Un beso para Gabriel

8. Séptimo intento

Y sigo esclavo de sus besos y sigo preso de mis miedos. Hemos llegado a un punto de inflexión en el que esta obsesión está apartándome de ti 🎶

* * *

Habían pasado dos días más, ¡dos días!, y Gabriel no había intentado nada. Y aunque al inicio Axel intentó distraerse leyendo, o compartiendo opiniones con Aidan, diciéndose que no le importaba si Gabriel se rindió, incluso había acompañado a Sarah de compras...

La verdad es que sí lo hacía. ¿Por qué después de poemas robados, rosas, y tanta insistencia, simplemente ya ni siquiera le hablaba o lo miraba?

Ayer casi creyó que lo haría, cuando Aidan le dijo “Mira discretamente atrás de ti. Gabriel lleva rato mirándote”, pero cuando se giró directamente, buscándolo, él simplemente había salido del salón y no volvió.

Y Axel ya estaba harto. «Si se va a rendir, al menos podría avisarme».

* * * * *

—Oye. Oye. ¡Mira eso! —Sonia le picó insistentemente en las costillas a Gabriel y lo hizo mirar a un sonrojado nerd ojiazul que caminaba directamente hacia ellos.

—Quiero hablar con Gabe —le dijo a Sonia, y ella se fue después de una risita y susurrarle “Estás en problemas, Romeo“.

Gabriel la ignoró y miró a Axel. Estaba muy cerca. Sus ojos furiosos. Su nariz. Su boca.

Esa boca.

—¿Q-qué? —tartamudeó, algo nervioso por la cercanía.

—¿Cómo que qué? ¿Te rendiste? Si es así, podrías decírmelo. ¡No seas un mal perdedor!

Dicho eso, dio media vuelta e intento irse, pero Gabriel se aferró a su muñeca y lo detuvo, lo arrastró hasta dejarlo contra la pared del pasillo. El ceño de Axel se frunció, el de Gabriel igual. No dejaron de mirarse.

—Yo no beso a alguien con novio —dijo, definitivamente molesto. Ese tipo pegado a Axel siempre...

—¿Qué? Yo no tengo...

Entonces Gabriel se acercó, todavía enojado, y ansioso, a sus labios.

Axel gruñó. Su mano se interpuso entre ambos. —¡Así no!

—¡Entonces cómo! -Gabriel gimió, frustrado, y Axel aprovechó para irse...más enojado de lo que había llegado.

¿Quién demonios lo entiende?