Capítulo 16

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Gritos, gemidos y quejas inundaban la habitación de Niall, pero no por lo que se imaginan. Estábamos algo aburridos cuando recordé ese día en que me metí a la regadera con Niall porque sus amigos querían jugar videojuegos. Por tal razón estábamos en el suelo, recargados en el final de la cama. Latas de refresco y una caja con rebanadas de pizza mordisqueadas nos hacían compañía en la alfombra.

-Yo ya voy en la cuarta vuelta y tu apenas vas en la segunda ¿adivina quién ganará de nuevo? -Decía Niall burlón sin dejar de mirar la pantalla y usar el control.

-Cállate. -Respondí "enojada", atenta al juego también.

Niall me había dejado elegir los videojuegos que quisiera, escogí de carreras de autos ya que esos solía jugar con mis amigos y me divertía mucho.

-¡Wohoooo! -Alzó las manos en señal de victoria.

-¡Nooo! -Exclamé rendida.

-Si ya sabías que perderías ¿por qué reniegas niñita?

-¿Acaso no puedo lamentarme a gusto?. -Dije fingiendo estar ofendida.

Niall se acercó con una sonrisa tentadora y me plantó un beso que no dudé en responder.

-Tu puedes hacer lo que quieras. -Dijo en un tono sexy y me volvió a besar. -Excepto ganar.

Entonces agarré una de las almohadas que usamos como respaldo, me separé del beso y lo golpeé, empezando así una guerra de almohadas.

-¿Miranda Miller qué acabas de hacer? -Dijo retándome.

-Te di un almohadazo. -Me encogí de hombros.

-Pues prepárate para perder otra vez. ¡Que inicie la guerra!

Me subí a la cama y tomé un arma para pelear, Niall me siguió y tomó la suya. Comenzamos a golpearnos con las almohadas y no parábamos de reír.
De repente quedé encima de él, nos dimos varios almohadazos en esa posición pero luego aventé la mía y le quité la suya, de inmediato me incliné para besarlo mientras seguíamos riendo.

-Mmm me encantan tus besos. -Dijo Niall con los ojos cerrados y una linda sonrisa.

Ya se había relajado y puse mis manos sobre su pecho de forma horizontal, recargué mi mentón sobre mis manos y me dediqué a observarlo. Era el paraíso. Sentía su estómago subir y bajar, y también los latidos de su corazón, el bello ritmo de la vida misma.

Niall puso sus manos sobre mi cadera y en un cuidadoso movimiento invirtió las posiciones, quedando ahora él sobre mí.
Con sus delgados y suaves dedos quitó un poco de cabello que tenía sobre mi rostro y luego acarició mi mejilla.
Él se veía como un ángel en su tono natural, cabello castaño, y una ligera barba que lo hacía ver maduro pero su mirada azul y sus delgados labios mantenían la ternura intacta.

Se acercó lentamente y me besó dulcemente. Luego me dio otro beso y otro y otro, cada uno más largo que corto. Niall sabía tan bien.

El siguiente beso cambió por completo el ambiente. Niall lamió mis labios pidiendo permiso para entrar, abrí la boca cediéndole el paso a su lengua para encontrase finalmente con la mía. Danzaban una con la otra, haciendo al beso más apasionado.

Nos separamos por falta de aire, pero de inmediato Niall tomó el control otra vez.

Ya nos habíamos besado así anteriormente, sólo que ahora se sentía distinto, había hambre y sed feroz del otro.

Sin separar nuestros labios Niall bajó sus manos a mi cadera hasta que encontró el borde de mi blusa y las metió debajo de ésta. Sus dedos estaban tibios, lo cual hizo el tacto con mi piel más suave.

A ESCONDIDAS (Niall Horan)Where stories live. Discover now