Riding the road

Capítulo 24

Paola se separó rápidamente de Dave, Hugo estaba en la puerta del bar con cara de querer matar a alguien, y ese pobre desgraciado iba a ser Dave. Estaba vez la había liado.

-Te voy a matar estúpido hijo de puta- grito enfurecido Hugo- eres hombre muerto.

-Hugo-suplicó Paola- no es lo que parece, de verdad, yo...

-¿Tú qué zorra?, ¿te ibas a joder a otro mientras que tu puto hombre soy yo?, eres una puta más.

Un puñetazo voló hacia la cara de Hugo, Dave lo veía todo rojo.

-Eres un desgraciado- habló Dave con los dientes apretados- que sea la última vez que le hablas así o te juro por dios que tendrás una bala en esa puta cabeza tuya en dos segundos.

Hugo contraataco, en ese momento lo único que se veía era como dos hombres de metro noventa se golpeaban entre ellos, gruñidos y golpes se oían a lo largo de todo el bar.

-Por favor, parad- gritó Paola.

En ese momento hermanos de ambos clubes entraron en la habitación. Nadie se creía lo que pasaba y nadie hacia nada.

-Por amor de dios, ¿haced algo?- lloriqueaba Paola.

Los hermanos cogieron a los dos Prez, intentando que estos pararan de golpease entre ellos, un poco más y alguno de los dos habría acabado muerto.

-Fuera de mi puto club- gritó Dave escupiendo sangre- o te juro que estas muerto

Hugo se zafó de sus hermanos y se dirigió a Paola.

-Recoge tus cosas, zorra- un gruñido se escucho de fondo- todavía eres mi mujer y harás lo que yo te diga.

Paola abrió los ojos, quien coño era este hombre y que había hecho con Hugo.

-No le hables así- dijo Dave desde detrás.

-Le hablaré como quiera, es mi jodida mujer, no la tuya, soy el que se hunde en ese precioso coño todas las noches, el que la hace gemir hasta que no puede más, el que le quitó la puta virginidad-gritó Hugo.

La risa de Dave se oyó por todo el bar. Que no lo diga, pensó una y otra vez Paola, sino estoy jodida.

-Mira, hermano- dijo Dave con despreció- la primera vez que ese jodido coño tocó una polla fue la mía, hace seis años, la primera vez que alguien la hizo gemir fui yo y el primero que la marcó como mía fui yo, así que, quitas tus putas manos de encima suya.

Nadie hablaba, era la situación más incómoda que había tenido lugar entre dos clubes.

-No me lo puedo creer- repetía una y otra vez Hugo.

-Hugo- gimoteo Paola- déjame que te explique.

-Explicarme- se río- explicarme ¿Qué? Como me has estado engañando durante los últimos cinco años, como a pesar de todas las putadas que te ha hecho todavía lo amas.

-Yo no pensaba que esto iba a pasar así, por favor, déjame habar

-Nos vamos- dijo Hugo ignorando a la muchacha- ahora mismo.

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Como podía haber sido tan estúpido, era más que claro que Paola estaba enamorada de ese cabrón, pero aun así pensó que él podía tener alguna oportunidad con Paola, ingenuo.

Estaba montándose en su moto cuando alguien le rozó el brazo.

-Hugo- dijo Paola- no quiero terminar así son muchos años de amistad y no quiero que esto sea el final.

-Yo te amaba- gimoteo Hugo- fuiste mi ángel en esta mierda de vida, pero en el fondo, sabía que no tenía ninguna oportunidad una vez que él volviera a parecer en tu vida.

-Sabes que te quiero, pero no puedo quererte en la forma en la que tú quieres que te quiera, simplemente no puedo.

-Lo sé- dijo Hugo abrazándola- pero recuerda que siempre me tendrás para todo, incluso después de todo esto, siempre serás bien recibida en el club, pero solo tú- la vista de Hugo se posó en un punto detrás de Paola- como ese hijo de puta pise mi club, está muerto y me da igual lo mucho que lo ames.

-Eres el mejor- dijo Paola besándolo.

No era un beso apasionado, ni de amor, era un beso de despedida, un beso entre dos personas que había compartido grandes momentos y que ahora sus caminos se separaban por algún tiempo.

-Nos vemos pronto, pequeña.

-Hasta pronto.

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-Más vale que no vuelva a verte- dijo Dave agarrando la cintura de Paola- o es hombre muerto.

-Siempre tan hombre de las cavernas- dijo Paola poniendo los ojos en blanco.

-Te voy a enseñar yo, lo que es ser un hombre de las cavernas, princesa- dijo Dave arrastrando a Paola a la que a partir de ahora sería su habitación.

Una vez dentro, Dave no podía apartar sus manos de Paola. Empezó a acariciar el vientre de Paola subiendo sus manos hacia sus pechos. Paola no podía dejar de gemir, llevaba tanto tiempo esperando por este momento que le era imposible contenerse.

-Te necesito ya, princesa- dijo Dave quitándole la ropa interior- llevo mucho tiempo esperándote.

Paola no dijo nada simplemente asintió. Y así en el silencio de la noche fue como sus dos mundos se volvían a unir después de tanto tiempo. Después de tanto odio y rencor, el amor pudo con todo.

-Te amo-le dijo Dave al oído cuando ya estaban tumbados- hoy y siempre.

-Solo tú y yo- le contesto Paola- cabalgando la carretera.

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Buenas chicas,

Se que llevo un montón si escribir, pero la verdad, era el último capítulo y no me venía inspiración ninguna.

Pero bueno, aquí lo tenéis, espero que hayáis disfrutado de la historia tanto como yo y que siempre guardéis un huequecillo en vuestro corazón para Dave y Paola.

Tengo más proyectos en mente y en un futuro no muy lejano, empezaré a publicarlos.

Hasta pronto, besitos de unicornio para todos y todas.