La llegada de Robin

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Aún estaba muy lejos de  llegarme a creer todo aquello. En aquellos momentos no sabía bien bien si era todo una broma de muy mal gusto o un simple sueño. Aunque me di cuenta enseguida de que la segunda opción era casi imposible, ya que me estaba dando cuenta de que estaba metido en un sueño, y cuando me pasa, me suelo despertar precipitadamente sudando como una regadera, diciendome a mi mismo: "tranqui Jack, solo era una pesadilla". Y tampoco podía negar todo lo ocurrido. No todos los días se despierta uno en una habitación roja en medio de la nada, en la cual hay un hombre medio disecado que desaparece cuando le place. Yo siempre había sido una persona muy racional, laica, que no había creído nunca en ninguna superstición ni nada parecido; pero no puedo negar que aquel truco había superado mis expectativas. No sabía que hacer, ni pensar. 

-Pero y si...no, es imposible- me dije a mi mismo en voz baja- Pero...y si realmente fuera como él dice...no, no puede ser Jack, lo único que ha pasado aquí es que te han raptado y drogado, y no estas diferenciando lo real de lo imaginativo... pero...es que es muy real...demasiado real!-dije gritando de desesperación mientras suspendía mis pies en el vacío desde el marco de la puerta.

Incluso hacía daño a los ojos si intentabas concentrarte el un  punto del vacío. Era de un  blanco muy intenso, demasiado luminoso, como si quisieras cautivar el sol con la mirada. Me paseé por toda la habitación para ver por donde podía haberse escapado aquel hombre, pero de lo que podía estar seguro es de que no había otra salida que el marco de la puerta. Todo era pared, suelo y techo. Toqué centímetro a centímetro las cuatro paredes para asegurarme de que no había ninguna salida camuflada o tapiada, pero no, todo era solido como el hormigón.

Estuve unos pocos minutos (que me parecieron interminables) paseandome por la sala, pensativo. Estaba preparado para actuar. Nunca había sido un hombre violento, pero tampoco estupido; tenia que avalanzarme sobre aquel hombre y obligarle a que dijiese la verdad. De todas maneras que podia perder enfrentandome a un viejo chiflado.  Me iba dando animos y fuerzas a mi mismo cuando una voz que me me resultaba muy familiar me llamó por mi verdadero nombre: Jack. Me jiré instintivamente. No podía creer lo que estaban viendo mis ojos. Era Robin, mi mejor amigo desde primaria, y si no recuerdo mal, él también estaba conmigo cuando huvo el impacto. Pero, no era un sueño todo aquello? Habría aparecido de repente en medio de la sala sin darme cuenta. Fuí rapidamente a socorrerlo. Estaba estirado en el suelo como yo hacía unos minutos. Podía tocarlo, era él, mi viejo amigo Robin y por lo que vía, igual de extrañado y asustado que yo.

Que me ha pasado, donde estoy?- dijo Robin con voz temblorosa.

En el limbo, chico- dijo Jack caricaturando la voz de su secuestrador. La verdad es que se sentia mucho más tranquilo y relajado, con la presencia de su amigo- siento decirte esto, pero creo que nos han secuestrado!

Pero, no lo entiendo- dijo extrañado Robin- Acabamos de tener un accidente impresionante, y no nos hemos hecho ni un rasguño. Parece como si hubieramos renacido. Donde has dicho que estamos?

Crónicas De Mi MuerteWhere stories live. Discover now