Capitulo 24

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Estaba en casa haciendo la valija y me di cuenta que en Estados Unidos es verano así que tuve que sacar todo lo que ya había metido dentro y empezar a llenarla de nuevo. Tengo un grave problema, nunca me fui de viaje, lo más lejos que llegue fue hasta Pilar y por un día, así que no sé exactamente que me gustaría llevar y que no, y si tenemos en cuenta que encima voy a viajar con Cole eso le agrega un nerviosismo extra. Después de estar pensando por diez minutos que debería llevar decido meter todo adentro, musculosas, shorts, polleras, vestidos, ropa interior (agregue el conjunto rojo a último minuto porque una nunca se sabe), artículos de tocador, maquillaje, sandalias y decidí poner una malla enteriza, después de todo nos íbamos a La Florida y en verano. Una vez que termine la valija empecé con el bolso de mano en el que agregue pasaporte, visa, billetera, dinero, dos libros, mi ipad y eso fue todo. En tres horas ya tenía todo listo y estaba tan ansiosa que mi departamento me parecía más chico de lo que es, necesitaba salir a caminar. En eso me suena el teléfono, mi madre me estaba llamando y honestamente pensé en no atender pero a último momento decidí hacer lo contrario

-¿Hola?

-¿Siempre esperas hasta el último minuto para atender? Ya estaba por cortar.

-¿Necesitas algo madre?

-Quería recordarte que el viernes que viene es el casamiento de tu prima y que ya les confirme que ibas a ir.

Pienso en ese casamiento, no quiero ir, se lo dije miles de veces pero, como siempre, a ella no le interesa en lo más mínimo lo que yo quiero.

-Bueno madre, la verdad es que estoy muy ocupada así que te dejo.

-¿Ocupada? ¿Vos? Haciendo que exactamente si ni vida tenes.

-Voy a viajar con un compañero a Estados Unidos para hacer una reseña en conjunto para la editorial.

-Pobre hombre, no tiene idea lo tedioso que es pasar varios días con vos.

-Al menos voy a viajar y salir del país, es más de lo que puedo decir de otra gente- y me asegure de enfatizar otra gente para que supiese que estaba hablando de ella.

Hubo un silencio ensordecedor.

-Como te decía, estoy ocupada madre así que tengo que dejarte. Nos vemos en el casamiento.

De repente del otro lado no había nadie, me había cortado el teléfono y en ese momento me di cuenta que era sumamente necesario que saliese de mi departamento antes de que agarre un almohadón pensando que era mi madre.

Empecé a caminar por la ciudad sin un rumbo en concreto cuando justo pase por un local de lencería y me acorde cuando le comente a Cole de que iba a llevarle un café en baby doll y stilettos. Me puse a pensar si me animaría a hacerlo si se diese la oportunidad y decidí entrar a mirar. Veinticinco minutos más tarde salí del local con un baby doll en mano, era blanco con encaje, me quedaba muy sexy. Mire la hora y vi que en poco tiempo Cole me iba a pasar a buscar por casa así que decidí ir hasta Jaciro a comprar un café y de ahí a casa a esperarlo.

Una vez que entre al local y me vio Ale supe que tenía un par de explicaciones que dar pero no tenia tanto tiempo así que me acerque a él.

-Se que te debo una charla muy larga pero en menos de hora y media Cole me pasa a buscar, nos vamos a Miami para hacer una reseña en conjunto para la editorial así que no tengo mucho tiempo- recalco antes de que empecemos a hablar y no termináramos nunca.

-Dios mío Isa, ese chico está poniendo tu vida patas para arriba y me encanta, es justo lo que necesitabas- me dice mientras empieza a preparar el café.

Me pongo a pensar en lo que dijo Ale y es verdad, Cole llego a mi vida y desde entonces todos los días son una sorpresa y en cierto modo me estaba cambiando, estaba logrando que salga de a poco de mi caparazón y, al parecer, mis amigos se daban cuenta de esto.

-No sé qué es exactamente lo que está haciendo pero lo que si te puedo asegurar son dos cosas. Primero que estoy feliz y segundo que besa como los dioses.

Me mira y empieza a aplaudir como si fuese un nene de cuatro años.

-Sabía que ese hombre tenía más de un talento. Cuando vuelvas me contas todo y no tenes escapatoria. Acordate de llamarme para darme el número de donde se hospedan así te canto el feliz cumpleaños en unos días.

-Obvio Ale, te quiero- le digo con una sonrisa de oreja a oreja y le doy un abrazo antes de salir del local.

Me llega un mensaje de Cole que en diez minutos pasaba con un taxi por casa así que baje con mi valija y bolso de mano para esperarlo abajo. Una vez que llego, mientras el taxista metía mi valija en el baúl el me alzo por el aire y me beso. Estaba consciente de que estábamos en la calle y que todo el mundo nos miraba pero me sentía tan contenta y a gusto que no me importaba en lo más mínimo que nos mirasen.

Hasta EncontrarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora