†Casada Con Un Militar† #2

† V †

Aún con nuestros labios unidos y me sentada sobre su regazo. Un poco inquieta me trate de alejar pero él sólo aferró mas sus manos a mi cintura, rendida por el momento volví a seguir el beso.

Cuando el aire comenzó a faltar maldije a mis pulmones por su poca resistencia, sin más me separé un poco para luego pegar nuestras frentes, con Logan aún sujetado de mi cintura me dió un beso en la nariz, sonreí, me levanté y abrí la puerta para salir y que él me siguiera después.

La noche ha caído y la luna no puede estar en su mejor momento, además el cielo sin estrellas puede verse la luna más intensa y brillante... Me quede mirando la luna, y me fui a mis pensamientos más escondidos, pero no paso mucho tiempo, ya que sentí a Logan abrazándome de la espalda y susurrando...

–Esa misma luna es testigo de la vez que te pedí que fueras mi esposa–. Una sensación ya conocida para mí se instala en mi pecho y se queda junto con las mariposas o mejor dicho abejas en primavera.

Sólo sonreí y me di vuelta para abrazarnos mejor además ya empezaba a hacer frío y no traje un suéter.

A principios de octubre ya se sentía el frío.

Cuando lo mire teniendo la luz lunar me hizo verlo e hipnotizarme, luego desvíe mi mirada a sus labios, se secaron los míos, los relamí y eso llamo la atención de Logan. Él se fue acercando de apoco hasta que volvió a unir nuestros labios. Parecía una danza a la luz de la luna con el cantico del bosque de fondo, literalmete puede ceñirse a los cuentos de hadas.

Mordió mi labio inferior y se escapó un jadeo involuntario, él solo sonrió a mitad del beso y metió su lengua, a estas alturas del beso ya teníamos era una guerra pacional que solo iba de subida.

El beso quedó ahí, nos separamos y llegamos a mirarnos fijamente, con la respiración pesada y un poco entrecortada, dimos paso a quedarnos recargados en el auto -bueno, él recargado en el carro mientras que yo estoy frente a él recargada en su abdomen-, mirando las estrellas que pocamente se visualizaban.

El manto negro, con esa luna dorada, era especial. Fue una testigo crucial para todo momento espontáneo y puro en nuestro amor.

Al llegar al apartamento nuevamente nos fundimos en el sillón estando hasta la una de la mañana viendo películas.

Sep, no vuelvo a dejar que escoja la película. Escogió una de terror, ahora mismo estoy escondiéndome en su pecho y a él sólo le vibra el pecho haciéndome saber de antemano que está riéndose de mí, lo cual siempre fue así.

Un día cuando aún estábamos en el instituto fuimos a su casa a ver películas, cuando fui al baño y regrese él ya tenía las palomitas y la película lista, solo faltaba yo para comenzar y así fue.

Cuando pregunté qué película era no quiso decirme, ya cuando empezó supe que era una de terror. Le dije que la quitara, hice pucheros, le hice ojitos de perro desamparado y nada, al final la vimos, pero cuando acabó, tenía miedo de ir a mi casa, y al ver el segundo piso también me dio miedo.

–¿Y sí nos quedamos aquí?– Dije con una sonrisa inocente, él solo volteo su cara hacía a mí y se empezó a reír a carcajadas yo solamente hice un pequeño resoplido por su respuesta.

Cuando su risa disminuyo él no dijo nada solo me cargo como princesa y nos llevó a su habitación en el segundo piso. En el camino, yo iba escondiendo mi cabeza en el espacio de cuello de vez en cuando.

Recuerdo que con cada ruido me despertaba de un salto y como no, Logan ni se inmutaba, el simplemente me volvía a abrazar cuando me movía, parecíera que le había dado un sedante.

Cuando logre dormir (con casi todo mi cuerpo bajo de él), soñé con la niña de la película.

Pero esta vez no me desperté, solo deje que pasara, y así fue completamente mi noche de películas con Mr. Dormilón.

Volviendo a la realidad, me di cuenta que hizo otra vez lo mismo cuando estaba en mis pensamientos, puso la película de la ouija.

–Te odio–. Él solo me dió una sonrisa burlona y contestó.

–Me amas–. Dijo aún con la sonrisa.

–No es verdad–. Infle mis cachetes tratando de que me viera molesta, pero al parecer eso me hizo ver graciosa o tierna, su mirada es confusa.

–Sí, si lo es, como así yo te amo–. Sin más lo mire a los ojos, dándome por vencida.

Suspire pesadamente y volví mi vista al televisor, él solo volvió a reír y me abrazo quedando juntos en una orilla del sillón con las piernas de ambos entrelazadas dejándolas a lo largo del espacio de sillon que qudaba.

Me encanta cuando tiene esos detalles dentro de él.

Recuerdo como trataba a las chicas del instituto y con ellas era frío y calculador, pero conmigo era lindo y atento; y aún ahora lo sigue siendo o podría decir hasta un poco mas.

A Leslie solo la he vuelto a ver en algunas reuniones que tienen mis tíos paternos, ya que ellos quedaron a cargo de la empresa cuando murieron mis padres.

Esa aún siendo hija de un gran empresario amable y bondadoso, sigue siendo plástica y zorra, sinceramente su historial en la fama la han hecho ver como una de las pocas esperanzas para el mundo de los negocios.

Y cuando Logan se inscribió a la milicia, ella trato de seguirlo y cuando lo logro, lloro, pataleo hasta hizo que su padre hiciera un alboroto dentro de ese campo, para cuando la aceptaron no duro ni una semana en el cuartel dejándo eso como la peor verguenza para su familia y a ella. Por ello ahora es la hija consentida de papi y mantenida.

Viendo lo tarde que era me levante del sofá y agarre la mano de Logan, dándole una señal infantil de que ya tenía sueño, él simplemente sonrió con ternura me besó la frente, fue a apagar el televisor y las demás luces para irnos a nuestra habitación.

Nos acostamos en la cómoda cama y caí en los brazos de Morfeo o mejor dicho de Logan, me arrastro a sus brazos en un sueño profundo y reconfortante...