Recuerdame (Billdip)

Especial Navidad

La Navidad se acercaba y en el pequeño pueblo de Gravity Falls y un demonio terminaba de planear su regalo de navidad para su novio, junto a la gemela de este.
–¿Crees que le gustará? –preguntó nervioso el rubio.
–Claro que sí, no te pongas nervioso ahora.
–Es que no estoy seguro.
–Lo amará ya verás.
El rubio respiro hondo e intentó tranquilizarse.
–Nadie diría que fuiste el demonio que intento matarnos a todos.
–Eso fue hace tiempo yo ya solo mataría a quien se atreverse a tocar a pino.
–Bill–dijo observándole, mientras este se ponía levemente rojo– eso es muy hermoso.
Bill no respondió, simplemente siguió preparando el regalo para su novio y cuando ya estuvo preparado se levanto y se escondió.

Dipper llegó a la cabaña, no estaba seguro de que a Bill le gustase su regalo, tal vez debió escoger otra cosa.
Colocó la mano en el pomo y cuando iba a abrirlo descubrió una nota en la puerta.
''Bienvenido pinito, te he preparado una pequeña sorpresa, espero que lo disfrutes, comienza buscando algo que compartimos en la cocina.''
La nota era claramente de Bill, la curiosidad le pudo e hizo que siguiera aquella pista.
-¿algo que compartieron en la cocina?- pensó Dipper mientras se acercaba a la puerta de esta donde había otra nota.
''¿Quieres una pista pino?''Decía la nota de la puerta ''Era la primera vez que yo lo probaba y que tú lo preparabas.''
Una idea fugaz cruzo por su mente, el chocolate caliente, corrió hacia la estantería donde guardaba el bote y allí encontró la siguiente nota.
''Está era muy fácil ¿cierto? La próxima esta donde encontré algo que brillaba más que mil estrellas.''
-Más que mil estrellas- pensó Dipper- ¿en el techo?- no estaba seguro pero no se le ocurría nada más así que decidió seguir su instinto.
Al llegar descubrió enseguida la nota sobre una silla.
''Muy fácil quizás demasiado pero no te confíes aún puedo sorprenderte. La siguiente pista se encuentra donde nos hicimos amigos.''
-Eso es más que facil- pensó Dipper mientras salía de la terrazita y se acercaba a las escaleras. Las subió encontrando algunos pétalos de rosas esparcidos sobre estas.
-Bill se ha esforzado mucho.
Llegó a la puerta y acaricio suavemente el pomo antes de abrirlo. Al entrar descubrió un ramo de rosas sobre su mesita de noche.
Cojio el ramo y observó la tarjeta de este.
''¿Crees que sería tan fácil? Te explico las normas a partir de aquí, hay una rosa por cada noche que nos reunimos, si, no son suficientes, el resto están escondidas en el resto de la casa y la primera pista para encontrarlas está escondida en tu habitación, suerte, la necesitaras.''
-¿Donde se le habrá ocurrido esconder eso?
Reviso bajo la cama, entre las sábanas y por la estantería, nada, estaba a punto de rendirse hasta que su mirada se paro en un libro que había leído un par de veces para Bill. Sin esperar un segundo abrió el libro y en su última página descubrió una nota.
''Se que lo sabes pero amo este libro, mejor dicho, amo tu forma de leerlo. Y de leer va la cosa, algo especial se esconde en el lugar donde sueles leer.''
Sus tíos le habían permitido usar una habitación como biblioteca, y aunque era pequeña tenía espacio suficiente para guardar todos sus libros, ya que eran demasiados para su habitación, y para leer allí.
Unas cuantas más de flores le esperaban sobre unos libros. Bajo las rosas había una pequeña caja.
''¿Unos bombones pino o sientes tanta curiosidad que no puedes ni comer? Si te digo la verdad, estoy algo nervioso, bien esta es la última pista, el final se encuentra en el lugar donde buscaría el regalo.''
Dipper no necesito ni pensar, sus piernas andaron por si solas hasta el salón decorado por guirnaldas y el árbol lleno de bolas.
Cuando se acercó al árbol descubrió que Bill estaba tras este.
–Feliz Navidad, pino, te quiero– grito Bill al verle y después salto sobre el chico que perdió el equilibrio por el abrazo acompañado de un corto beso y cayó al suelo con un golpe muy sonoro.
–Feliz Navidad, dorito.
El demonio se levanto y después ayudo al chico a levantarse.
–¿Te gustó el regalo?
–Fue el mejor regalo que me han hecho en mi vida.
–Me alegro, tu hermana me ayudo un poco.
–Bueno, toma– Dipper sacó un pequeño paquete de su chaqueta y se lo dio al demonio –se que no es mucho pero, espero que te guste.
El rubio abrió la caja y de ella sacó un suéter amarillo con un ojo en blanco en medio.
–Gracias pino, es perfecto.
–Me alegro, yo también tube ayuda de Mabel, es el primer suéter que tejo, aprovéchalo porque no haré más.
–¿No te ha gustado pinchar te la aguja? –río.
–Tal vez– el moreno volvió a besar al rubio sin esperar a que respondiera.
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Feliz Navidad a todos y que disfrutéis mucho estas fechas.