CAPÍTULO XVII: DECLARACIÓN

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-Yuzu, que estaban haciendo? - repitió la voz ahora burlona.

-Nada...

-Ah? - sonrió él. -No piensas presentarme a tú... amante?

Un joven delgado, cabellos dorados, ojos azules profundos y seductores miraba con diversión a Yuzu mientras se pasaba una mano por el flequillo esperando.

-Mei, esta persona enfadosa es Haruka Tenho, es primo de Kana. Haruka, esta hermosa mujer es mi novia Mei. - los presento.

-Ya veo. - dijo complacido extendiéndole la mano. -Así que... tú "sales" con Yuzu.

Mei lo miro con desconfianza, de algún lado había visto a aquel sujeto pero no podía recordarlo, tal vez en una revista? Probablemente. Extendió su mano a Haruka y le saludo.

-Un gusto. - dijo neutral.

-Curioso. - susurro soltando a Mei rápidamente.

-Qué es curioso? - dijo Yuzu mirándolo con recelo.

-Varias cosas. - sonrió. - Bueno, vamos niña. Kana me mando por ti y voy tarde para prepararme. - se giro y empezo a caminar.

Yuzu suspiro derrotada y sonrojada a ver a Mei en lo que Haruka se retiraba para darles unos momentos a privado.

-Lamento lo de antes. - se sonrojo. -Haruka es discreto por lo que no debes preocuparte de que diga nada.

Mei no dijo nada y asintió solamente. Aquel joven le seguía dando una extraña sensación de alerta, sentía haberlo visto antes pero no podía recordar con claridad.

-Bueno, me voy. - le beso la mejilla. -Tienes que ir al consejo y yo me tengo que ir.

Y salio corriendo detrás de su amigo mientras Mei la miraba marchar y su mano se extendió para tratar de alcanzarla, como siempre, cada vez con más frecuencia ella trataba de algún día alcanzarla.

-Eso fue muy peligroso Yuzu. - dijo Haruka. -Que tal si las ve otra persona, se habrían metido en un serio problema.

Yuzu no podía más que asentir con cara de perrito regañado.

-Sabes cuantas chicas tuve que correr de ahí?! Varias! carajo Yuzu, ya se que el sexo es estupendo pero eso de hacerlo donde caiga esta mal.

-Ya entendí. Hombre ya consigue novia y cásate. - murmuro enfurruñada mientras subían al auto de Haruka.

-Hablando de casar... - miro sus manos nervioso.

-Qué sucede? - dijo sorprendida al verlo dudar así.

-Ah... bueno, crees que yo sea un buen esposo?

Una sonora carcajada salio de Yuzu y lloro de la risa que duro al menos el trayecto hasta la casa de los Kurosu.

-Buena broma. No me había reído así desde que Matsuri se metió al centrifugado de la lavadora y se atoro! - volvió a reírse.

-Esto es serio Yuzu. - gruño indignado.

-Bueno, tal vez. Si dejas de ser mujeriego empedernido. 

ALGÚN DÍA TE ALCANZARÉ  (CITRUS)Where stories live. Discover now