Capítulo 4

9.4K 890 496
                                    

~Narra Dipper~
Solté a Mabel poco a poco y salí de allí corriendo hasta el laboratorio de Ford.

Baje las escaleras que se encontraban tras la máquina expendedora y encontré su laboratorio vacío, seguí bajando hasta una sala poco iluminada, no había estado nunca allí, esta solo tenía unas sillas, un cristal y una mesa.

Me acerque al cristal y observe a Bill con un aparato en el cuello y algo de sangre sobre su camisa, estaba atado a una silla de metal y junto a él se encontraba Ford, Bill estaba bastante molesto con lo que este le susurraba al oído.

Busque la forma de entrar, pero nada.
Dirigi de nuevo mi mirada hacia mi novio y mi tío, Ford le quito el objeto del cuello y algunas gotas de sangre le el cuello recorrieron hasta llegar a manchar su camisa.

–Aguantas te bien demonio.

–Maldito sádico, por mucho que me tortures no dejaré de amar a Dipper, que te vaya entrando en el cabezón, seis dedos.

–Dejaras de estar tan feliz.

Mi tío salió de mi campo de visión y volvió con un extraño palo de metal le colocó una mordaza a Bill de forma que no pudiese emitir ningun sonido y comenzó a tocarle con la punta de la barra de metal, él se retorcido de dolor, poco a poco las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas y Bill no estaba allí para limpiarlas, busque por toda la pared una puerta.

Empeze a acariciar la pared para saber si había alguna piedra o saliente que abriese una puerta secreta, nada.

Volví al cristal ya solo estaba Bill, se había desmayado pero parecía estar bien. Iba a golpear el cristal cuando escuché un fuerte ruido a mi espalda me gire y descubrí a mi tío, muy sorprendido por verme allí.

–Dipper –dijo con enfado–¿Qué haces fuera de tu habitación?

–Salvar a mi novio– declare con temor.

–¿Tu novio? ¿Por qué no pudiste enamorarte de alguien normal? ¿Por qué tubo que ser de nuestro enemigo?

–No lo se Ford, de lo único que estoy seguro es de que le amo, así que por favor, dejale ir– dije entre lágrimas.

–Lo siento Dipper, pero estoy seguro de que no quiere nada bueno.

Me tío me arrastro escaleras arriba, me volvió a encerrar, pero en esta ocasión sobornó a Mabel con chocolate para que no abrirse la puerta tras la que me encontraba llorando y rogando por salir.

Golpee un par de veces la puerta antes de sentarme en el suelo a llorar abrazado a mis rodillas.

~Narra Bill~
Hacia un rato que había despertado y Ford ya no estaba allí, me concentre en curar mis heridas con los pocos poderes que tenía a mi disposición, no quería seguir sufriendo, pero si con eso lograba que seis dedos entrará en razón y notase que realmente siento algo por pino, aguantaría todas las torturas que se le ocurrieran.

Ford volvió con una silla de metal que colocó enfrente de mi, después se acerco a mi oído y susurro.

–Disfruta del espectáculo, demonio. Esta es la última tortura, me guarde lo mejor para el final, diviértete.

Ford colocó a Dipper en aquella silla y lo ató con fuerza, estaba desmayado pero poco a poco levanto la cabeza y me sonrió mientras decía mi nombre.

–¿Dipper? No –dije con desesperación al entender que iba a suceder– No Ford, es tu sobrino, no se merece sufrir por mi, tortura me lo que quieras pero déjale en paz –las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos, mis sentimientos eran una mezcla entre rabia e impotencia.

–Te quiero –dijo Dipper mientras Ford se acercaba a unas palancas para bajarlas poco a poco. No sería capaz ¿verdad?

Un grito me negó mi afirmación, vino seguido de otro que desgarro mi corazón, otro, mis lágrimas salían sin siquiera darme cuenta, uno más, mis ganas de matar a Ford aumentaban poco a poco, el siguiente provocó que mis lágrimas salieran como nunca antes, uno más, mi sufrimiento era cada vez mayor, otro, hacia rato que había dejado de mirar a mi pino, no quería verle sufrir. De repente los gritos cesaron, levante la cabeza, mis ojos ya habían empezado a volverse rojizos por el descontrolado llanto.

–No te preocupes, seguiremos en un rato –Ford le dio un largo sorvo a su café mientras salía de allí.

–Dipper, pino, por favor, reacciona –nada ningún resultado.

~Narra Dipper~
Odiaba estar encerrado allí, normalmente estaría feliz de estar en mi habitación a solas ya que podría leer con tranquilidad, pero sin envargo ahora no hacía nada más que pensar en mi novio, Bill estaba siendo torturado y yo estaba allí simplemente sin hacer nada llorando.

Me seque las lágrimas con la manga de mi camiseta y comenzé a buscar una forma de salir de allí, recorrí toda la habitación con la mirada, hasta parar la vista en la ventana, esa sería mi vía de escape, la abrí observando la distancia con el suelo, después coji una cuerda que dormía en un cajón de mi escritorio, la ate a un pilar de la habitación y salte por la ventana esperando que nadie me viese.

Llegue al suelo sin mucha dificultad, después entre en la cabaña y más tarde atravesé la puerta oculta tras la máquina expendedora.

Baje al soltado donde se encontraba Bill, seguía atado pero en esta ocasión estaba llorando, nunca lo había visto de esa forma, atravesé el pasadizo y entonces descubrí porque lloraba, una replica mía se encontraba justo enfrente del rubio con aspecto desmayado, Ford no estaba por ninguna parte, asique me acerque a mi novio.

–Valla yo matando me por llegar aquí y tu ya me habías sustituido– dije, él levanto la cabeza y me observó, en sus labios se dibujo una sonrisa –siento haber tardado tanto en llegar –me acerque para desatar le.

–Gracias por rescatarme pino –me dijo mientras me abrazaba –¿Te he dicho alguna vez que te amo?

–Yo también te amo –dije antes de que aprisionara mis labios en un beso lleno de ternura.

Continuamos abrazados hasta que escuchamos un ruido a nuestra espalda, ambos nos separamos y observamos como mi tío entraba.

–Bueno demonio, tengo una noticia buena –dijo sin observarnos, cuando levanto la mirada y me descubrió allí se sorprendió bastante –Dipper, bueno quedate la noticia también es importante para ti.

–¿Importante? ¿Me vas a dejar salir con Bill?

–Pues... –suspiro –si, Bill me ha demostrado que sus sentimientos eran más que una invención y tú también, pero –dijo antes de que yo pudiese celebrarlo –estaré vigilando al demonio y si hace algo fuera de lo normal, lo mato.

–Entonces, ¿Puedo quedarme con pino? –dijo con una sonrisa burlona.

–Estas jugando con fuego.

–Tampoco es que valla a hacerle daño –me beso la frente –te amo, pino– susurro en mi oido.

–Yo también, dorito.

–¿Dorito?

–Si, se me acaba de ocurrir, tu me llamas pino y yo a ti dorito.

–Esta bien.

Me beso en los labios con pasión y yo me deje llevar, sin siquiera pensar que mi tío nos observaba, poco a poco nos separamos, con la respiración agitada.

–Supongo que debo acostumbrarme a eso –dijo mi tio con un suspiro.

Ford se fue dejándonos a solas, antes de irse había desactivado el campo de fuerza para que Bill pudiese salir y un rato después de que mi tío se fuera y tras decirnos cuanto nos habíamos hechado de menos y lo que nos queríamos, salimos sin miedo a declarar nuestro amor durante el día también, ya que Ford había aceptado nuestra relación.
~~~~~~~~~~~~~
Se terminó 😭, espero hallan disfrutado de todo el fanfic, muchas gracias por leerlo.

Recuerdame (Billdip) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora