecho.

–Te doy cinco minutos para que me cuentes todo –dijo con voz autoritaria, me asuste un poco, nunca le vi tan alterado.

–Y-yo –suspire – si salgo con Bill Cipher el mismo que intento destruirnos pero ha cambiado te lo prometo ya no piensa en destruir el mundo –dije quedándome sin aliento.

–Seguro que te manipuló para que pensaras eso y es imposible que el no quiera destruir el mundo, estamos hablando de Bill, un demonio.

–Se que lo que siento por él es real y que no me manipuló –dije completamente convencido.

Mi tío me miro con una mezcla de enfado y decepción.

–¡Bill es un demonio y no puede sentir amor!– grito.

–¿Cómo estás tan seguro?

–Porque lo se Dipper –Me observó –Lo siento Dipper tengo que hacer esto, Bill es más peligroso de lo que crees.

Mi tío saco el arma de borrar la memoria yo me asuste pero estaba completamente congelado, no podía moverme.

Me disparo y olvidé todo lo que tenía que ver con Bill, lo último que recordaba de él era su derrota tras el raromagedon.
~~~~~~~~~~~~~
Esto es todo, 805 palabras. Espero que os guste.