Capítulo 16

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 Mientras le consolaba con un fuerte abrazo, envolviendola todo lo que su cuerpo alcanzase para no dejar descubierta ni expuesta ningun milimetro de su piel. Ella le relataba.

- Me dijo puta y zorra, y que me iba a matar- siguió llorando. "Yo seré el que matará a alguien" pensó para sí. 


Continuó en esa dolorosa escena de ver a su humana en un estado de fragilidad emocional, donde pareciese que cualquier partícula de polvo pudiera blanquear su piel de una resquebrajadura.


 Ezarel y Cryllis observaron serios desde el umbral. 




Pasaron las horas como bandadas de lovigis migrando al sur.



 Pronto todos se encontraron en la habitación de Gardienne, ya era de noche.

 Jamón se encontraba en la puerta custodiando, mientras que Miiko conversaba junto a Nevra, Valkyon y Leiftan. 

Cryllis también estaba presente, de piernas cruzadas, se recostaba contra la pared tranquilo.

 Mientras, Gardienne estaba sentada en su cama, intentaba tener sueño, aunque no tenía muchos efectos. Pareciese como si unos micro-gnomos estuvieran sosteniendo sus parpados, con mucho rigor. El cansancio le pesaba como una cría Beriflor en los hombros, tenía su cuerpo con un dolor denso pero soportable, las extremidades que al fin tenían descanso sufrían tics que no les permitían reposar. Se tapó la cara con las manos, estresada.

 A fin de cuentas llega Ezarel, con un objeto similar a una ocarina, pero también recordandole a un porta sahumerios. Seguido de Eweleïn, al estar dentro, cierran la puerta tras de sí.

- Aquí está el incienso- anunció observando el objeto forjado en piedra preciosa. 

- ¿El incienso está dentro?- preguntó Gardienne.

- No, está en mi bolsillo. Este me lo traje porque estaba bonito. Combina con las cortinas- bromeó el elfo sin ser muy rudo. La humana inevitablemente rió, aunque hubiese preferido fingir profundo dolor.

- ¿Cuál es el procedimiento?- preguntó Miiko. Ezarel dejó el contenedor sobre la mesa.

- Bueno, como ya sabemos, es muy MUY costoso, por lo que no podemos desperdiciar ni una pizca. La cantidad con la que contamos solo nos alcanza para una noche, no podemos encenderlo mientras se quedan dormidos, perderíamos tiempo y trabajo- aclaró, y se lanzó al sillón sin pulcro- así que vayan haciendo noni noni, o Eweleïn nos inyectará somníferos a todos-.

- Yo estaría necesitando somníferos...- dijo débil Gardienne elevando la mano.

- Los somníferos u otros productos para dormir interfieren en el sueño, no conviene- dijo negativo el guardián del bosque. 

- De cualquier forma. Esperaré a que todos estén dormidos para encender el incienso. Y te despertaré cuando vea que te estén atacando- dijo Eweleïn. La humana hizo una mueca.

- No sé si podré conciliar el sueño...- repitió depresiva. Nevra entró a gatas, (no sin antes quitarse las botas) en la cama, por debajo de las frazadas.

- Vente aquí- golpeó el espacio en el colchón que dejó para ella a su lado - te ayudaré a dormir- Gardienne observó inquisitiva a la enfermera, esta se limitó a sonreír.

Me haces feliz. (Nevra)Where stories live. Discover now