ALGÚN DÍA TE ALCANZARÉ (CITRUS)

CAPITULO XII: LA DUDA

-Y entonces Mei? - su voz estaba llena con desprecio.

La sorpresa de aquello le dejo sin poder siquiera pensar una excusa o explicación mas sin en cambio un ligero sudor apareció en su frente y sus labios temblaban ansiosos.

-Oh, te comieron la lengua las mentiras? - se acerco hacia ella. -Es una lastima no?

-Qué cosa? - dijo Mei apenas audiblemente.

-Una grande que Yuzu haga planes a futuro contigo cuando ni bien termines la preparatoria y te iras al altar con alguien más! Eso es una lastima.

Las palabras de Matsuri no hacían más que poner nerviosa a Mei, de donde carajos había obtenido esas fotos. Pero sobretodo el hecho de que cada una de esas fotos eran de sus últimos 4 encuentros, eso significaba que la seguía Matsuri!

-No te sigo. -dijo leyéndole el pensamiento y sorprendiéndola. - Eres descuidada y eso provoco esto.

Las fotos, esas malditas fotos eran una prueba de sus mentiras de "trabajo extra del consejo" y "Voy a manejar asuntos de la escuela con respecto a otras".  Y eso la asusto junto al hecho que menciono que un descuido suyo fue el causante de las fotos pero en que momento descuido el hecho de ser discreta? Bueno eso ya lo descubriría después.

-Tu cara de pánico me viene como un insulto Mei. - su voz era rasposa llena de ira. -Me muero de ganas de ver lo que harás cuando se entere Yuzu de esto...

Un foco de alerta sonó en su cabeza y de inmediato esta empezó a maquilar ideas y planes para evitar que aquella mocosa impertinente y molesta destruyera su relación con Yuzu junto a su credibilidad para con su amante. Ofrecerle algo era factible pero que podría darle para que Matsuri callara su bocaza y le dejara en paz? 

-Qué quieres de mi? - dijo fríamente.

-Mi silencio no se compra Aihara Mei. -dijo molesta. -Si fuera otra mierda como la foto de la vez pasada hubiera venido bien chantaje pero por desgracia estamos hablando de la felicidad de Yuzu-nee y esa no esta en venta.

Las palabras y verborrea de Mei estaba ausentes, maldicion que no se supone que era lista y sabia librarse de asuntos peores que este?

-Tu cerebro no funciona y Yuzu-nee no tarda en salir.

-Te repito, que quieres? - dijo secamente.

Matsuri la cogio del cuello de la camisa blanca y la acercó a ella con brusquedad.

-No quieras verme la cara de estúpida que no la tengo Mei.

-No lo hago. -dijo asustada.

-Quiero que le digas a Yuzu todo lo que has hecho a sus espaldas.

Mei trago con dificultades y asintió despacio, después de todo ella tenía que hacerlo tarde o temprano.

-Tienes hasta el baile del jueves para decirle o de lo contrario lo haré yo. Mei la mentira que arrastras desgraciadamente no solo saldrá herida tu persona sino Yuzu y su madre. Ellas son mi familia y tienen mi aprecio incondicional por ello si algo les hará daño mi deber es eliminarlo, lo entiendes.

Mei asintió.

-Ya te he dado un ultimátum, habla o lo haré yo. - hizo un gesto de querer sonreír. - Y créeme que disfrutare como esa mentira te explota en la cara y te hunde más allá de toda cosa imaginable.

Ahí estaba, la amenaza de Matsuri fue lanzada y el tiempo era corto, iba a hablar cuando el ruido de la puerta abrirse les alerto de la llegada de la rubia.

-Bueno vamos que se nos hizo tarde. - dijo Yuzu caminando a la puerta. 

-Buenas noches... Mei-san. - Matsuri le miro con odio.