Capitulo 3: "¿Qué es lo que siento?"

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Después de ese beso que Dean le robo al ángel, las cosas en el motel se pusieron serias, ninguno de los dos hablo, Dean se puso nervioso, puesto que Cas no le dijo nada, ni siquiera le dirigió una leve sonrisa, solo sé quedo observándolo muy sorprendido.
-Lo siento- dijo Dean mirando a los ojos a Cas
-No lo sientas- dijo Cas robándole otro beso en los labios a Dean, un beso tan largo, tan cariñoso, pero a la vez muy apasionado.
-E..m.. ¿Ahora qué hacemos?- dijo Dean separando sus labios lentamente de los del Ángel, y regalándole una sonrisa.
-No lo sé, deberíamos de dormir- dijo el ángel girándose, dándole así la espalda a Dean.
Dean abrazo a Cas tan fuerte como pudo y siguió así, aunque estaba un poco nervioso, ya que el ángel no se movía, solo se quedaba disfrutando ese hermoso momento.

Al día siguiente el ángel fue el primero en despertarse, todavía podía sentir el calor de aquellos fuertes brazos que lo abrazaban. Su corazón comenzó a latir muy rápido, era algo que los ángeles no sentían, que él nunca había sentido, una sensación muy extraña, no sabía si era algo bueno, o algo malo. Los ángeles no estaban diseñados para sentir y mucho menos eso que el sentía, así que se levanto lentamente retirando los cálidos brazos de aquel hombre, con mucho cuidado de no despertarlo. Busco un poco de ropa y se dirigió al baño, abrió la llave de agua caliente, lentamente se quitó la ropa, quedando así totalmente desnudo, entró en la regadera, la cual dejaba escapar mucho vapor debido al agua, los espejos comenzaron a empañarse y las paredes estaban choreando agua. Afuera estaba haciendo frío, lo cual él no entendía, ya que en el lugar que estaba el día anterior estaba haciendo calor, pero este día era distinto, como si todo estuviera a su favor.
Dean se despertó por el sonido del agua que caía desde el baño, podía sentir calma al saber que ese ángel no había ido a ningún lado, y fue allí cuando decidió levantarse. Se dirigió al baño, ya que la puerta estaba entre abierta, se adentró lentamente en ese vapor que salía desde la ducha en la que estaba Cas. Ya dentro, cerró la puerta intentando que el ángel no lo escuchara, se quitó la playera de pijama que tenía puesta y después esos pantalones, después se dirigió a la ducha, y abrió lentamente la cortina, observando a el ángel completamente desnudo, lentamente entro sin que se diera cuenta el ángel de lo que intentaban hacer. Estando dentro de la ducha, comenzó a abrazar al ángel por su cintura, y a besarle lentamente el cuello, bajando lentamente hasta sus hombros.
-Dean...- susurró el ángel, solo sintiendo como sus latidos aumentaban cada vez más y más su velocidad.
-Buenos días solecito- dijo Dean sin dejar de besar el cuello del ángel.
Lentamente el ángel se giró para plantarle un tremendo beso en los labios a Dean. Dean solo río al sentir a Castiel desnudo junto a él.
-Buenos días- dijo el ángel regalándole una gran sonrisa a Dean.
-¿Cómo dormiste?- dijo Dean aún abrazando al ángel.
-Muy bien a tu lado- dijo el ángel.
Después de unos minutos en la ducha los dos decidieron salir para ir a desayunar, y después seguir con su camino, el cual era buscar a Sam para darle la noticia de que Dean había salido del infierno.
Unos minutos más tarde se encontraban en un restaurante de comida rápida, para lo cual Dean ordenó una hamburguesa, y Castiel no ordenó nada.
-¿Por qué no ordenas nada?- dijo Dean mirando a Cas a los ojos.
-Los ángeles no tenemos la necesidad de comer-
-¿Y a que se debe eso?- preguntó Dean esperando a que su hamburguesa estuviera lista.
-Los ángeles no tenemos las mismas necesidades que los humanos, no necesitamos ir al baño, tampoco comer, beber agua o incluso no es necesario para nosotros tomar duchas o cepillarnos los dientes- dijo el ángel con una sonrisa en su rostro.
-Eso es asombroso- dijo Dean con una cara de asombro -¿Y por qué tu tomas duchas?- preguntó Dean con una sonrisa pícara.
-Pues... ¡Mira tu hamburguesa!- dijo el ángel evitando responderle la pregunta a Dean, para lo cual él respondió con un gesto de sorpresa, pero a la vez felicidad.
Después de que Dean terminara su hamburguesa el ángel decidió ir al baño, acto seguido por una sorpresa por parte de Dean, el ángel ya estando en el baño, comenzó a refrescarse el rostro, se sentía muy incomodo, cosa que era nueva para el. Comenzó a sentir una fuerte palpitación en su pecho, en ese momento Dean entro al baño y observo al ángel, podía sentir la incomodidad que emanaba su cuerpo, la desesperación, y sobre todo las palpitaciones del corazón del ángel.
-¿Estas bien?- preguntó Dean sujetando al ángel con su brazo.
-Si... Eso creo...- dijo el ángel muy nervioso e intentando separarse de Dean.
-¿Necesitas algo Cas?-
-No... Estoy bien, solo que siento algo que... No había sentido nunca-
-Y eso es bueno, supongo yo-
-No lo sé-
-¿Quieres un abrazo?
-Nunca... Me han dado un... Abrazo- dijo el ángel un poco confundido, pero en ese momento el rubio con los ojos verdes más hermosos del mundo, abrazo al ángel, un abrazo lleno de amor, un abrazo que ambos necesitaban.
-¿Mejor?- preguntó Dean separándose lentamente del ángel.
-Si... Eso creo, ahora creo que podemos seguir con nuestro viaje... Claro, si quieres- dijo el ángel elevando un poco su mirada para poder ver los ojos del joven que tenía enfrente suyo.
-Supongo... Que eso... Es lo mejor- dijo Dean, sintiendo como el ángel estaba matando el momento.
Luego los dos se dirigieron hacia la mesa en la que estaban para pagar la cuenta y después seguir su camino.

Libres para ser Tu y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora