Capítulo 24: "¿Puedes verme?"

91 8 1
                                    

Dean seguía en el hospital, cada día era peor, después de dos semanas, había caído en un estado de coma, los doctores no supieron cómo explicar ese extraño acontecimiento, nadie sabía por qué Dean había quedado en ese estado.

Sam y Castiel estaban completamente devastados, hacía unos días Dean les había dado la esperanza de que iba a mejorar, pero después eso... Castiel no sabia como sentirse, no quería perder a Dean, el amor de su vida, la única persona que lo comprendía y siempre estaba allí para el. No quería perder a la persona que algún día le había propuesto matrimonio mientras estaba borracho en una fiesta de cumpleaños, no quería perder a esa persona que lo había llevado a conocer el mundo, esa persona que le había robado un beso en el baño de un motel, a esa persona que lo hacía sentir especial.
Cada vez que Castiel pensaba en Dean, lo único que podía hacer era llorar, no tenía nada más en su cabeza que todos esos momentos que habían pasado juntos y que ahora tal vez se terminarían. Y en ese momento alguien lo saco de sus pensamientos.
-Castiel- dijo una voz gruesa, provocando que el mencionado se levantara y limpiara las lágrimas de sus ojos.
-¿Qué demonios...?- dijo Castiel, pero no pudo terminar su frase entes de que lo atacaran y lo dejaran inconsistencias en el suelo. Luego el hombre, junto con otros más entraron al cuarto de Dean.

Sam estaba con Gabriel consiguiendo algo de café en el hospital, tratando de distraerse por un momento. Sam estaba más devastado que nunca, temía perder a su hermano de nuevo, temía que esta vez no regresará. No quería quedarse solo. Y estaba consiente de que Gabriel siempre estaría a su lado, al igual que Castiel, pero... Sam solo necesitaba a Dean, era su única familia en realidad, su madre estaba muerta al igual que su padre, solo tenía a ese joven rubio de ojos esmeralda, ese hombre que siempre lo había cuidado y siempre lo había amado.

-¿Qué haremos ahora?- preguntó uno de los hombres dentro de la habitación.
-Lo curare, y le daré una habilidad, la primera de muchas- respondió otro, con una voz menos gruesa.
-Bien, ¿y cuál será esa habilidad?, claro, si es que puedo preguntar- dijo el hombre con voz gruesa.
-Ya lo verás hijo- respondió el hombre, luego un destello inundó la habitación. Y los hombres desaparecieron.

... Y Dean despertó ...

Minutos más tarde Castiel se encontraba en una camilla de hospital, Sam estaba a su lado, y Gabriel estaba del otro.

-¿Estás bien Cas?- preguntó Sam al ver cómo el ángel abría sus ojos.
-Si, ¿qué pasó? ¿En dónde está Dean?- dice Castiel mientras se levanta rápidamente de la cama.
-El está... Bien- dice Gabriel.
-Despertó Cas- dice esta vez Sam. -Seguro pregunta por ti-
-Iré ahora mismo- dice saliendo rápidamente de la habitación, sorprendentemente los doctores no le habían puesto ropa de hospital a Castiel, solo le habían proporcionado cuidado, y esa fue una ventaja para el ángel; este corrió lo más rápido que pudo hasta donde estaba Dean. Entro a la habitación, y lo vio sentado en la cama.
-Dean..- dijo en voz baja, sintiendo cómo se le quitaba un peso de encima.
-Cas..- dijo Dean con el mismo tono que uso el ángel. -Tu... Eres... Hermoso- dice Dean repentinamente, parecía maravillado, y Castiel no lo entendía.
-¿Qué?- preguntó Castiel confundido.
-Tu... Tus alas... Son hermosas- repitió, pero esta vez Castiel se sonrojó, y ahora entendía. Dean podía ver su forma normal, ya no sólo veía un recipiente, ahora veía dentro de él, veía al verdadero Castiel.
-¿Puedes verme?- preguntó Castiel mientras se acercaba lentamente a Dean.
-Creo que sí... Cas... En verdad, eres hermoso- dice Dean mientras se levanta de la cama y se acerca al ángel. Al estar los dos cerca, se abrazan fuertemente, como si todo ese dolor desapareciera en ese abrazo, como si otra vez los dos fueran felices.
-¿Cómo es posible?- preguntó Castiel después de unos segundos, terminado con el abrazo, y sin soltar los brazos de Dean, lo miro de pies a cabeza.
-No tengo idea, pero tampoco me importa- responde el rubio, y en ese momento le roba un beso al ángel, ese beso que tanto extrañaban, esa sensación cálida en sus pechos se hacía presente de nuevo, esa sensación de tranquilidad y protección regresaba a ellos.
-Te extrañe tanto Dean- dice Castiel al terminar el beso, y unas lágrimas comenzaron a salir por sus ojos. -En verdad creí que te perdería-
-Yo también lo creí, pero ahora estoy aquí, y no iré a ninguna parte Cas- dice Dean abrazando nuevamente a Castiel. -Te amo- dice a mitad del abrazo.
-Yo te amo más- responde Castiel.

Libres para ser Tu y YoDove le storie prendono vita. Scoprilo ora