Lucifer

...Séptima Parte...

Siendo sincera, conocerlo fue lo mejor que me pudo pasar desde que llegué a Nueva York.
Él es muy famoso, un nombre maravilloso y un amante tan bueno que impresiona, además de tener un algo que con el simple hecho de conocerlo te dan ganas de acostarte con él.
Aún así, existen cosas de él que no puedo tener por completo todavía, comenzando por su total atención hacia mi.

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"Amores prohibidos"
Capítulo #07

-Amenadiel, ¿Que estas haciendo aquí? Si buscas a Lucifer, no se encuentra...
-Por muy sorprendente que te parezca, esta vez no lo estoy buscando a él, Mazikeen...
-¿Enserio? ¿Quieres un trago?
-Me cansé de pedirle que regrese al infierno...
-Lo se, esta cada vez más indomable y todo gracias a sus asquerosas amigas humanas...
Se quejaba la bella demonio al mismo tiempo que se servía un trago y lo bebía con molestia.
El ángel supo que era su oportunidad, así que no lo desaprovecharía, era hora de unir sus intentos como uno sólo y probar de nuevo.
-Así que también le has pedido que regrese a casa...
-Si y nunca terminan bien las cosas, aunque ya me resigne, no del todo pero lo suficiente como para que no me importe...
-No, no tenemos que darnos por vencidos, mi padre me ha enviado en una misión y ahora no es por él, si no por la vida de una de sus muchas luces divinas...
-Si tiene tantas, no importa que se vaya una, ¿Cierto?
-Mazikeen, si he venido hasta aquí, es para pedir tu ayuda...
-Wow... ¿Un ángel pidiendo ayuda demoníaca? ¿Dónde se ha visto eso? Ni siquiera en la televisión...
-Estoy hablando enserio, no hay otra que lo entienda más que tú, por favor ayúdame...
-Pues no he dicho que no, es sólo que...
La chica camino lentamente hasta el ángel quien no se inmutaba, recargo su delicado cuerpo en él y puso provocadoramente sus manos alrededor de su cuello.
-El precio por mi ayuda no es tan fácil de pagar...
-Haré lo que quieras...
-Vaya que si debe importarte esa luz de la que hablas, ¿Estas dispuesto a tener un pecado?
-Mi padre perdonará cualquier pecado si es en nombre de él...
-¿Quieres decir que me acostaré con él también? Que sucio... Me gusta...
-Esto es serio, por favor no bromees...
-Descuida, olvidaras hasta tu nombre y sólo querrás sentirte en el infierno cuando te posea...
La chica acerco sus labios a los del Ángel, pero una voz detuvo sus morbosas intenciones, era Lucifer el que entraba a escena y se sorprendía bastante por ver a su hermano en su bar.
-Amenadiel, pero que sorpresa hermano, ¿Qué te trae por acá? Y por favor se honesto...
-Lucifer...
Maze se alejó y camino hasta detrás de la barra para servirse un trago y servir otro a Lucifer, que camino para tomar su sagrada bebida y darle un trago.
Amenadiel suspiró.
-No me digas, vienes a pedirme que por favor regrese al infierno, ¿Es eso? Si, ¿Verdad?
-No, he venido a advertirte...
-¿Qué si no regreso al infierno nuestro padre se enojara?
-Él ya está molesto y no porque no regreses a casa, estas haciendo daño a algo de su importancia...
-Me gustaría quedarme a charlar pero sólo he venido a cambiar mi vestimenta...
-Lucifer, ¡Espera!
El atractivo hombre en traje dejo a su hermano hablando sólo mientras subía a su habitación para tomar una ducha rápidamente, había ido a la casa de Donn pero nadie respondió, necesitaba un plan B y sabe justamente lo que hará.
Amenadiel seguía viendo el lugar donde Lucifer desapareció.
-¿Ya lo entiendes? Nada, hace que Lucifer entre en razón...
-Entonces debemos hacer algo...
-¿Para qué? Sería más fácil matar a todas su amigas humanas...
-Mazikeen, eso no...
-Ya lo sé, no es correcto y bla, bla, bla... En fin, iré a hablar con él antes de que vuelva a escapar otra vez...
-Muchas gracias...
-No, no, no, recuerda que aún no me pagas, considera esto un préstamo de ayuda anticipada...
Maze se acercó nuevamente a él y besó sus labios, un beso corto pero con mucho significado, para después subir y desaparecer de la misma manera. Amenadiel tenía cosas que hacer, iría a ayudar por su lado, aún no estaba seguro de entregar su pureza a la demonio más candente que conoce.