7 y 9

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Ambos corrían de aquí para allá y de allá para acá huyendo de la madre del menor. Decir que habían gastado una broma y habían manchado el vestido de la señora Kim era poco, porque mancharon todos los vestidos de las señoras que ahora lloriqueaban y se quejaban.

YoonGi y TaeHyung sólo podían reír mientras la adrenalina les recorría él cuerpo, tomados de la mano saltaron hacia unos arbustos y se escondieron allí, un chillido de conejo les hizo voltear la mirada y ver que estaban en compañía.

El conejo cambió de forma, dando a ver a un chico de 5 años con las mejillas regordetas y cabello rubio, quien buscó su ropa rápidamente.

– Hola como están, soy JungKook mucho gusto– dijo rápidamente y sonriendo.

– Hola JungKook ~– dijo Tae sonriendo.

– ¡Jeon!– JungKook se quedó estático al oír su nombre salir de aquella chillona voz y salió corriendo.

Tae sólo pudo reír. Se detuvo cuando sintió algo frío recorrer su dedo anular, bajó la mirada encontrándose un precioso anillo y al tigre colocándoselo.

– tomalo como un regalo– susurró el mayor– se te ve lindo.

– ¡Gracias Hyung!– TaeHyung lo abrazó a gustito con la calidez de sus brazos.

– No es nada Tae– sonrió.

– Quiero crecer para estar contigo siempre– susurró él pequeño.

– Yo igual.

– KIM TAEHYUNG– se oyó él grito de la mujer, quien rápidamente lo levantó del suelo y lo sostuvo de la mano haciéndole daño al pequeño por el fuerte agarre. YoonGi sintió el dolor de su compañero por el vinculo que se estaba desarrollando y no le gusto para nada.

Cambiando a su forma de tigre, le gruñó a la madre de su compañero quien se asustó al instante, soltando al pequeño. YoonGi se acercó a Tae para ver si se encontraba bien y al saber que si lo estaba, volvió a la mujer quien llamaba a su esposo.

Un alfa de aspecto imponente se hizo presente en el patio, YoonGi supo que de esta no salía vivo pero aun así él instinto animal de proteger a su compañero era más fuerte que todo, y avanzando a pasos lentos, miró mal al alfa y rugió.

Si no fuera por TaeHyung, YoonGi y el alfa gato terminarían en una lucha a muerte, y Tae los amaba tanto a los dos que no podía permitir que murieran.

– TaeHyung, deja que le de su lección a este tigre. Él no se debe meter con mi familia.

– ¡Solo me protegía!– gritó harto– mamá me hacía daño y YoonGi se dio cuenta.

– ¿p-pero c-como?– la madre de TaeHyung susurró, ni ella misma se había dado cuenta de que hirió a su cachorro.

– el vinculo de compañeros – YoonGi había cambiado de forma y vestido cuando TaeHyung le reclamaba a su padre. Sintió la mirada del alfa gato sobre su cuerpo y solo atinó a sonreír traviesamente, se había salido con la suya al ser protegido.

– imposible – mencionó la madre del menor– son niños, seguro son juegos y-– fue interrumpida por el alfa.

– no es imposible– susurró – él vinculo se hace entre una pareja real y destinada.

– por eso, TaeHyung no puede ser pareja de aquel tigre, además, ¡ambos son hombres!– reprendió la madre de TaeHyung.

– Eso no impide que sean pareja, cariño, se que querías nietos. Pero en estas circunstancias no podemos hacer nada. Son compañero reales.

– Tu hijo tiene 7 años, lo lamento, pero no lo permitiré.

El tigre y el gato se miraron con tristeza, TaeHyung abrazó a su compañero al borde del llanto, no quería dejar de verlo. YoonGi intentó hacerse el fuerte, pero tampoco le duró mucho esa faceta ya que rompió en llanto con el menor.

El alfa gato suspiró mirando mal a su pareja quien iba caminado a cotillear con sus amigas importándole mierda si su hijo estaba sufriendo. Se arrodilló frente a los niños que lloraban y llamo su atención, YoonGi y TaeHyung le miraron con ojos llorosos, pero nunca soltaron su agarre.

– pequeño alfa, has sido muy valiente al ayudar a mi hijo, muchas gracias. Tienes mucho material y estoy seguro que de grande seras un buen alfa.– les sonrió – Por eso te pido de corazón que sigas cuidando al pequeño TaeHyung, y sobre todo, amándolo como se que lo haces– YoonGi miraba al alfa gato, aun abrazaba a TaeHyung.

– cuente conmigo, lo haré– dijo con seguridad.

– hablaré con tus padres, probablemente te dejen ir de visita al territorio de los gatos de vez en cuando– y con eso se fue.

– Hyung – oyó la melosa voz del menor quien aun soltaba sollozos– gracias.

– No es nada TaeTae– sonrió con cariño y lo besó.

Party - TaeGiWhere stories live. Discover now