Blitz

Parte 54

Antes de ir a la sala de reuniones, Marisa quiso pasar por su oficina y, al entrar en ella, lo primero que hizo fue pararse frente al ramo de flores que le había enviado Nacho, que aún seguía allí, y se lo quedó mirando por un momento; cogió la tarjeta y la guardó en su bolsillo, dio una vuelta alrededor del escritorio, observando todo como si se estuviese despidiendo de un lugar al que ya no regresaría, luego se acercó a Nacho y lo abrazó.

- ¿Estás bien? - preguntó él, separándola un poco para verle la cara.

- Si, estoy bien... - Marisa se secó una lágrima que le corría por la mejilla - Vamos, ya deben estar todos esperando por nosotros...

Salieron de la oficina y se metieron en la sala de reuniones, tal cual como ella había predicho, se encontraron con que eran los últimos en presentarse; se sentaron uno al lado del otro, enfrente estaba sentado Martín, que no apartó la mirada de ellos desde que entraron. Malena trajo café para todos y luego dieron comienzo a la reunión, siendo don Ignacio quien presidía.

- Para comenzar, aunque soy el socio mayoritario, me abstendré de dar opinión sobre el motivo por el que se convocó a esta reunión, no porque no tenga algo para decir, sino porque mi propio hijo es una de las partes involucradas en el asunto, sobre el que ya todos están al tanto- bebió un poco de agua para aclararse la garganta - Voy a ceder la palabra al vicepresidente de la junta, y a dejar que sea él quien lleve adelante el resto de la reunión, por las mismas razones antes dichas: no me parece correcto ser yo quien se ocupe de esto, siendo la conducta de Martín el tema principal a tratar - el presidente se dirigió a su segundo - Por favor, Ernesto...

- Gracias, Ignacio - el hombre se enderezó en su sillón, mirando a todos antes de comenzar a hablar - Como ya todos sabemos, se ha puesto en evidencia la conducta impropia del gerente general y, aunque los hechos hayan ocurrido hace varios años atrás, necesitamos evaluar qué tanto podría afectar a la imagen de la empresa que el hecho en cuestión se volviera de dominio público. Para no comprometer más la situación, se ha decidido separar a Martín de su cargo hasta que se haya llegado a una resolución sobre este problema - al escuchar decir esto, Marisa sintió el impulso de soltar una carcajada, y tuvo que fingir un ataque de tos para disimular ante la junta, había conseguido el segundo de sus objetivos, que era el quitar a Martín el poder que tenía dentro de la empresa; el vicepresidente miró al hijo del jefe y le habló directamente - Por respeto a tu padre, que es quien fundó esta empresa, y teniendo en cuenta los años de buen servicio que has prestado, la junta ha propuesto destituirte del cargo de gerente general, y enviarte a una de las nuevas sucursales; lo único que falta para hacer efectiva esta medida, ya que tu padre ha expresado su voluntad de abstenerse en la votación, es conocer la opinión de los dos miembros que no estaban presentes en la reunión del lunes, que son la gerente de relaciones públicas, y tu hermano.

- Al igual que hizo don Ignacio, voy a excusarme de dar opinión, por ser parte involucrada también - dijo Marisa cuando el hombre le cedió la palabra - Lo que sí me gustaría agregar, es mi palabra de que nada de lo sucedido entre Martín y yo, ni lo de hace años atrás, ni la pelea que tuvimos en mi oficina, será de dominio público por causa mía - Marisa hizo una pausa, luego agregó - También quiero poner en conocimiento de todos, que la junta tiene a su disposición mi renuncia incondicional, para el momento en que me la requieran; eso es todo... todo lo que tengo para decir.

Marisa se acomodó en la silla, girándose hacia Nacho para escuchar lo que él fuera a decir; los miembros de la junta, incluido don Ignacio, pusieron cara de sorpresa cuando oyeron que ella estaba dispuesta a renunciar. Nadie había pensado en pedirle que renunciara, no solo se habían enterado de la discusión y del motivo de la misma, sino también de la descompensación que sufriera Marisa a causa del mal momento vivido, por lo que ninguno de los miembros de la junta veía a otro responsable más que Martín, sobre quien habían tomado las medidas que creyeron prudentes para proteger la imagen de la empresa; a todos les preocupaba que se pudiera llegar a saber que el gerente general de empresas Bernardi había cometido un delito tan grave, como lo era un intento de violación, y más aún si alguien averiguaba que la víctima trabajaba también allí, lo que podría interpretarse como que el delito había sido cometido dentro de la empresa.