...El Inicio...

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Siendo sincera, conocerlo fue lo más raro que me pudo pasar desde que llegué a Nueva York.
Él tiene un bar muy famoso, un nombre muy famoso y una suerte con las chicas que me impresiona, además de una seguridad aplastante que le hace creer que con el simple hecho de conocerle ya tienes que acostarte con èl.
Aún así, existen cosas que no puedo creer todavía, comenzando por su nombre tan... "Original".

"El Hombre del Traje"
Prólogo

Nunca había nada que hacer después del trabajo, mi vida era tan simple y llena de monotonía que no entiendo como llegue aquí. Cuando podíamos, mis amigos y yo, salíamos a Bares y Antros para desestrezarnos del trabajo, una, dos veces cada cierto tiempo; Esas salidas se volvieron tan necesarias en mi vida que ahora no imagino mi fastidiosa rutina sin esas noches de liberación.
Un día me llegó la noticia, atravez de los WhatsApp's enviados por mis amistades, que se había inaugurado un nuevo Bar, no recuerdo cual era su nombre pero sin duda iríamos a estrenarlo esa misma noche y no me importa que tenga que trabajar al día siguiente, lo necesito.
Después de ocho horas trágicas de trabajo, ansiedad y desesperación, finalmente era libre, tenía que apresurarme ya que dentro de nada tenía que ver a mis amigos en aquel Bar. Pase de rápido por mi casa y cambie mi ropa, cuando llegué los chicos de la puerta aparcaron mi auto, no veía a mis amigos así que decidí entrar para encontrarlos, pocos minutos después, sentados en una mesa hablando con un hombre extraño que vestía un traje muy fino.
-¡Hey Donn! Vamos acercarte...
Camine hacia ellos, tomando asiento a un lado de mis amigas que miraban al hombre extraño con deseo y lujuria, algo que parecía no molestarle en lo más minimo. Lo mire unos segundos e intente averiguar ¿Porque lo miraban de esa forma?
No encontré nada y suspire.
-Oh, por cierto, Donn, èl es el dueño de este hermoso lugar...
-Llámalo por su nombre por favor, sólo es un modesto Bar que modifique para atraerlos a mi, soy Lucifer Estrella de la Mañana...
-¿Lucifer? ¿Querrás decir Lució Fernando?
-Eehh... No, y te voy a pedir que no compares mi nombre con las obsenas invensiones de ustedes los humanos...
Lucifer hablaba con simpatía y siempre tenía una sonrisa en el rostro, era demasiado amable para el nombre que tenía, todo lo contrario a lo que seria el verdadero Lucifer.
-Iré por un trago...
Después de escuchar tal cosa, y al ver que seria difícil obtener la atención de mis amigas, me levanté y camine hasta la barra, el Bar no estaba nada mal, buena música, bailarinas semi desnudas y una magnífica decoración.
-Whisky en las rocas, por favor...
-No es muy amable de tu parte marcharte en medio de una conversación, Donn...
Mire a mi lado y ahí estaba èl, Lucifer, que me miraba con su sonrisa y sostenía una bebida en la mano. Suspire y mire hacia el frente, su manera de ser me resultaba un poco molesta.
-¿Que es lo que quieres, Lucifer?
-Nada en especial, sólo me gustaría saber... ¿Que es lo que más deseas ahora?
-Sólo quiero desestrezarme...
-Oh no, mirame Donn, tienes que mirarme...
Lo mire y levante una ceja al verlo tan cerca de mi y con esa maldita sonrisa diabólica apuntandome, puse mi mano en su pecho y lo aleje lentamente.
-Eehh, si, eres diabólico...
-¿Que dices?
-Nos vemos...
Tome mi bebida y regresé con mis amigos lo antes posible, para mi suerte, mis amigas ya eran las de siempre así que pudimos pasarla muy bien en aquel endemoniado lugar, en cuanto a Lucifer, no volvimos a verlo en lo que restaba de la noche.

Cuando la fiesta terminó, regresé a casa y dormí hasta que me harté, al día siguiente falte al trabajo pero valió totalmente la pena haberlo hecho.
-Mi cabeza...
Me encontraba en la cama, ya eran como las 12:30 pm, me puse de pie al escuchar un ruido proveniente de mi cocina y camine lentamente hacia ahí para llevarme la sorpresa de ver a Lucifer en medio de esta.

-¿Lucifer?
-Buen día Donn, ¿Como alguien como tú puede vivir en un lugar como este?
-¿Como me encontraste?
-No es algo que Lucifer no consiga acostandose con tus amigas...
-Espera, ¿Que tú qué?
-Pues eso, me preguntaba tantas cosas ayer, ¿Sabes? Tantas que ni siquiera pude dormir...
-Lucifer, no es el momento...
Camine hasta la cafetera y comencé a prepararme café, tenía un dolor de cabeza tan grande que por ese momento podría olvidarme de èl para curar mi dolor.
-Entiendo, ¿A que te dedicas, Donn? ¿Eres secretaria, cierto? ¿En que corporación?
-Haces demasiadas preguntas...
-Sólo quiero conocernos más...
-¿Te gustaría que te hiciera preguntas a ti?
-Por supuesto, que estupenda idea es esa, tal vez después de eso podríamos tener sexo también...
-No me acostaré contigo, deja de pensar cosas raras...
-De acuerdo, lo dejaré de hacer si me aceptas una cita...
-¿Que? ¿Ahora?
-Si, ¿Porque no? Te daré veinte minutos para arreglarte como te vi ayer en el bar...
-Para eso necesito más tiempo...
-Hecho, sólo si me dejas mirar como te vistes...
-Veinte minutos estan perfectos...
Suspire y fui hacia mi habitación para darme una ducha rápida, elegir una vestimenta cómoda y maquillarme un poco a juego con la ropa que elegí. Al salir, Lucifer estaba recargado en un coche color negro mientras miraba su reloj con insistencia, me miró pasando unos segundos y sonrió.
-Justo a tiempo, Donn...
-Si, si...
Camine en su dirección pero no iría con èl a ningún lado, preferí rodearlo y continuar mi camino, haría varias cosas ese día como para perder el tiempo con aquel extraño hombre.
-Oye...
Al darme cuenta, Lucifer estaba siguiendome en su coche, tanto así que conducía a mi velocidad mientras me hablaba por la ventanilla de su auto.
-¿A donde vas, Donn? Tenemos una cita, ¿Lo olvidas?
-Acepté el tiempo que me diste pero en ningún momento dije que lo desperdiciaria contigo...
-Entonces me mentiste, pero que secretaria tan mala eres...
-No quiero que me molestes Lucifer, no te conozco y que sea la última vez que entras a mi casa...
-Pero Donn...
Tan pronto llegué a la parada de Bus, monte el primero que pasó y me perdí de la vista de ese hombre; Suspire puesto que mi energía no estaba del todo recargada, la verdad era que sólo iría a hablar con mis amigas por la mala broma que hicieron.
Llegue a la casa de una de ellas y no dude en timbrar hasta que abrió la puerta.
-¿Que sucede? ¿Todo bien?
-¿Tienes tiempo, Kim?
-La verdad me tomas con el tiempo encima, pero si, supongo que te puedo dar unos minutos...
-¿Puedo pasar?
-Adelante, siéntate, ¿Quieres algo de beber?
-No gracias...
Ya nos encontrábamos sentadas en la sala de estar, en donde había muchas hojas de papel hechas bolita por el suelo, lápices y libretas por todos lados.
El departamento de Kim es genial, cuando está limpió, aunque se que sólo pasa esto cuando esta por entregar su trabajo final.
-¿Siempre dejas que el trabajo se te acumule?
-Sabes que no soy así, es sólo que estoy por terminar el siguiente capítulo y sólo falta que el agente de la editorial venga a recogerlo para liberarme por un largo tiempo antes de que manden la autorización para hacer el siguiente capítulo, la ventaja es que puedo obtener ideas y hacer bosquejos mientras tanto...
Para los que se preguntan el trabajo de Kim, ella dibuja lo que mundialmente se conoce como Anime, y es muy buena, es un trabajo que le agrada y le gusta hacer, el anime que está haciendo es tan famoso que incluso ya están saliendo Fanfics en Wattpad, Fanarts en internet y los populares Cosplay en las Convenciones de Anime.
En fin.
-Me alegro por ti, pero no quiero quitarte mucho tiempo, sólo dime si ayer en la fiesta te acostaste con ese tal Lucifer...
-¿El dueño del Bar? Claro que no, sabes que no tomó alcohol, no estaba ebria ni mucho menos, más aparte ese tipo es rarisimo, aunque tal vez utilice su extraña forma de ser en un personaje nuevo que haré jeje...
-Lo siento, se que no tomas pero estoy en una búsqueda ahora...
Me levanté y camine hacia la puerta, creo que mi extraña actitud debió haber desconcertado a Kim, ya que su mirada me escaneada como sabiendo que no le decía todo.
-Oye Donn, ¿Segura que estas bien?
-Si, después te cuento, gracias...
Salí de su departamento y rápidamente me ubique en la parada del Bus para ir a visitar a mi siguiente amiga. Aunque Kim dijo no tener nada que ver, me sorprende un poco el hecho de que el nombre de aquel hombre no le hubiera sido suficiente como para sentirse atraída; A ella le gustan un poco las cosas que tengan que ver con el infierno.
Llegué al departamento de otra de mis amigas, llamé a la puerta y no tardó mucho en abrir, sorprendiendose un poco por mi visita pero dejándome entrar.
-Donn, que milagro que vienes a visitarme, ¿Que te trae por acá?
-No te quitaré mucho tiempo, Akira, sólo quiero preguntarte algo sobre la fiesta de ayer...
-Claro, dime...
-¿Te acostaste con Lucifer?
-¿Que? ¿Pero que clase de pregunta es esa? Por supuesto que no, Donn, me sorprende que tú...
-Alguien dijo algo que no tenía porque decirlo y sólo investigó quién fue, no estoy pensando nada contra ti Akira, sólo eliminó sospechosas...
-¿Y yo soy sospechosa? Sabes que tengo un pretendiente en mi trabajo, no me acostaría con aquel hombre por muy...
-Akira...
-La verdad es que sólo nos besamos, es que tiene un algo que es irresistible... Me siento tan avergonzada por eso, pero no pude evitarlo, mi mente decía no pero mi cuerpo actuaba por si sólo... Al final logre negarme y nada paso...
-Está bien... Te creo y no diré nada, nos vemos, aún no terminó...
-Pregúntale a Natally, tal vez ella sepa algo...
-Lo haré, gracias...
Me fui sin más. Admito que la confesión de Akira me sorprendio, eso de no pude resistirme, mi mente decía no pero mi cuerpo reaccionaba por si sólo y èl tiene algo que lo hace irresistible, la verdad no entiendo mucho a que se refería o si sus palabras fueron tan literales, que miedo sentir que alguien tiene poder sobre ti.
Finalmente logre llegar al departamento de Natally pero parecía no haber nadie, tocaba y no contestaba; Saque mi celular y marque su número, se escuchaba la melodía dentro de su departamento, colgué.
-Sale y olvida su celular, típico de Natt... Supongo que volveré después, ahora iré a visitar a mi última amiga y sospechosa...
Suspire y continúe mi camino, cielos, si no fuera porque no creo mucho en las conversaciones por teléfono, ahorita estaria en mi casa marcando desde la comodidad de mi sofá.
Cuando llegue al departamento de mi amiga, abrió después del primer llamado, tenía una sonrisa pícara que me daba mala espina.
-Donn, a que no adivinas que fue lo que me paso anoche...
-A que lo hago...
-Tuve el sexo más alocado y satisfactorio de todo el mundo...
-Lo sabía...
-¿Que? ¿Ya te lo había dicho?
-No, sólo tenía que saber quien fue la persona que le dio mi dirección a Lucifer...
-Aayy Lucifer, con sólo escuchar su nombre me recorren nuevamente esos espasmos de placer, Donn, enserio, no sabes lo que es el sexo hasta que te acuestas con èl...
-Estrella, ¿Como pudiste darle mi dirección a un desconocido?
-Lo siento, fue por accidente, debí haberla gemido en alguna ocasión, ¿Quién puede decirle que no a semejante hombre?
-Yo por ejemplo...
-Pero yo no, adoro ganar...
-¿Ahora que tiene que ver eso?
-Que me gusta ganar y que me lo ganare las veces que sea...
-Me tienes muy desilucionada, el placer no se puede cambiar por la amistad, no es correcto...
-Donn, en serio lo siento, pero mientras más lo pienso más quiero tenerlo conmigo...
Sin decir nada más, me fui.
Salí de su departamento ya que no parecía reaccionar en ese momento, con la verdad descubierta y la reacción de Estrella, ahora me queda más en claro que fue Lucifer quien manipuló la situación para meterse con Estrella y obtener lo que quería a cambio de algo tan simple como el sexo, no puedo creerlo. Regrese a mi casa con mi cena cargandola en una bolsa plástica, al entrar me doy cuenta de que Lucifer está sentado en mi comedor, con un par de velas, dos copas de vino tinto, dos platillos de comida italiana y un traje en color negro que es tan caro como la vida misma.
-Creí que volverias más temprano...
-Y yo creí haberte dicho que no entraras en mi casa...
-Por favor, sólo concentrate en la cena que he preparado para ti, debes tener hambre...
-Escucha Lucifer, se que utilizaste a mi amiga para conseguir lo que querías...
-Claro, con los poderes del diablo cualquiera haría eso...
-Aja... Y sabes que no está bien, así que te pido que te vayas y por enesima vez, que me dejes en paz...
Lucifer se levantó de su asiento y camino hacia mi, mirándome como siempre, con una sonrisa en sus labios y la amabilidad más extraña que he visto.
-¿Que deseas, Donn? ¿Cuales son los oscuros deseos de tu corazón?
-Ya pasamos por esto y...
-Mirame, escucha y mirame a los ojos, eso es...
Me encontraba mirandolo pero no lograba entender que quería sacar de eso, siempre lo mismo, así que hice lo mismo de siempre también. Lo tome del brazo y lo saque de mi casa.
-Oh por favor Donn, ¿En serio me dejaras afuera?
-Ya hablamos Lucifer, ve a casa...
Cerre la puerta y entre a limpiar todo, apague las velas, junte la comida que después guarde en el refrigerador, los platos sucios a su lugar, lo limpio a su lugar pero había algo raro, Lucifer seguía hablando fuera de la puerta.
-Donn, puedo abrir esta puerta si lo deseo, déjame entrar...
-¿Nunca se rinde?
-Donn, no vas a poder escapar de mi hasta que descubra por que no caes en mi cama...
Terminaba de limpiar el comedor cuando de repente escuche un golpe en la puerta seguido de una voz raspoza y macabra que venía del otro lado, la cual decía:

"NADIE ESCAPA DE LUCIFER"

LuciferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora